Mi querido tío Joan (3-04-20)

En estos tiempos extraños que estamos viviendo la noticia de que mi querido tío Juan ha fallecido, me llena de una tristeza profunda porque no vamos a poder volver a compartir una comida alrededor de una mesa. Pero al mismo tiempo tengo una alegría inmensa porque ha tenido una vida muy plena, ha amado y sido amado hasta su último aliento, se apagaron sus ojos estando en casa rodeado de los suyos.

Se me agolpan los recuerdos, el siempre ha sido un hombre muy guapo, nuestro Alain Delon mallorquín, con ojos muy azules y gran corazón.

En mi infancia pasé muchos fines de semana felices con mis primos, en verano en la Colonia de St. Jordi y en invierno en la casita de Algaida. Él siempre organizaba grandes fiestas de cumpleaños con cucañas, carreras de saco, de bicicleta, globos, comida rica,…. Siempre fue muy detallista. 

Me vienen imágenes: el azul de la playa des Carbó, partidas de ping-pong, recogiendo caracoles,…. 

Me vienen sonidos: el ta, ta, ta de la barquita, el partido de fútbol en la radio a la vuelta en coche del domingo, su voz siempre amable,…

Me vienen sabores: arroz de pescado marinero, la sal del mar, los helados artesanos de la Colonia,…

Me vienen texturas: la libertad de movimiento en pandillas, puro “Verano azul” en vivo y en directo. Chanclas, bañador y sol. La calidez de la cama de la “casita” porque nos ponía una bolsa de agua caliente dentro. Y amor de ese del bueno.

Siempre me sentí en mi casa cuando estaba en la suya, se cierto que si hay algún lugar al que ir, una vez dejamos este plano, él seguro está en el mejor de los lugares y en la mejor compañía. Porque vivió plenamente, amó mucho y ha sido amado. Ha dejado en mí los más bonitos recuerdos en el corazón y eso perdura para siempre.

Feliz viaje de vuelta a casa.

 

Testimonio Marta, Adrià y Elia (01-04-20)

Acompañar como doula es un chute de oxitocina y en un parto en Tribu las sinergias hacen fluir las hormonas como la lava de un volcán para todos los presentes. Cada persona ocupa su lugar en el espacio físico, sin molestarse aunque sea una casa pequeña y cada persona aporta algo importante a la mujer de parto, por eso ella las escogió para que estuvieran presentes en ese momento tan especial.

Suceden cosas mágicas en la danza del amor.

Lucía fue una de mis formadoras en el curso de Doula, fue tan bonito y especial que nos acompañara en nuestro parto… si ya consideraba que la figura de Doula es fundamental, después de experimentarlo lo puedo reafirmar en mayúsculas.

El cuidado de los pequeños detalles, el no tener que pedir, es como si te leyeran la mente o incluso se adelantaran a saber lo que vas a necesitar, los masajes, las sugerencias a la familia, las explicaciones, el acompañamiento, sostén… le dan sin duda un valor añadido al placer de parir.

Tuvimos una experiencia mágica y sin duda un regalo maravilloso, que guardaremos siempre en nuestra mente y nuestra alma! Gracias por cuidarnos y cuidar de tod@s tanto y tan bien en ese GRAN momento y sobretodo ¡gracias por tu fuerza! Cada mujer debería poder ser su propia Doula y disfrutar del acompañamiento de otras. ¡En tribu todo es más fácil y bonito! !!Gracias, gracias, gracias!! ¡¡Siempre en nuestro corazón!!

Autoría fotos: Little Smith

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Acompañar como doula en tiempos de coronavirus

Acompañar como doula es siempre una labor muy importante y, en tiempos de coronavirus, se convierte en algo esencial para atravesar cualquier etapa de tu maternidad sabiendo que no estás sola, que siempre podrás contar con alguien con experiencia que te dará las últimas informaciones de evidencia científica, estará muy cerca de ti al otro lado del teléfono para ofrecer contención emocional y, cuando sea necesario, acudirá a tu lado para pasar juntas todo lo que acontece.

Desde que empezó la cuarentena por el virus, he acompañado cinco partos con sus respectivos prepartos y pospartos inmediatos, creo que es importante que las doulas sepamos cómo acompañar con seguridad, tanto a nivel de minimizar los riesgos de contagio en ambas direcciones, como a nivel de hacer lo correcto en cuanto a las normas de permisos para circular.

Autoría foto portada y esta: Señor y Señora Smith

 

Primero comentaré las cosas que he podido aportar en las diferentes etapas maternales en tiempos de coronavirus:

-De mujeres embarazadas he recibido consultas sobre los diferentes equipos de atención al parto en casa (funcionamiento, precio y forma de contacto) y sobre cómo están trabajando respecto a la atención de la embarazada o la atención al parto en cada hospital de la zona donde vivo, sean públicos o privados (que en mi caso es la isla de Mallorca), debido a que se plantean tomar decisiones a última hora que puedan mejorar sus expectativas de tener el parto deseado. Es una información cambiante por la situación extraordinaria que vivimos, pero gracias a mis propias experiencias y el contacto con otras doulas que acompañan a otras madres, la voy actualizando.

También me han pedido información sobre cómo o con quién acceder a una prueba necesaria que no entra en los protocolos actuales, como por ejemplo una ecografía de detección de problemas de salud en el feto.

Otra pregunta ha sido sobre información de clases de preparaciones al parto de forma on-line con matronas de confianza.

Con mujeres a punto de parir sobretodo he estado tranquilizando, aportando información para la toma de cambios de decisiones, manteniendo un contacto continuo a través del whatsapp o llamadas de teléfono, animando a que todo irá bien, reafirmando la capacidad del cuerpo para parir y del bebé para nacer, compartiendo las sensaciones físicas y emocionales de los momentos previos a ponerse de parto,….

-En los partos he acudido al domicilio cuando la mujer ha entrado en fase de dilatación activa para acompañar de forma personalizada todo el proceso. En los partos en casa (siempre con personal sanitario) que han acabado en la propia casa, he estado hasta el final cuando la madre se queda junto a su familia, dando de mamar a su bebé, con todo el entorno ordenado y recogido.

En los partos que han empezado en casa, pero por cansancio de la madre (o sea, por cuestión no urgente) han acabado en el hospital, he acompañado a la pareja hasta el lugar en el que tienen que entrar al hospital y les he explicado cómo funciona todo, lo que se pueden esperar (dando una visión realista pero en positivo) y les he animado a confiar en el personal sanitario. Cómo hoy en día son muy estrictos con ser acompañadas solo de una persona, me he ido a mi casa y desde ahí he continuado conectada por whatsapp con la pareja para seguir con el soporte emocional y la resolución de dudas si ha hecho falta.

