Crecer como hombre con el masaje tántrico

Me maravilla cuando una persona joven muestra interés por el tantra, ya que, al ser un camino de autoconocimiento, suele despertarse más tarde la curiosidad por conocerlo.

Es como ver abrirse una flor que se prepara para dar frutos. Es un acto de confianza hacia sí mismo, un acto de fe hacia otro ser humano que apenas conoces, un acto de amor incondicional para aceptar una conexión muy profunda…. para luego soltar cualquier apego a la experiencia.

Agradezco la posibilidad de acompañar preciosos y sutiles despertares, que promueven la libertad de saberse energía vibrante, pululando por el Universo.

El lenguaje de la energía es Universal y no tiene edad.

¡Realmente me encanta haber experimentado el masaje tántrico contigo! Gracias por el tiempo que te tomaste para explicarme todo.

Durante el masaje traté de no pensar en nada, de dejar ir mi mente. Pero sé que es un ejercicio difícil para mí, porque no me atrevo a perder el control.

Recuerdo un momento en el que estaba muy relajado.

Al final me sentí más seguro, como si estuviera asumiendo el hombre, el ser humano que soy. Como si todavía fuera un niño y me ayudaras a ser consciente y orgulloso del hombre que soy.

El final fue muy intenso, sentí mucha energía, ¡¡Gracias!!

¡Quiero intentarlo de nuevo, seguir este camino y descubrir mejor este mundo invisible!

Espero aprender a hacer el amor con la misma intimidad y conexión profunda que tú transmites.

E. C.

Qué es el Tantra para mi

He llegado de pleno al Tantra con 56 años y, aunque siempre mantuve cierto contacto a través de mi curiosidad, algunos talleres y lecturas, realmente mi inmersión fue a raíz de hacer la «Formación de Masaje Tántrico y Cura Sexual» de Verma Rodríguez, una formación completa, profunda y muy reveladora para mi.

Tengo una actitud ecléctica desde que era niña, me gusta descubrir cosas nuevas y encontrar relaciones entre todas las cosas. No me «caso» con nada y me gusta aprender de todas las experiencias y personas que se cruzan en mi camino. Escucho  lo que me «resuena» y dejo que mis intuiciones me guíen. El cuerpo me «habla», aunque aún estoy aprendiendo a escucharlo cuando susurra. Me equivoco muchas veces y eso lo empleo para redirigir mi energía a través de la experiencia sentida y vivida… Prueba, ensayo y error. La actitud científica aplicada a lo intangible: el sentido de la vida.

En realidad, cuando reflexiono sobre qué es el Tantra para mi, veo que yo estaba aprendiendo a ser Tantrika sin saberlo. Todo mi camino de crecimiento personal para entenderme y entender el mundo, transmutar el sufrimiento, ser yo misma y desindentificarme del personaje, decir que SÍ cuando quiero decir sí y decir NO cuando quiero decir no, conectar con la alegría de estar viva sin que dependa de que me guste lo que pasa o lo que siento…

Recuerdo que cuando era niña pensaba: no le tengo miedo a la muerte, porque se que cuando llegue ese momento lo comprenderé todo, pero me gusta tanto la vida que quiero que la muerte me coja el máximo de tarde y haciendo algo que estoy disfrutando. Pura declaración de intenciones a muy tierna edad… quizás unos 8-10 años.

El Tantra para mi es ser yo misma, es gozo, libertad, compartir, recordar que somos Luz y vamos hacia la Luz, ser manifestación del AMOR, sentir la conexión con la «fuente» y entre todas las cosas, y entre todos los «planos»; RESPIRAR y respirar y volver a respirar, sentirme viva, expandir mi conciencia, casarme conmigo misma a través del matrimonio interior de Shiva y Shakti, mi conciencia y mi energía; Ser coherente entre lo que pienso, lo que siento, lo que digo y lo que hago; Sanarme poniendo luz, acompañar a otras personas mientras hacen su propio camino, respetar todas las formas, aceptar  lo que la vida trae; Confiar en la sabiduría de esa inteligencia que hace rodar el Universo en constante respiración mientras en su centro late la QUIETUD.

