La alquimia de la respiración en el masaje tántrico

Respirar, respirar, respirar,…. confiar, abrirse a lo nuevo, observar las sensaciones,…. traspasar la conciencia al cuerpo y descubrir potencialidades no imaginadas. Respirar…. Ampliar la visión del mundo. Ampliar el espacio interior. Respirar…. Reconocer que no todo se puede explicar con palabras o percibir con los sentidos conocidos. Respirar…. Descubrir nuevas formas de gozar y vivir en Paz…. Esos son algunos de los dones de recibir un masaje tántrico mientras oxigenas cada una de tus células con la «respiración conectada». ¡Tanto por aprender de lo intangible!.

Hace unos días tuve mi primera experiencia con un masaje tántrico y, reflexionando, he descubierto que siguiendo las pautas de respiración que me indicaba Llucia pude desconectar completamente y sentir como sus manos repartían mi energía y la que ella aportaba por mi cuerpo, cómo recogiéndola suavemente para después repartirla enérgicamente hacia otras partes del cuerpo y eso hacía que notara sensaciones que mi mente y mi cuerpo desconocían.

Cuando llegué al masaje estaba como intranquilo y un poco inseguro por la experiencia nueva, pero, después de la conversación con Llucia me relajé, ya que cuando me habló y me miró a los ojos me dio mucha tranquilidad y seguridad.

Al principio de la sesión, una de las sensaciones que recuerdo es que, a partir del abrazo que recibí de Llucia, las dudas y los miedos se disiparon. Durante la experiencia sentí que más bien era un viaje por mi cuerpo, donde sus manos me llevaron a un estado mental totalmente relajado y a unas sensaciones en el cuerpo que iban desde la relajación al placer sensual y enérgico, algo nuevo para mí. Al salir del masaje estaba muy relajado y muy tranquilo.

Después de varios días aún recuerdo olores, sensaciones y algo que corría por mi cuerpo, a momentos suavemente y, en otros, como si pasase a otra dimensión a una velocidad muy grande. De hecho, en momentos del día, ya sea en el trabajo o en casa, cuando me relajo un poco, me vienen a la mente sensaciones que me hacen sentir muy tranquilo, incluso me viene el olor al aceite y el sonido de la sesión, y cada mañana al despertar, me siento bien.

Me he dado cuenta que tengo muchas cosas que aprender sobre mi cuerpo y, después de esta primera sesión, vendrán más para descubrirlas.

Llucia muchas gracias por acompañarme en esta experiencia.

O.J.