En el parto de hospital, además de estar en la dilatación en casa he sido la acompañante de paritorio porque así lo decidió la pareja, durante todo el proceso mantuve informado a su marido de cada paso que iba sucediendo ya que es una manera de que se sientan más cerca el uno del otro, ella misma lo cuenta en este hermoso testimonio.

En todos los partos, después de haberlo acordado con la pareja, encuentro momentos para hacer fotos que reflejan pálidamente la belleza de lo que va sucediendo y breves vídeos que son un bonito recuerdo que ayuda a «ver» desde afuera algo que es una experiencia sumamente intensa, tanto física, emocional como espiritual, donde la mente, que casi siempre es la dueña de nuestros momentos cotidianos, desaparece por arte de las hormonas.

-En el posparto inmediato sobretodo ha sido un apoyo continuo a través del whatsapp para todas las pequeñas dudas que surgen con la crianza, enviando información de utilidad muy gráfica, concentrada y sencilla para facilitar la lactancia.

Haciendo asesoría de lactancia a través del teléfono siempre que ha sido posible. Y en un caso concreto llevando una compra a la pareja recién llegada del hospital y haciendo asesoría de lactancia en directo y en otro caso derivando a una asesora más especializada que yo.

Apoyo moral, presencia continua, reforzamiento de las capacidades innatas de la madre con artículos de evidencia científica que ratifican lo que siente la madre. Ya que, aunque parezca mentira, sigue habiendo familiares o «amigas» que les dicen a las madres, deja a tu hijo llorar, ponlo a dormir en su cama, no le des de comer siempre que te lo pida, …. y otras propuestas que confunden a la madre y le hacen dudar de sus decisiones intuitivas.

Una de las cuestiones más importante que quiero compartir es cómo he llevado a cabo mi labor como doula de forma segura para todos, en tiempos de coronavirus:

-Todos los encuentros que he podido han sido virtuales, desde uso de whatsapp, charlas por teléfono o videollamadas por Skype, Hangout o Zoom. Es diferente que el encuentro presencial, pero es increíble lo cercanas que nos podemos sentir cuando te relacionas desde el corazón con autenticidad e integridad.

-He tomado diversas medidas higiénicas cada vez que me he desplazado a la casa de la mujer o al hospital. Antes de salir me ducho y pongo ropa limpia lavada a 40º, llevo guantes y mascarilla. Al llegar a su casa dejo los zapatos fuera. Mientras estoy allí me lavo frecuentemente las manos, además de tener un desinfectante de manos.

-Al volver a mi casa me vuelvo a duchar y pongo toda la ropa a lavar. Desinfecto con agua y lejía el volante del coche, el cambio de marchas y las manijas de las puertas. Limpio con agua y amoniaco las llaves, el bolso y la bolsa de parto.

-Utilizo un difusor de plata coloidal para desinfectar la mascarilla y luego la pongo en una bolsa estanca con un pequeño ozonizador. Es un aparato para la nevera que me regaló mi compañera de profesión Magda Rodríguez y que ella misma me dio la idea de utilizarlo así.

-Para desplazarme a un parto domiciliario llevo un permiso firmado por el comadrón responsable del equipo de atención al parto en casa con todos sus datos y los míos como auxiliar de parto.

-Para desplazarme a una casa para la dilatación y/o una visita posparto presencial llevo un permiso firmado por la mujer que solicita mis servicios para lo que corresponda según el caso. Procuro que quede reflejado la necesidad de ese servicio.

Realmente, en tiempos de coronavirus, el sentido de mi trabajo sigue siendo el mismo, incluso el estilo de preguntas no son tan diferentes a lo que suelen ser normalmente, quizás lo que más cambia es la angustia con que viven las parejas ese momento vital, a veces teniendo que tomar decisiones importantes de último momento. Las mujeres que están embarazadas y pariendo en estos días, necesitan una dosis extra de confianza en sí mismas, confianza en los profesionales y confianza en la Vida.

Tengo la suerte de estar en una comunidad donde, en general, se están haciendo bien las cosas, escuchando las recomendaciones de la OMS y otros organismos oficiales que dicen que los partos no deben ser medicalizados sin justificación, la mujer puede estar acompañada de una persona, se debe hacer piel con piel nada más nacer y se promueve la lactancia materna. Aunque siempre hay excepciones que entristecen algunas experiencias de forma innecesaria.

A través de otras compañeras doulas y por las redes sociales, me llegan noticias de que en otros lugares de España están sucediendo algunas realidades más difíciles. Quizás sea porque tengan una situación sanitaria más extrema, pero no hemos de olvidar que en toda circunstancia y lugar, los derechos humanos siguen estando vigentes, y que no siempre algunas actuaciones contrarias a las recomendaciones oficiales, tienen una justificación médica. Por ello la asociación «El Parto es Nuestro», para apoyar a las mujeres que puedan vivir Violencia Obstétrica ha creado un «Formulario de queja o reclamación por malas praxis en la atención al parto durante la crisis del COVID-19»

Quiero dejar el mensaje de esperanza de que, tanto en casa como en el hospital, en tiempos de coronavirus se pueden tener preciosos partos empoderados y en buena compañía. Soy testigo privilegiada de ello.

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Testimonio Elena, Jürguen y Daniel (13-03-20)

Desde el primer momento hubo una conexión muy bonita con Elena y poco a poco también se fue creando con su marido Jürguen. Al ser extranjeros no cuentan con una gran red de apoyo, ni tampoco conocían los diferentes profesionales que les podían ayudar a conseguir todo aquello que llevaban tanto tiempo soñando.

Lo que hace tan mágico el acompañamiento personalizado es compartir lo que va sucediendo durante todo el proceso, tanto físicamente como emocionalmente, dando la información que en cada momento se necesita,…  y creando un vínculo de confianza mutua.

En estos tiempos extraños que estamos viviendo es aún más importante si cabe este contacto continuo y el cariño que se va creando. Luego quedan esas experiencias compartidas en la retina y en la piel… que son para siempre. Y, como compruebo una y otra vez, más que el idioma, lo que importa es el lenguaje del corazón.

Gracias por tanto

 

Nací en Rusia y tengo 45 años. Mi marido y yo llevamos viviendo en Mallorca tres años. Nos llevó 6 años quedarme embarazada. Cuando finalmente ocurrió en julio de 2019, nada tenía mayor prioridad para nosotros que preparar al bebé, el nacimiento y la lactancia. Recibí muchos consejos de mis amigas que habían tenido hijos durante mucho tiempo. Todas encontraron sus nacimientos terribles excepto una amiga cercana que dijo que tuvo una doula en su nacimiento. Encontró hermoso el nacimiento de su primer hijo a pesar del dolor y la inducción de oxitocina.