Así que los purismos no van conmigo, aunque los respeto y, además, se que a otras personas les sirven. Yo siento que en esencia la vibración y mensaje de Jesús y Buda, es totalmente afín; Que para conocerte mejor te pueden servir la terapia Gestalt, las Constelaciones familiares o los masajes tántricos. Cada persona encuentra su camino concreto de autodescubrimiento, lleno de curvas, cambios de rasantes y todo tipo de emociones.

Solo se, por propia experiencia, que a través de mi cuerpo y activando la energía con la presencia, la respiración, el sonido y el movimiento, las sencillas llaves tántricas, estoy viviendo expansiones de conciencia de gran creatividad y múltiples manifestaciones. Se que mi vida cotidiana se va llenando de sincronicidades, casualidades, causalidades, protecciones, facilidades, conexiones y momentos mágicos. Que cada vez es más común que otras personas que están a mi alrededor experimenten despertares, transformaciones y toda clase de «alquimias» en sus vidas.

Así que mi visión abierta, que incluye como material de aprendizaje todo lo que acontece y se cruza conmigo, tiene sentido por si misma. No es cuestión de creencias, es cuestión de vivencias. Es cuestión de energías.

Y claro, cuando algo funciona, me gusta compartirlo. Si te «resuena», te animo a iniciarte en la vía del Tantra y a recibir masajes tántricos, para sentir dentro de ti, qué significa para ti, aquí y ahora.

 

Mi querida tía Sita

Ha fallecido mi querida tía Sita y, a pesar de su larga vida, me ha cogido desprevenida la rapidez y lo fácil que se ha reunido con su gran amor, el tío Joan. Siento mi tristeza por no poder volver a compartir momentos con ella y me quedo con la certeza de que se ha ido a un lugar de luz y en la mejor compañía, porque siempre ha sido una mujer muy bondadosa.

Ella es la hermana pequeña de mi madre y en la infancia cuidó  muchas veces de mi, porque su hija Jero y yo tenemos una relación muy especial, así que en verano me acogía a menudo en las casas de la Colonia de St. Jordi y en invierno en la casita de Algaida.

Su partida me trae un mundo de recuerdos…

La tía Sita era guapa como una actriz de cine y elegante como una Reina. Tenía una mata de pelo sano y hermoso, que siempre supo peinar de mil maneras, lo tenía muy rubio de joven y, junto con unos ojazos claros y su piel morena, nunca pasaba inadvertida. Era una mujer de bandera, de las más presumidas que he conocido, sabía vestir como ninguna y siempre iba conjuntada, incluyendo el bolso y el pañuelo.

Era mediterránea y mallorquina por los cuatro costados, le encantaba el mar y sabía aprovechar cada rayo de sol, incluso en invierno. Cocinaba muy bien, toda clase de platos de «xuc-xuc» con mucho amor, de hecho, uno de sus dones era cuidar de la familia, en el sentido más extenso y, un poco, a la siciliana.

Era muy generosa, jamás iba de visita con las manos vacías, le gustaba regalar cosas y lo solía rematar trayendo una fantástica caja de bombones.

Hablaba a menudo en diminutivos y era la mujer más «poma» que he conocido (es una expresión mallorquina que se refiere a una persona muy inocente e ingenua) y, en su caso, era absolutamente encantadora y solo podías quererla.

Detrás de estos modales había una autentica «madona» mallorquina con muchas cosas claras y capaz de afrontar pruebas de fuego. De hecho, a lo largo de su vida tuvo diversos momentos de fortaleza interior inquebrantable, como cuando se reincorporó a la telefónica siendo ya mayor, reciclando sus conocimientos y currando fuera de «sa Roqueta» durante unos años. Aún más impresionante fue, cuando al enviudar hace unos años de su gran amor, mi tío Joan, se quedó viviendo sola, asumió una realidad difícil para ella, aprendió a manejar una Tablet y a meditar… con una entereza que ya querrían algunos monjes tibetanos.