Empecé a buscar Doula en Mallorca, en la búsqueda de Google el nombre de Llucia aparece como uno de los primeros y pronto me di cuenta de que tenía muchos años de experiencia. Desde el sexto mes de embarazo nos reuníamos 1-3 veces al mes en su casa, llegamos a conocernos muy bien. Llucia me dio unos libros muy buenos para leer sobre el embarazo, el nacimiento y los bebés. También me dio información de contactos importantes para mi, como la de una fisioterapeuta para el entrenamiento del suelo pélvico.

A través de las reuniones con Llucia mi marido Jürgen también cambió su actitud hacia el nacimiento, comprendió que la calma, la familiaridad y la intimidad son increíblemente importantes para un buen y rápido proceso de nacimiento. También disfruté mucho de la osteopatía y los masajes regulares de Llucia.

Cuando llegamos al hospital de Son Llàtzer en la tarde del 12 de marzo de 2020, tenía una temperatura ligeramente elevada. Debido a la crisis del coronavirus, las reglas para permanecer en la sala de partos se hicieron más estrictas: sólo se permitió la entrada de un acompañante. Aunque fue muy duro para nosotros, mi marido y yo decidimos que Llucia viniera conmigo. Mi marido se quedó fuera y fue informado regularmente por ella sobre los progresos. Esta fue en realidad la decisión más importante de todas, sin Llucia estoy convencida de que no hubiera encontrado la fuerza para dar a luz a nuestro hijo Dani relativamente rápido y sin problemas.

En la sala de partos me enteré de que tenía estreptococo positivo y que la fiebre pudo ser causada por él. Mi cuello del útero sólo estaba abierto 1 cm y tuve que ser inducida, ya que debido a la fiebre no podíamos esperar más. Las siguientes horas fueron como en un frenesí. No estaba realmente allí, estaba en el «Planeta Parto», seguramente también por la fiebre. Todo lo que me dijeron las comadronas, Llucia tuvo que repetirlo varias veces. Por supuesto, habíamos hecho un plan de parto, aunque debido a la fiebre, en realidad fue cancelado. Quería intentar pasar el parto sin la epidural, pero cuando la oxitocina empezó a hacer efecto, decidí bastante rápido que quería ponérmela. La anestesia no funcionó totalmente, rápidamente perdí la confianza de que lograría sobrevivir al nacimiento… si no fuera por Llucia. Me masajeó, me dio algo de beber, hizo que cada posición fuera más cómoda para mí y repitió una y otra vez que lo estaba haciendo todo muy bien. Las comadronas de Son Llàtzer fueron muy profesionales y humanas, pero por supuesto tuvieron que ocuparse de otros nacimientos. Llucia estuvo a mi lado toda la noche, se aseguró de que entendiera lo que estaba pasando, informó a mi marido. Pedí una cesárea varias veces en las siguientes horas. No podía creer a Llucia que me decía que lo iba a conseguir. Y luego, alrededor de las 5 a.m. las matronas dijeron que el cuello del útero ya se había abierto 10 centímetros. Fue entonces cuando llegó el peor dolor, quiero decir, no pude hacerlo más. Aquí Llucia repetía una y otra vez que estaba muy cerca de dar la bienvenida a Dani. La última fase fue increíblemente rápida, sólo 20 minutos. ¡¡A las 6:22 nació Dani!! ¡Lo hice con 45 años sin cesárea!

Mi marido y yo estamos infinitamente agradecidos a Llucia por todo lo que ha hecho por nosotros y por Dani. Han pasado dos semanas. Todos los días recibo mensajes de Llucia: pregunta cómo estamos, nos ha recomendado una gran asesora de lactancia, envía respuestas e información a todas nuestras preguntas.

Querida Llucia, nuestra gratitud hacia ti no tiene límites.

 

Testimonio original:

Ich bin gebürtiger Russin und 45 Jahre alt, mein Mann — 50. Seit drei Jahren leben wir auf Mallorca. Es hat 6 Jahre für uns gedauert bis wir schwanger wurden. Als es endlich im Juli 2019 soweit war, nichts hatte für uns höhere Priorität als sich auf das Baby, die Geburt und das Stillen vorzubereiten. Ich holte viele Ratschläge von meinen Freundinnen die lange schon Kinder hatten. Alle fanden ihre Geburten schrecklich bis auf einer engen Freundin, die sagte, dass sie eine Doula bei ihrer Geburt hatte. Sie empfand die Geburt ihres ersten Sohnes trotz Schmerzen und Induktion durch Oxitocin als schön.

Ich fing an nach Doula auf Mallorca zu suchen. Bei der Google-Suche kommt Llucia´s Name als einer der ersten. Mir wurde bald klar, dass Llucia viele Jahre Erfahrung mitbrachte. Wir trafen uns ab dem 6. Schwangerschaftsmonat 1-3 Mal pro Monat bei Llucia. Wir lernten uns richtig gut kennen. Llucia gab mir einige sehr gute Bücher zur Schwangerschaft, Geburt und Babys zu lesen. Sie hat mir auch weitere wichtige Kontaktdaten zur Osteopathin für das Beckenbodentraining usw. vermittelt. Durch die Vorbereitungstreffen mit Llucia hat mein Mann, Jürgen, auch seine Einstellung zur Geburt verändert. Er hat begriffen, dass Ruhe, Vertrautheit und Intimität unwahrscheinlich wichtig für guter und schneller Geburtsablauf sind. Ich habe auch sehr die regelmässigen Massagen von Llucia genossen.

Als wir abends am 12. März 2020 im Krankenhaus Son Llatzer ankamen, hatte ich etwas erhöhte Temperatur. Durch die Coronavirus-Krise wurden Aufenthaltsbestimmung im Kreissaal verschärft: Nur eine Begleitperson dürfte rein. Obwohl uns es sehr schwer viel, entschieden mein Mann und ich, dass Llucia mit mir mitkommen wird. Mein Mann bliebt draußen und wurde von Llucia über den Fortschritt regelmäßig informiert. Das war eigentlich die wichtige Entscheidung überhaupt. Ohne Llucia bin ich heute überzeugt, würde ich nicht die Kraft finden unseren Dani doch relativ schnell und unproblematisch zur Welt zu bringen.

Im Kreissaal habe ich erfahren, dass ich Streptococcus habe, der Fieber kam höchstwahrscheinlich bedingt durch Streptococcus. Der Muttermund war bei mir nur 1cm geöffnet und ich musste Induziert werden. Wegen dem Fieber konnten wir nicht länger warten. Die nächsten Stunden verliefen wie im Rausch. Ich war in der “Planeta Parto” — Llucia´s Ausdruck — aber auch durch Fieber nicht wirklich da. Alles was die Hebammen zu mir gesagt haben musste Llucia mehrmals wiederholen. Selbstverständlich auf Llucia´s Empfehlung haben wir Geburtsplan gemacht. Bedingt durch Fieber wurde auch er eigentlich gestrichen. Ich wollte versuchen ohne Epiduralanästhesie durch die Geburt zu kommen. Als der Oxitocin gewirkt hat, schrie ich ziemlich schnell, dass ich eine möchte. Die Anästhesie hat nich wirklich gewirkt, ich hatte schnell den Zuversicht verloren, dass ich es durch die Geburt schaffen werde….wenn nicht die Llucia. Sie hat mich massiert, zum trinken gegeben, hat jede Position für mich komfortabler gemacht und immer wieder wiederholt, dass ich alles toll mache. Die Hebammen von Son Llatzer waren sehr professionell und menschlich, mussten aber natürlich einige Geburten betreuen. Llucia war die ganze Nacht an meiner Seite, hat sichergestellt, dass ich verstehe was gerade passiert, hat meinen Mann informiert. Ich habe mehrmals im Laufe der nächsten Stunden nach einem Kaiserschnitt gebeten. Ich konnte der Llucia nicht wirklich glauben, dass ich es auch so schaffen werde. Und dann gegen 5 Uhr morgens sagten die Hebammen, dass der Muttermund bereits 10 cm geöffnet ist. Da kamen die schlimmsten Schmerzen, ich meinte, ich konnte nicht mehr. Hier wiederholte Llucia immer wieder, dass ich sehr kurz davor bin Dani zu begrüßen. Die letzte Phase verlief tatsächlich unglaublich schnell, nur 20 Minuten. Um 6:22 kam der Dani zu Welt!!!! Ich habe es mit 45 ohne Kaiserschnitt geschafft!

Mein Mann und ich sind Llucia für alles was sie für uns und Dani getan hat unendlich dankbar. Es sind bereits 2 Wochen her. Jeden Tag bekomme ich Nachrichten von Llucia: Sie erkundigt sich wie es uns geht, hat uns eine tolle Stillberaterin empfohlen, schickt Antworten und Informationen zu allen unseren Fragen.

Liebe Llucia — unsere Dankbarkeit an Dich hat keine Grenzen!

 

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parto doula

Testimonio Ainara, Xisco y Kai (28-09-19)

Ainara y Xisco contactaron conmigo porque su hermana Esti, que acababa de parir, les habló con mucho entusiasmo de su parto con doula. Desde el primer momento se veia que tenían claro lo que querían y que Ainara estaba muy bien informada y empoderada. Todo fue fácil, aunque las mujeres cuando atravesamos el umbral de nacer como madres, pasamos por tantas transformaciones que salimos irreconocibles. Fue un placer acompañar a esta gran familia y todos me acogieron como una amiga del alma, son relaciones que van más allá de lo profesional y cuando voy por el pueblo donde viven las dos parejas con sus preciosos hijos, me gusta visitarles y seguir viendo como crecen.

Se me ensancha el corazón cuando compruebo una y otra vez que tengo la profesión más hermosa del mundo.¡Gracias!

Memorias para nuestra Doula,

Cuándo decidimos contactar con Llucia Mir nos encontrábamos a la mitad del embarazo. Mi hermana acababa de tener su primer hijo y Llucia les había realizado el acompañamiento. Hablaban maravillas de ella, así que nos decidimos a contar con su ayuda para realizar este paso a ser padres.
Nos atraía la idea de que Kai naciera en casa, pero no estábamos convencidos del todo, algunos miedos como la gestión del dolor durante las contracciones, hicieron que optásemos por dar a luz en el hospital de Manacor.
Aun así no dejaba de rondarnos la idea de que un nacimiento en casa estaría genial, nos preocupaban las intervenciones y protocolos hospitalarios. La libertad e intimidad que ofrece el hogar no la encontraríamos en el hospital.

Por este motivo pensamos que disponer del acompañamiento de una Doula sería la mejor opción para alargar el trabajo de dilatación en casa y pasar el mínimo de tiempo en el hospital.

Pero resultó ser mucho más que eso, desde la primera sesión de bienvenida no perdimos contacto durante todo el embarazo, a pesar de estar muy informados y preparados, a cualquier duda que nos surgía allí estaba Llucia, cuando me sentía abrumada, surgían miedos, emociones que afloraban, las conversaciones que teníamos nos ayudaban a ir haciendo el camino.
Fue de gran ayuda para preparar nuestro plan de parto y facilitarnos extensa información de todas las alternativas posibles para la toma de decisiones a la hora de acudir al hospital.

Y llegó el día esperado, como no habíamos perdido contacto semana tras semana, Llucia estaba al tanto de toda mi evolución, con solo escuchar mi respiración en la última llamada que hicimos supo que el nacimiento de Kai estaba empezando, en una hora llegó a nuestra casa.
Fue una noche magnífica, mientras Xisco dormía y cogía fuerzas para el día, Llucia y yo nos recogimos en el salón, donde habíamos montado el campamento base, parecía estuviera de acampada con mi mejor amiga. Poco a poco me fue acompañando hacia el ”planeta parto” y me ayudó a permanecer allí. Cada ola de contracción era gozosa, sus manos masajeando mi espalda, allí donde más necesitaba, su respiración, sus abrazos, sus palabras y su compañía hicieron que llegar a los 8 cm de dilatación parecieran un sueño, ¡un disfrute!

Con la llegada al hospital seguimos con la dinámica, aunque el cambio de lugar, los protocolos, la gente nueva, la habitación fría y el que no nos permitieran estar con nuestra Doula, entorpeció todo un poco. Aun así, Llucia estaba allí fuera en la sala de espera, haciendo de puente entre nosotros y nuestras familias, dando apoyo a Xisco también para acompañarme de la mejor manera. Y así fue como nuestro pequeño Kai llegó a La Luz… ¡Fuerte y valiente!

Todo nos fue rodado, la tetita marchó fenomenal, yo me recuperé rápidamente y en un par de días ya estábamos en casa. Entre tanto Llucia no perdió el contacto con nosotros, cada día hablamos para ver como marchaba la cosa, cualquier duda que nos surgía, que no eran pocas, intentaba darnos solución o ayuda. Ya fuera algo práctico como emocional, al igual que había venido haciendo durante todo el embarazo.