Escribió durante toda su vida un diario donde contaba lo más importante que le había pasado, ni que fuera lo que había comido ese día. Últimamente llevaba un tiempo revisando y recordando todas esas experiencias de una vida plena, muy dedicada a la familia.

Era generosa y bondadosa, recuerdo los desayunos de la Colonia con ensaimadas recién traídas del horno, los Lacaos, las comidas ricas del mediodía, las cenas en la terraza… siempre había detalles de aquello que más nos gustaba a cada uno.

La tía Sita era como una segunda madre para mi… amorosa, nutritiva, paciente y cuidadora, siempre me hizo sentir como en casa y a mis primos los quiero como si fueran unos hermanos más.

Amó mucho y fue amada, su legado es una continuidad de ese amor en la cadena familiar que ahora ya se extiende a una bisnieta que llegó a conocer.

Iba a decir que deja un hueco en mi pero, realmente, lo que siento es que deja una plenitud que nunca olvidaré.

Te quiero mucho tía Sita, deseo que vueles muy alto y siempre te recordaré.

Gracias por estar en mi vida.

Conservar la energía con el masaje tántrico

Cuando una persona está ávida de conocimiento, utiliza cada vivencia para aprender a mirar el mundo desde un lugar nuevo, con inocencia y flexibilidad. Entonces se despliegan regalos en cada encuentro. Y se puede aprender a conservar la energía, para disponer de ella cuando la necesites.

Estoy muy contento de haber tenido la primera experiencia de recibir masaje tántrico con Llucia, en muchos puntos me ha dado en el clavo con las recomendaciones, también me ha gustado mucho la apertura que tiene para dar el masaje, así como la naturalidad y el cariño, pude conectar con esto cuando estaba recibiendo el masaje y me quitó muchos filtros que tenía. Me gustó el punto humilde y honesto desde el que lo hace.

He notado cambios, tuve sensaciones nuevas después del masaje y estoy encantado por haber tenido esa vivencia, recomiendo a todo el mundo que lo pruebe.

R.

La alquimia de la respiración en el masaje tántrico

Respirar, respirar, respirar,…. confiar, abrirse a lo nuevo, observar las sensaciones,…. traspasar la conciencia al cuerpo y descubrir potencialidades no imaginadas. Respirar…. Ampliar la visión del mundo. Ampliar el espacio interior. Respirar…. Reconocer que no todo se puede explicar con palabras o percibir con los sentidos conocidos. Respirar…. Descubrir nuevas formas de gozar y vivir en Paz…. Esos son algunos de los dones de recibir un masaje tántrico mientras oxigenas cada una de tus células con la «respiración conectada». ¡Tanto por aprender de lo intangible!.

Hace unos días tuve mi primera experiencia con un masaje tántrico y, reflexionando, he descubierto que siguiendo las pautas de respiración que me indicaba Llucia pude desconectar completamente y sentir como sus manos repartían mi energía y la que ella aportaba por mi cuerpo, cómo recogiéndola suavemente para después repartirla enérgicamente hacia otras partes del cuerpo y eso hacía que notara sensaciones que mi mente y mi cuerpo desconocían.

Cuando llegué al masaje estaba como intranquilo y un poco inseguro por la experiencia nueva, pero, después de la conversación con Llucia me relajé, ya que cuando me habló y me miró a los ojos me dio mucha tranquilidad y seguridad.

Al principio de la sesión, una de las sensaciones que recuerdo es que, a partir del abrazo que recibí de Llucia, las dudas y los miedos se disiparon. Durante la experiencia sentí que más bien era un viaje por mi cuerpo, donde sus manos me llevaron a un estado mental totalmente relajado y a unas sensaciones en el cuerpo que iban desde la relajación al placer sensual y enérgico, algo nuevo para mí. Al salir del masaje estaba muy relajado y muy tranquilo.

Después de varios días aún recuerdo olores, sensaciones y algo que corría por mi cuerpo, a momentos suavemente y, en otros, como si pasase a otra dimensión a una velocidad muy grande. De hecho, en momentos del día, ya sea en el trabajo o en casa, cuando me relajo un poco, me vienen a la mente sensaciones que me hacen sentir muy tranquilo, incluso me viene el olor al aceite y el sonido de la sesión, y cada mañana al despertar, me siento bien.

Me he dado cuenta que tengo muchas cosas que aprender sobre mi cuerpo y, después de esta primera sesión, vendrán más para descubrirlas.

Llucia muchas gracias por acompañarme en esta experiencia.

O.J.

La afinidad y el masaje tántrico

Me encanta encontrarme personas con experiencia en el tantra, surge una afinidad natural que hace muy fluida la experiencia y la relación, es como hablar el mismo idioma… aunque realmente nuestros idiomas de nacimiento sean diferentes. Se da una gran libertad de acción, una comprensión de la «danza» de las energías, un gozo inocente y profundo a la vez. El juego de Shiva y Shakti.

Esta semana recibí un masaje tántrico de Llucia. Tengo una larga experiencia en el tantra y con los masajes tántricos y quiero compartir un gran agradecimiento a Llucia por la calidad de su trabajo.

¡Una gran conexión, una presencia muy agradable y un toque fabuloso!

¡Su calidad de escucha es excelente, lo que hace que el masaje sea intuitivo y fluido! ¡Realmente te invito a descubrir a esta maravillosa tantrika con un gran corazón!

Yves (Bélgica)

Testimonio original

Cette semaine j’ai reçu un massage tantra de Llucia. J’ai une longue expérience du travail et des massages tantra et j’ai envie de partager un grand merci à Llucia , pour la qualité de son travail

¡Une grande connexion, une très belle présence et un touché fabuleux!

Sa qualité d’écoute est grande, ce qui rend le massage intuitif et fluide! Je vous invite vraiment à découvrir cette merveilleuse tantrika au grand cœur!

Yves (Belgica)

parto con doula

Testimonio de Coloma y Jan (27-01-23)

Coloma ha enfrentado su segunda maternidad como madre soltera, con una entereza poco común. Hemos avanzado juntas en ese acercarse con el máximo de consciencia a abrazar a su hijo y a todos los aprendizajes que lleva con él.

Una vez llegado el momento del parto todo iba potente, rápido y fluido… pero la vida tiene sus propias sorpresas. En este caso, la razón por la que se alargó mucho el expulsivo, ganando cada milímetro muy lentamente, fue porque Jan llevaba la cabeza un poco ladeada (lo que se llama asinclitismo), por lo que hubo que aplicar diferentes ayudas mecánicas para favorecer el descenso del bebé y, sobre todo, una gran fuerza interna, de esa que nace del amor, entre madre e hijo, para llegar a buen puerto.

Cuando por fin nació Jan, estábamos todas en el planeta parto, impregnadas de oxitocina y felices de verle, por fin, la cara. Menuda aventura, nada más llegar a esta tierra…. ¡bienvenido Jan! Aquí va el testimonio de su madre, una mujer de bandera.

Relato nacimiento de  Jan

A dos días de llegar a la semana 42, nació mi segundo hijo, Jan. Teniendo en cuenta que mi primera hija había nacido a las 38, en un parto precipitado, natural, sin epidural, es de imaginar las expectativas que tenía con este segundo.

Desde las dos rayitas de la prueba, todo ha sido completamente diferente. Este embarazo, deseado, aunque sin planificar, llegaba cargado de miedos, preocupaciones, bloqueos, decisiones… Y no sería el momento de recibir a Jan al otro lado de la piel que fuera fácil y rápido. Este, necesitaba calma y conciencia desde su inicio.

Por suerte, a mediados de embarazo, la vida me cruzó con la Llucia, la que sería mi ángel en esta transformación.

Día 26 me desperté perdiendo el tapón mucoso. Después de la visita a monitores, y picar unas tostadas con aguacate, empecé a sentir las oleadas uterinas algo más potentes que de costumbre. Sabía que estaba arrancando y que pronto abrazaría a mi pequeño. Aun así, ¡intenté doblar la ropa que tenía pendiente! Sin éxito, claro.

A las 15h llamé a Llucia, para que viniera a casa, puesto que eran intensas y bastante seguidas.
Al llegar, estuvimos un poco en casa, pelota, saco de semillas calentitas… pero las oleadas cogían cada vez más fuerza, así que acabamos de preparar la bolsa del hospital y partimos.