Como en toda historia, llegó el día de la despedida, donde acabaron sus servicios. Como una nueva familia nos despedimos, con pena de no tener a nuestra “pepita grillo” a total disponibilidad, pero siempre te tendremos presente y ya formas parte de algo tan hermoso que vivimos todos juntos.
Gracias infinitas por estar y acompañarnos en el día más especial de nuestras vidas.

Xisco, Kai y Ainara

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Testimonio Ida, Jorge y León (07-08-18)

Es muy común que los encuentros con las familias que solicitan una doula vengan a través de recomendaciones, por eso a veces soy la doula de las amigas de un mismo grupo, como ocurrió en este caso. Parir es un acto muy potente, es muy físico, emocional y espiritual al mismo tiempo, por lo que es importante quién te acompaña,… queda fuera el mental, que tiene que quitarse de en medio para que todo el proceso se desarrolle con toda su fuerza. Esa es la razón por la que en un parto sobran las palabras y apenas tiene importancia el idioma que hablas. Nos une el idioma del corazón.

Con Ida y Jorge hubo entendimiento desde el primer encuentro, ellos son una pareja muy conscientes y muy unidos, sabían lo que querían y cómo lo querían. Estar cerca de familias así es un privilegio, además de fácil.

Fue hermoso danzar alrededor del fuego que crearon en su nacimiento como padres, todo amor y todo instinto. Incluso, cuando la vida les puso en la tesitura de ir al hospital, siguieron conectados los hilos invisibles de unión entre ellos, para recibir de la mejor manera a León.

Acompañar a Ida fue una experiencia increíble, además de un placer, cuando recordamos aquellos momentos no podemos evitar emocionarnos y sentir ese vínculo especial que queda en el corazón a pesar del paso del tiempo. 

 

Encontramos a Lucía a través de las recomendaciones de varios amigos y después de reunirnos con ella, ambos confiamos instintivamente en ella y sentimos que queríamos que Lucía formara parte del nacimiento en casa de nuestro hijo. Nos cautivó su energía tranquilizadora, tranquila pero juguetona y positiva. Ella es una gran oyente y parecía que inmediatamente nos entendía como pareja, a pesar de que mi español no es muy bueno y, sobretodo, respetaba nuestros deseos. ¡Parecía que la conocíamos desde hacía mucho tiempo!

Para vincularme más con Lucía durante los meses previos al nacimiento, realicé dos masajes que fueron muy agradables. En el segundo, que estaba cerca del nacimiento, se estaba comunicando en silencio con mi bebé con sus manos sanadoras y su energía, fue una experiencia hermosa y emocional.

Durante la noche real del parto, Lucía llegó con el equipo de parto y se mezcló de una manera muy natural y segura en nuestro hogar. Durante todo el parto no creo que me haya comunicado mucho con palabras, pero Lucía resultó tener un sexto sentido en lo que necesitaba, tanto si era refrescarme con toallas húmedas, darme un masaje en la espalda o conseguirnos agua. Ella realmente respetaba la mágica burbuja de nacimiento en la que estábamos mi compañero y yo, lo cual era nuestro deseo, y logró ser de ayuda sin perturbar nuestro precioso momento privado. Cuando, en la fase de empuje, tuvimos que ser trasladados al hospital a medida que bajaba el ritmo cardíaco del bebé, Lucía vino con nosotros y fue de gran ayuda para mi pareja, que tuvo que permanecer en la sala de espera durante la cirugía. Ella también se quedó para asegurarse de que el bebé comenzara a comer adecuadamente, además vino a visitarnos unos días después y también se mantuvo en contacto por WhatsApp y estaba disponible para cualquier pregunta que tuviéramos, lo que realmente aprecié.

¡Realmente amamos a Lucía y la recomendaríamos a cualquier persona interesada en tener la presencia de una doula en el parto!

Ida

 

(Texto original)

We found Lucía through recommendations from several friends and after meeting with her, we both instinctively trusted her and felt that we wanted Lucía to be part of the home birth of our son. We were smitten by her reassuring, calm yet playful and positive energy. She was a great listener and it felt like she immediately understood us as a couple, even though my Spanish is not so good, and was respectful of our wishes. It seemed as we had known her for a long time!

To bond more with Lucía during the months before birth I went for two massages that were both really nice. In the second one which was close to birth, she was silently communicating with my baby with her healing hands and energy and it was a beautiful, emotional experience.

During the actual night of the birth, Lucía arrived with the birth team and blended in in a very natural and confident way in our home. During the entire labor I don’t think I communicated much with words, but Lucía turned out to have a sixth sense in what I needed, weather it was to cool me down with wet towels, give a back massage or get us water. She really respected the magical birth bubble that me and my partner were in, which was our wish, and managed to be of assistance without disturbing our precious, private moment. When, in the pushing phase, we actually had to be transfered to the hospital as the baby’s heart rate went down, Lucía came with us and was of great support for my partner who had to stay in the waiting room during surgery. She also stayed to make sure that the baby started eating properly, plus came to visit a few days later and also stayed in touch on WhatsApp and was available for any questions that we would have, which I really appreciated.

We really love Lucía and would recommend her to anyone interested in having a doula present at birth!

Ida

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Testimonio parto con doula en Mallorca

Testimonio Lorena, Antonio y Candela (5-09-19)