Llegadas a paritorio, ¡la sala con la bañera estaba disponible!

Pronto empecé a sentir las ganas de empujar… pero Jan no bajaba. Pasaba el tiempo… ¡horas! Y Jan seguía sin nacer. En ningún momento bajaron sus pulsaciones, aunque yo empezaba a sentir que teníamos que hacer alguna cosa diferente para avanzar. Pedí si me ponía la epidural le ayudaríamos… la respuesta fue no, así que seguí cantando cada oleada. Necesitaba desbloquear la garganta, que tan ligada está al canal de parte, había tantas cosas silenciadas en este embarazo…

Con Llucia decidimos salir de la bañera y que la comadrona hiciera un tacto. Así vieron que había un reborde en el cuello del útero, y que Jan no estaba bien colocado.

Una vez quitado el reborde, Llucia me ayudó a hacer unos ejercicios y después a volver a entrar dentro de la bañera. Aquí fue el momento que el trabajo que estábamos haciendo Jan y yo avanzó enseguida.
En todo el proceso, Llucia y las comadronas me acompañaron con todo el amor y respeto que podía desear. En este proceso, donde me sentía tan vulnerable, sentí que Jan y yo no podíamos estar mejor acompañados. Mujeres sosteniendo a otra mujer que renacerá, con toda la confianza que ella lo puede hacer.

Los cantos menguaron cuando Jan ya se dejaba ver.

Cuando salió la cabeza, esperando la última contracción, tuve un despertar. Era cierto que lo había gestado y que bien pronto lo tendría en mi pecho.

Salió, lo cogí, y despacio nos abrazamos.

Aquí empezaba la aventura de mi bimaternitat, tan deseada como temida. Cierto que no podíamos haber estado mejor acompañados.

Este primero mes no ha sido fácil. Pero recuerdo que Jan y yo hacemos un buen equipo y que no estamos solos. Esto me da aliento.

Gracias a la vida por cruzarme con profesionales tan respetuosos. Y a Llucia, por cuidarnos con tanto amor durante esta etapa.

Jan y Coloma

parto en bañera

Testimonio original:

Relat naixement d’en Jan

A dos dies d’arribar a la setmana 42, va néixer el meu segon fill, en Jan. Tenint en compte que la meva primera filla havia nascut a les 38, en un part precipitat, natural, sense epidural, es d’imaginar les expectatives que tenia amb aquest segon.

Des de les dues ratxetes de la prova, tot ha estat completament diferent. Aquest embaràs, desitjat, encara que sense planificar, arribava carregat de pors, preocupacions, bloquejos, decisions… I no seria el moment de rebre a en Jan a l’altra banda de la pell que fos fàcil i ràpid. Aquest, necessitava calma i consciència des del seu inici.

Per sort, a mitjan embaràs, la vida em va creuar amb na Llucia, la que seria el meu àngel en aquesta transformació.

Dia 26 em vaig despertar perdent el tap mucós. Després de la visita a monitors, i picar unes torrades amb alvocat, vaig començar a sentir les onades uterines una mica més potents que de costum. Sabia que estava arrancant i que prest abraçaria al meu petit. Així i tot, vaig intentar plegar la roba que tenia pendent! Sense èxit, clar.

A les 15h vaig cridar a na Llucia, perquè vingués a casa, ja que eren intenses i bastant seguides.
En arribar, vàrem estar una mica a casa, pilota, sac de llavors calentet… però les onades prenien de cada vegada més força, així que vàrem acabar de preparar la bossa de l’hospital i vàrem partir.

Arribades a paritori, la sala amb la banyera estava disponible!

Aviat vaig començar a sentir les ganes d’empènyer… però en Jan no baixava. Passava el temps… hores! I en Jan seguia sense néixer. En cap moment varen baixar les seves pulsacions, encara que jo començava a sentir que havíem de fer qualque cosa diferent per avançar. Vaig demanar si em posava l’epidural l’ajudaríem… la resposta va ser no, així que vaig seguir cantant cada onada. Necessitava desbloquejar la gargamella, que tant lligat està al canal de part, hi havia tantes coses silenciades en aquest embaràs…

Amb na Llucia vàrem decidir sortir de la banyera i que la comare fes un tacte. Així varen veure que hi havia un plec al coll de l’úter, i que en Jan no estava ben col·locat.

Una vegada llevat el plec, na Llucia em va ajudar a fer uns exercicis i després a tornar a entrar dins la banyera. Aquí va ser el moment que la feina que estàvem fent en Jan i jo va avançar de seguida.
En tot el procés, na Llucia i les comares em varen acompanyar amb tot l’amor i respecte que podia desitjar. En aquest procés, on em sentia tan vulnerable, vaig sentir que en Jan i jo no podíem estar millor acompanyats. Dones sostenint a una altra dona que renaixerà, amb tota la confiança que ella ho pot fer.

Els cants varen minvar quan en Jan ja es deixava veure.

Quan va sortir el cap, esperant la darrera contracció, vaig tenir un despertar. Era cert que l’havia gestat i que ben aviat el tindria al meu pit.

Va sortir, el vaig agafar, i a poc a poc ens vàrem abraçar.

Aquí començava l’aventura de la meva bimaternitat, tant desitjada com temuda. Cert que no podíem haver estat més ben acompanyats.

Aquest primer mes no ha estat fàcil. Però record que en Jan i jo fem un bon equip i que no estem sols. Això em dona alè.

Gràcies a la vida per creuar-me amb professionals tan respectuosos. I a na Llucia, per cuidar-nos amb tant d’amor durant aquesta etapa.

Jan i Coloma

Testimonio parto con doula

Testimonio Mª Francisca, Bernat y Antonina (18-02-23)

Hay fuerza y determinación en Mª Francisca, además de amor a raudales, en este caso tuvo que hacer acopio de todo ello para pasar el umbral. Nunca sabemos por donde puede venir una prueba de esas que ponen al límite la resistencia,… a pesar de tener una dilatación muy potente pero fluida, el expulsivo fue de ir ganando cada milímetro de descenso de su hija por la cadera, con esfuerzo de leona. Cuando por fin nació Antonina, pudimos ver la razón por la que le costó tanto bajar … venía con una mano en su cara. Fue un final de película, con un cansancio infinito y una felicidad a la altura de la intensidad de la experiencia. Oxitocina a chorro para todos.

Gracias por la experiencia y por la confianza.

Aquí van sus palabras.

Después de un primer parto que para mí supuso como perder algo de mi misma, esta vez, de cara al parto de nuestra hija, quisimos apostar por un acompañamiento. Algo que nos permitiese un proceso más consciente y donde las inquietudes y dudas pudieran ser resueltas o, al menos, afrontadas.

Esta vez, con Llucia, el camino ha sido diferente. Muy intenso, eso sí, pero más amable y empoderador.

Nuestra hija Antonina ha nacido con la fuerza que tiene un cuerpo cuando hace un niño, que sale de muchos lugares recónditos que no sabemos que están allí. Ahora sí que ha sido una experiencia sanadora y que me ha devuelto la confianza en mi misma, en mi mujer salvaje, la que da vida.

Testimonio original:

Després d’un primer part que per a mi va suposar com a perdre qualque cosa de jo mateixa, aquesta vegada, de cara al part de la nostra filla, vàrem voler apostar per un acompanyament. Quelcom que ens permetés un procés més conscient i on les inquietuds i dubtes poguessin ser resolts o, si més no, afrontats.

Aquesta vegada, amb na Llucia, el camí ha estat diferent. Molt intens, això sí, pero més amable i empoderador.

La nostra filla Antonina ha nascut amb la força que té un cos quan fa un infant, que surt de molts de llocs recòndits que no sabem que hi són. Ara sí que ha estat una experiència sanadora i que m’ha tornat la confiança amb jo mateixa, amb la meva dona salvatge, la que dona vida.

testimonio masaje tántrico

La perfección y el masaje tántrico

¿Qué es lo perfecto en un masaje tántrico?… seguramente no lo que esperabas, lo  que imaginabas o lo que querrías… en realidad, es lo que necesitaba ser expresado o ser entendido. Y en cada persona es diferente y en cada «viaje» (aunque sea una misma persona) hay, al menos, un tesoro, una conexión, un click… que tan solo hay que estar abiert@ para verlo o sentirlo. Pero también hay mucho más.