Conocí a Lorena en un mercado de pueblo, un lugar como otro cualquiera para que surjan las «causalidades», aunque no era la primera vez que me pasaba. Desde ese encuentro mantuvimos un contacto continuado en el tiempo… entre un cambio suyo de domicilio de Inglaterra a Mallorca, su deseo de maternidad, la búsqueda y las decisiones… pasaban los años.
En cuanto quedó embarazada ¡que alegría para todos!, se reflejaba en su rostro y en la ligereza como llevaba el embarazo, la avidez por informarse, aprender, conocer aquello que le podía ayudar a ser consciente, prepararse para la mejor experiencia y también para los imprevistos.
Llegado el día del parto tuvo que afrontar una de las situaciones más difíciles para una mujer que desea tener un parto fisiológico, empezar con una inducción. Pero la ilusión de ver pronto a Candela y su preparación previa le ayudaron a aceptar el cambio de planes, sostuvo las contracciones intensas con oxitocina sintética el tiempo suficiente como para entrar en el «Planeta Parto», allí se mantuvo durante horas con fiel determinación, a pesar de que las noticias de los avances no eran buenas,… olvidada del tiempo y el espacio, solo ella sabe de la fuerza que utilizó para continuar… o quizás otras mujeres que han parido en esta situación, pueden intuir, a qué se estaba enfrentando en su interior.
En su evolución de parto y después de largas horas, pedir una epidural era abrir la posibilidad de que su cuerpo pudiera relajarse mínimamente y quizás ceder para abrirse. Y no fue así, la epidural no hacia el efecto deseado y seguía sin dilatar. Es verdad que, a veces, los partos iniciados con inducción tienen peor respuesta al proceso porque el cuerpo no estaba «preparado» para ello, pero aún así, ¡hay tantos factores que influyen! y que no dependen de la voluntad de la mujer, ni de cuanto se abandona al proceso, ni de cuanto se ha trabajado interiormente,… entonces la parte más difícil es ACEPTAR, así en mayúsculas, todas y cada una de las circunstancias de la experiencia que toca vivir, sin ninguna culpa.
Visto desde afuera, con mi mirada de doula y después de haber acompañado muchos partos, solo puedo ADMIRAR la fuerza, la belleza y la determinación de Lorena, solo puedo recordarle que su gesta es inmensa. Que estuvo sosteniendo durante muchas horas toda clase de pruebas, de esas que te hacen tirar la toalla y ella siempre fue más allá.
Incluso, una vez acabado el parto y en plena recuperación física y emocional, está lidiando con una lactancia que daría para escribir un libro… aunque esa es otra historia, que quizás ella misma contará. De momento, os dejo con sus palabras sobre su experiencia de parto. Un parto Intenso, profundo, único. Un parto iniciático. Un parto de AMOR.
Gracias Lorena por enseñarme tanto, en cuanto a mujer y en cuanto a amiga. ¡GRACIAS!
Casi 4 años con Llucia, «nuestra» doula… acompañándonos en la búsqueda. En los inicios ni como doula, sino como Ser que te encuentras en el camino y con su corazón generoso te acompaña una parte del mismo.
Al final de un largo periplo lleno absolutamente de todo tipo de opciones llegó el 21 de diciembre de 2018 la llamada que me comunicaba la ansiada noticia: ¡¡¡Estás embarazada!!!
Embarazada, embarazada… ¡¡EMBARAZADA!!hermosa palabra que me llena la boca de emociones que casi puedo masticar.
Embarazada… embarazados… repletos de amor, de ilusión y ahora sí, Llucia era la doula que nos acompañaría los siguientes meses.
Con ella resolvimos montones de preguntas que le iban dando forma a nuestra experiencia. Un embarazo privilegiado, tranquilo, consciente, liviano…¡¡Un regalo de la Vida!!… Durante esos meses, leí, me escuché…imaginé….y también esperé cosas que no sucedieron…Recordatorio: ¡¡no leas, Lorena!! cada individuo es un mundo, tú eres única y tu experiencia también lo será.
Al pasar la semana 40 los días de «la dulce espera» a finales de agosto, se tornaron inquietos…y el día 6 de septiembre, una semana después de haber cumplido mi semana 40, a las 10h de la mañana rompí aguas y eran sucias…llamé a Llucia y me recogió para llevarme al hospital hasta que llegara Antonio… En media hora estábamos en el hospital y tenía las correas puestas. Candela estaba estupendamente pero tenía que quedarme ingresada (protocolos… que le vamos a hacer…) para iniciar una inducción.
La verdad es que iba ligera de expectativas rígidas…me hubieran gustado unas cosas más que otras… sabia de las opciones…bueno, pensé que las conocía todas… pero la Vida, siempre nos sorprende.
Pensaba que el hecho de ponerme oxitocina me haría sentir que aquello no era natural…pero lo fue…era mi parto…eran mis contracciones… estaba Llucia… estaba Antonio… Era hermoso y desgarrador a partes iguales.
Llucia me reconfortaba con su constante sonrisa que le quita hierro hasta a una contracción de oxitocina, ¡¡que se dice pronto!! Me daba masajes, me acariciaba, me susurraba… y yo, me dejaba hacer, rendida y agradecida… en ese momento tan ÚNICO.
Antonio también fue un «doulo» perfecto… me costó confiar en que así sería pero, me demostró una vez más, que su intuición está por encima de su razón.
Después de 10 horas de oxitocina y ya no con contracciones sino con una constante contracción y cero dilatación, decidimos ponerme la epidural para ver si mi cuerpo se relajaba y podía comenzar a dilatar… después de dos horas de espera, literalmente temblando constantemente y con apenas efecto de la epidural y cero dilatación, se decidió hacerme una cesárea de urgencia. Llucia, que me había estado agarrando durante esa contracción infinita se despidió para que pasara Antonio antes de irme al quirófano.
Hasta el inicio de la contracción sin fin, sentí mucha culpabilidad…de no dilatar… sentía que era responsable porque no lograba comportarme como un animal… sin pensar… sentía que el hecho de no dilatar era culpa mía… se que Llucia y las comadronas me decían cosas para consolarme… pero no recuerdo nada… solo la pena de sentirme responsable de ese fallo… Y resulta que es normal… llegué sin trabajo de parto, empezando de cero… así que es probable que pase lo que pasó, que no dilates… hice todo lo que estuvo en mis manos para no entrar en ese quirófano… para parir vaginalmente… porque parir, PARÍ…
Antes de entrar en el quirófano… la verdad… no estaba muy en mi cabales… lo recuerdo todo difuminado… recuerdo entrar… que me atasen… recuerdo decirles que en mi plan de parto pedí que no me atasen (¡¡fíjate tu!!)… recuerdo que me pedían que estirase las piernas pero la epidural no me había hecho el suficiente efecto… tenía demasiada oxitocina en el cuerpo así que sucedió la única situación para lo que no estaba preparada… anestesia general… Me desperté 4 horas después en reanimación… me apretaban el abdomen para detener una hemorragia… atonía uterina… dolor…contracciones… morfina… gente amable… dolor… no había espacio para pensar en nada más… para comprender qué estaba pasando, qué hora era… qué hacía allí… Las horas pasaron y después de ponerme una transfusión Antonio llegó… ¿Antonio?… no me había parado a pensar dónde estaba ni que había pasado, ni dónde estaba mi bebé… supongo que estaba en modo supervivencia.
Entonces me enseñó una foto de Candela… me dijo que era preciosa y que estaba bien… No sentí nada… gracias que no sentí pena… la que sentí cuando todas las drogas que me inundaban desaparecieron… la que sentí al darme cuenta de que no había estado allí para verla nacer… para no tener ese agujero en el parto…
Gracias que no tuve esos pensamientos cuando todavía estaba allí.
A las 5h de la mañana me subieron a la habitación y por fin la conocí… la olí, la toqué… mi querida Llucia estaba allí, por supuesto, acompañando a mi familia… a Antonio y a Candela… y acercándola a mi pecho en cuánto se pudo.
Mi pequeña se agarró con hambre y fuerza, la que luego nos ha enseñado un día tras otro que es «su manera»… entonces… me desconecté… me dormí con ella cerca de mi corazón, ahora al otro lado de mi piel…
Ojalá supiera escribir con palabras más certeras… más finas… más adecuadas para describir lo que ha sido esa vivencia para mi… si se que es lo más intenso y lleno de amor que he vivido en mi vida y mi parto, es mío… lo repetiría aún con todos los infortunios, porque es MIO, Candela es como mi ángel, salió de mi, por una puerta no esperada, pero su puerta, la que ella escogió… igual que unos meses antes de quedarme embarazada sentí que ya me había escogido… sentí que ya era mamá… me sentí en paz y entonces aterrizó…
Mi camino, nuestro camino ha sido más tranquilo y seguro gracias al acompañamiento de Llucia… figura que siempre estará en nuestras vidas por ello… Me dio siempre todo cuanto necesité, unas veces porque se lo dije y otras porque lo adivinó…
Testimonio parto con doula
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Doulaje Stefania

Testimonio Stefanía, Nicolás y Leonardo (28/07/2018)

Stefanía es una mujer fuerte y con las ideas claras. Me acuerdo cuando tuvimos la entrevista y me contaba la clase de parto que quería y todo lo que se había preparado para ello, de su claridad y empoderamiento surgía un impulso de rechazar todo lo que viniera de parte de los profesionales sanitarios.
Como doula apoyo a cada mujer en su camino de maternidad pero, además, les recuerdo que es importante aprender a confiar en los profesionales que le atienden durante el proceso. Eso se puede hacer al mismo tiempo que siguen conectadas con sus propios instintos, sus propios deseos y sus derechos como usuarias, ya que es importante comprender que, a veces, es necesario que ellos actúen para que todo vaya bien para la salud materno-infantil. En la maternidad siempre hay que contar con un Plan A, B, C, D,… y todos los que haga falta.
La vida trae sorpresas y el parto de Stefanía fue de pródromos tan intensos que parecían parto y luego el parto fue largo, tanto en la parte que vivimos en casa como la que sucedió en el hospital, además de las dificultades añadidas del posparto inmediato. Así que tuvo que acceder a todos sus recursos internos y a toda la confianza en las personas que les rodeaban, que demostraron  su gran profesionalidad.
Fue un ejemplo de valentía y superación por parte de esta hermosa familia que se han quedado en mi corazón para siempre. Gracias por confiar.
Me había preparado bien para este momento tan soñado y esperado, tenía todo tan claro sobre lo que quería y lo que no, con mi plan de parto y mi convicciones. Pero el destino tenía planeado algo distinto, algo con lo que no había contado. Estuve soñando y concentrándome para tener este parto de la forma mas natural posible pero tuve que aprender una gran lección de humildad. En la realidad se hizo todo muy muy largo, tan largo que mi pequeñín nació sufriendo por tanta espera y tuvo que ser ingresado en la UCI neonatal más de una semana.
Fue muy importante para mi tener a mi doula Llucia, acompañándome en todo este tiempo. Fue un alivio tener una persona al lado que supiera lo que necesitaba sin tener que pedírselo, desde las necesidades más básicas como tener sed o calor, hasta  tranquilizar a mi familia para que no hubiera estrés en el aire. En estos momentos tan largos y a ratos pesados, sabía que podía contar con ella y todo se me hizo más liviano y soportable. Después del parto también su buena energía nos ayudó a tener una buena lactancia que todavía disfrutamos. Tuvimos también la suerte de encontrar en el hospital una muy buena matrona con la que hicimos buen equipo, permitiendo estar dentro de paritorio tanto a la doula como a mi pareja, esto para mi fue muy importante.
Agradezco que todo al final se quedó solo en un susto, mi baby es una pelotita de amor, lleno de energía y alegría.
Agradezco mucho la ayuda y el soporte que tuve por parte del personal sanitario de Son Llàtzer .
Agradezco a Llucia su presencia, su buena energía, su paciencia, su Ser.
Las personas se cruzan en el camino siempre por una razón, no tengo duda.
Ahora sigo disfrutando de la alegría de la vida que es maravillosa.
Stefanía

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Mi padre es único

Mi padre es único y, además, es la «hostia». Acaba de cumplir 90 años, batiendo el récord de longevidad masculina de la familia y en vías de competir con la mayor longevidad femenina que, de momento, ostenta su madre que vivió 101 años.

Fue un niño de la guerra, ya que nació en 1929. En la posguerra vivió las dificultades para comer lo suficiente, aunque su abuela tenía un colmado y eso les facilitaba trapichear con el «estraperlo» y conseguir las cosas básicas para sobrevivir. Y vaya si lo consiguió, se convirtió en un hombre especialmente alto para su época. Para colmo era rubio con ojos azules muy claros y las pestañas más largas de toda Palma…. o así le decían a menudo las vecinas del barrio que, para su vergüenza, le paraban en la calle para enseñarlas a quién aún no las conociera.

Los tiempos eran muy diferentes, durante su infancia se jugaba por las calles: haciendo carreras, tirando piedras a objetos (o entre bandos de niños de otros barrios), jugando a los botones, con pelotas fabricadas,… a pasear el «indiot» de Navidad que había en todas las casas (y a menudo hacer peleas entre los pavos), a poner un cigarrillo en la boca de un «rat-penat» hasta que se mareaba (son pequeños murciélagos) o subirse a la carrera en el vagón de cola del tranvía y más de una vez tener que tirarse en marcha porque si el revisor les pillaba, no tenía ninguna compasión. La mayoría de los juegos serían considerados políticamente incorrectos hoy en día.

El jovenzuelo larguirucho y desgarbado, a pesar de ser muy tímido, se convirtió en un gran bailarín. Era el Tony Manero de su época que, en vez de bailar en la discoteca «Odisea 2001», lo hacía en la Sala de la «Asistencia Palmesana», en el barrio antiguo de Palma. Y en vez de bailar música Disco, bailaba Foxtrot, Swing, Rock and Roll y los eternos boleros. Él iba a su bola y era tanta la afición que tenía por el baile que siempre llevaba camisa de recambio para alargar la noche hasta cerrar el local.

La música siempre fue importante en su vida. Perteneció a un grupo folklórico con el que actuaban en los primeros hoteles que se construyeron en Mallorca, para entretenimiento de «guiris» (¡como han cambiado las cosas!). Aprendió a tocar laúd, bandurria y guitarra de forma autodidacta. Aunque hubo un momento en que le tocó decidir dedicarse a una profesión «seria» y formar una familia con la «madona» que era su novia desde los 18 años y 16 años, respectivamente.