En este caso hubo un descubrimiento especial, relacionado con la «suavidad», esa cualidad que pasa desapercibida en lo intenso, lo acelerado o en las inercias. Es normal no encontrar  palabras. Lo que se encuentran son certezas.

Poner palabras a este viaje es difícil de hacer pero, muy resumidamente, en dos palabras: «¡simplemente perfecto!!!»

Gracias, gracias, gracias.

M.J.

Testimonio original

Posar paraules a aquest viatge és difícil de fer però, molt resumidament, en dues paraules: «simplement perfecte!!!»

Gràcies, gràcies, gràcies.

M.J.

Los mensajes del cuerpo y el masaje tántrico

Cuando una persona ha hecho mucho recorrido en el reencuentro consigo misma, hay una serenidad ante las vicisitudes de la vida que se transmite desde el primer momento, además se desarrollan la responsabilidad personal, la auto escucha y el amor compasivo… son dones que ayudan a vivir cada experiencia nueva con apertura y confianza. Hubo una gran ternura y fluidez durante todo el proceso, un reconocimiento del maravilloso encuentro de dos almas. Solo puedo honrar y agradecer lo que cada viaje aporta a mi vida.

Mi contacto con Llucia fue a partir de una sugerencia. Entré en su web, me gustó lo que leí y, sobre todo, me dejé sentir lo que de ella me llegaba. Fue un acierto.

La intuición fue muy clara y concretamos una sesión. Yo no había recibido un masaje tántrico nunca. En el primer contacto con ella durante la entrevista ya me sentí confiada, así fue durante toda la experiencia. Llucia aporta un acompañamiento muy cuidado, delicado, sutil y amoroso. Vivo un momento personal de apertura y exploración, con la experiencia que hemos compartido he podido sentir mi energía, mi fuerza, su corriente en mí. Ha sido un viaje lleno de serenidad, de suavidad y ternura. Me ha permitido conectar con aquello más valioso, que es una misma. Es un regalo poder contar con su presencia, cálida, profesional y con la belleza de una persona abierta al Amor y a la Esencia que cada una llevamos.

Ahora que han pasado unas horas reconozco los efectos que suponen esta vivencia en mí, soy consciente de los mensajes que mi cuerpo me transmite y de como, paso a paso voy reconociéndolos. Agradezco profundamente a la vida que nos ha permitido encontrarnos.

Muchas gracias Llucia

C. H.

Testimonio original:

El meu contacte amb na Llucia va ser a partir d’un suggeriment. Vaig entrar a la seva web i em va agradar el què vaig llegir i, sobretot, em vaig deixar sentir el què m’arribava d’ella. Va ser un encert.

La intuïció va ser ben clara i vàrem concretar una sessió. Jo no habia rebut un massatge tàntric mai. El primer contacte amb ella durant l’entrevista em va fer sentir confiada, així va ser durant tota l’experiència. Na Llucia aporta un acompanyament molt acurat, delicat, subtil i amorós. Jo estic a un moment personal d’obertura i d’exploració, amb l’experiència que vàrem compartir he pogut sentir la meva energia, la meva força, el seu corrent dintre meu. Ha estat un viatge ple de serenor, de suavitat i tendresa. M’ha permés connectar amb allò més valuós, que és una mateixa. És un regal poder comptar amb la seva presència, càlida, professional i amb la bellesa d’una persona oberta a l’Amor i a l’Essència que cada un portam.

Ara que han passat unes hores puc reconèixer els efectes que suposen aquesta vivència dins meu, sóc conscient dels Missatges que el meu cos em transmet i com, passa a passa vaig reconeixent-los. Agraeixo profundament a la vida que ens ha permés trobar-nos.

Moltes gràcies Llucia.

C. H.