Así que fue contable durante más de 40 años, trabajó horas infinitas, pero aún le daba tiempo para ser un gran lector, para practicar deporte (partidas de tenis a horas intempestivas, ¡cuantas veces volvíamos del Club Natación Palma sobre las 22’30h de la noche!) y hacer excursiones los domingos. Recuerdo como si fuera ayer esas salidas a la montaña o al mar. Éramos a veces 40 personas y más de la mitad niños/as: las mochilas con los tapers de comida y las chaquetas, las «xirucas» en los pies, la guitarra al hombro (y cancioneros escritos a máquina y fotocopiados), la coca de postre, juegos, risas,… y caminatas por todos los rincones de la isla.

Muchas de las cosas que ha hecho en su vida han sido por intuición o por prueba, ensayo y error, ya que fue mucho más allá de lo que le enseñaron. Él nos inculcó la práctica del deporte, la importancia del compañerismo, la ecología (antes de que se hablara de ella, siempre dejamos la naturaleza igual que nos la encontramos), el disfrute de la música (puedo cantar y tocar a la guitarra la mayoría de canciones populares desde la época de mis abuelos hasta mi infancia), la HONRADEZ (así, en mayúsculas), la actitud crítica mezclada con la prudencia (como buen mallorquín), la paciencia flemática (mi padre podría haber sido el mejor diplomático del mundo, como otros insignes mallorquines con esa profesión), el sentido común, el control de las emociones (sin conocer el budismo Zen,  mi padre siempre ha sabido que «si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada.»), que las amistades se cultivan como los buenos jardines, que la comunicación es importante,…

Tiene mucho mérito todo lo que ha conseguido en su vida, las mejores son de esas cosas que no se pueden comprar: un gran familia (hasta el grado de bisnietas) donde todos estamos muy unidos y con fuertes valores éticos, un matrimonio de 60 años con mi madre, una auténtica «madona mallorquina» , además de grandes y variados amigos/as, que les quieren y cuidan de ellos.

Mi padre tiene inteligencia para la vida, así que sigue aprovechando el tiempo para desarrollar su sabiduría. De hecho cada vez se parece más a un Papá Noel de carne y hueso, con su pelo y barbas blancas, con el corazón grande, su panza de buen comedor y con enormes ganas de vivir. A sus 90 años sigue conduciendo, emplea a menudo el ordenador, tiene un móvil de última generación para hacer fotos (y luego editarlas) y, sobretodo, mirar el tiempo que va a hacer para comprobar en qué tanto por ciento aciertan las predicciones. Sigue activo, aunque sus caminatas no son tan largas y creo que ha dejado de contar los pasos y el ritmo (algo que siempre ha fascinado a su mente racional), es muy generoso en todos los sentidos y con los años cada vez más cariñoso y consciente del valor de los abrazos.

Es un auténtico regalo seguir gozando de su Presencia, con sus raíces profundas y sanas, algo que me sigue transmitiendo gran paz y fuerza interior… espero que por muchos años más.

T’estim molt mumparet

 

acompañArte

 

 

Testimonio Nataly, Max y Selena (02-06-2108)

Cuando Nataly vino a casa para conocernos, informarse sobre mi trabajo como doula y de la posibilidad de parir en casa… en realidad ella ya sabía todo. Hay mujeres que se nota enseguida que tienen trabajo personal hecho y es suficiente con escucharlas desde el corazón y mantenerse cerca, para que encuentren fácilmente su camino.

Recuerdo que tomó sus decisiones de forma rápida y las mantuvo a lo largo de todo el proceso. Su parto fue potente y cuando estaba inmersa en el Planeta Parto le salían unos cantos muy bonitos y personales, alguno lo grabé porque sabía que luego ni se acordaría de esos sonidos que emitía. Su expulsivo, además de potente, fue largo y su rostro reflejaba la determinación, más allá del miedo, más allá del tiempo, más allá del dolor… al nacer Selena supimos porqué fue tan costoso, venía con una manita en la cabeza y eso hacía que fuera más difícil descender.

Todo fue precioso en el parto de Nataly, además de intenso, cuando a primera hora de la mañana salí de su casa, tomé la decisión de irme de excursión por una zona muy cercana de montaña y bosques de encina, seguía pletórica de energía y oxitocina, fue el remate perfecto para una noche muy especial. Y más tarde, el descanso merecido.

 

Conocí a Llucia  cuando estaba de 27 semanas. Necesitaba una doula, un pilar en esta aventura tan nueva, desconocida e intensa. Me acuerdo que al salir de su casa me sentía empoderada y con una sensación de que todo está bien y va a salir bien. ¡Agradezco cada una de sus palabras sabias!

Y ya ha llegado la hora… después de 40 semanas y 5 días de espera, estaba a punto de tener la cita más importante, una cita con mi hija y una cita con la VIDA. Me es muy difícil poner palabras a esta experiencia..

Ya en las últimas semanas de embarazo sentía mucha claridad y muchas ganas del parto. Como algo desconocido y misterioso lo veía como una oportunidad de anclarme más a la vida. Y no me equivoqué…  Con cada contracción se iban las nociones del tiempo, los pensamientos… solo existía el presente. Me acuerdo de las contracciones, pero sobre todo de los descansos entre ellas. Estos momentos de alivio y de tomar fuerzas y decirme a mi misma: ¨Venga, una más, sí que puedes!¨  Me acuerdo que realmente no tuve que hacer nada, era como si todo se hacía solo y no había manera de controlarlo, frenarlo o huir… Una fuerza inmensa que abría mi cuerpo y mi Ser y el latido del corazón de mi hija. Lo único que me quedaba era cantarlo y respirar. Me acuerdo que en ningún momento estaba sola y que sentía mucho cariño y respeto de parte de todos. ¡Es algo que me emociona hasta ahora! ¡Que bonito fue estar en casa y con las personas en las que confío!

Tuve momentos de pánico y preocupación pero gracias a la experiencia y la confianza del increíble equipo de Mikel y a mi marido, que empujaba conmigo, Selena estaba en mis brazos el 2 de junio a las 06:54h de la mañana…

La experiencia me llevó a tocar mis límites y sobrepasarlos con mucha intensidad y la ayuda de los mejores acompañantes de mi parto: Llucia, Cristina, Mikel y mi marido Max. Voy a repetir siempre que lo mejor del parto para mi es que se acaba. Pero solo por esto volvería a vivirlo otra vez y no cambiaría absolutamente nada.

¡Sigo enamorada de mi hija, de mi pareja y de la vida misma! Y si, también enamorada del parto, porque me ha recordado la profundidad y grandeza que tiene la vida.

¡Nunca he sentido tanta PAZ, amor, humildad y confianza!

¡Gracias Gracias Gracias!

acompañArte