Acompañar como doula en tiempos de coronavirus

Acompañar como doula es siempre una labor muy importante y, en tiempos de coronavirus, se convierte en algo esencial para atravesar cualquier etapa de tu maternidad sabiendo que no estás sola, que siempre podrás contar con alguien con experiencia que te dará las últimas informaciones de evidencia científica, estará muy cerca de ti al otro lado del teléfono para ofrecer contención emocional y, cuando sea necesario, acudirá a tu lado para pasar juntas todo lo que acontece.

Desde que empezó la cuarentena por el virus, he acompañado cinco partos con sus respectivos prepartos y pospartos inmediatos, creo que es importante que las doulas sepamos cómo acompañar con seguridad, tanto a nivel de minimizar los riesgos de contagio en ambas direcciones, como a nivel de hacer lo correcto en cuanto a las normas de permisos para circular.

Autoría foto portada y esta: Señor y Señora Smith

 

Primero comentaré las cosas que he podido aportar en las diferentes etapas maternales en tiempos de coronavirus:

-De mujeres embarazadas he recibido consultas sobre los diferentes equipos de atención al parto en casa (funcionamiento, precio y forma de contacto) y sobre cómo están trabajando respecto a la atención de la embarazada o la atención al parto en cada hospital de la zona donde vivo, sean públicos o privados (que en mi caso es la isla de Mallorca), debido a que se plantean tomar decisiones a última hora que puedan mejorar sus expectativas de tener el parto deseado. Es una información cambiante por la situación extraordinaria que vivimos, pero gracias a mis propias experiencias y el contacto con otras doulas que acompañan a otras madres, la voy actualizando.

También me han pedido información sobre cómo o con quién acceder a una prueba necesaria que no entra en los protocolos actuales, como por ejemplo una ecografía de detección de problemas de salud en el feto.

Otra pregunta ha sido sobre información de clases de preparaciones al parto de forma on-line con matronas de confianza.

Con mujeres a punto de parir sobretodo he estado tranquilizando, aportando información para la toma de cambios de decisiones, manteniendo un contacto continuo a través del whatsapp o llamadas de teléfono, animando a que todo irá bien, reafirmando la capacidad del cuerpo para parir y del bebé para nacer, compartiendo las sensaciones físicas y emocionales de los momentos previos a ponerse de parto,….

-En los partos he acudido al domicilio cuando la mujer ha entrado en fase de dilatación activa para acompañar de forma personalizada todo el proceso. En los partos en casa (siempre con personal sanitario) que han acabado en la propia casa, he estado hasta el final cuando la madre se queda junto a su familia, dando de mamar a su bebé, con todo el entorno ordenado y recogido.

En los partos que han empezado en casa, pero por cansancio de la madre (o sea, por cuestión no urgente) han acabado en el hospital, he acompañado a la pareja hasta el lugar en el que tienen que entrar al hospital y les he explicado cómo funciona todo, lo que se pueden esperar (dando una visión realista pero en positivo) y les he animado a confiar en el personal sanitario. Cómo hoy en día son muy estrictos con ser acompañadas solo de una persona, me he ido a mi casa y desde ahí he continuado conectada por whatsapp con la pareja para seguir con el soporte emocional y la resolución de dudas si ha hecho falta.

En el parto de hospital, además de estar en la dilatación en casa he sido la acompañante de paritorio porque así lo decidió la pareja, durante todo el proceso mantuve informado a su marido de cada paso que iba sucediendo ya que es una manera de que se sientan más cerca el uno del otro, ella misma lo cuenta en este hermoso testimonio.

En todos los partos, después de haberlo acordado con la pareja, encuentro momentos para hacer fotos que reflejan pálidamente la belleza de lo que va sucediendo y breves vídeos que son un bonito recuerdo que ayuda a «ver» desde afuera algo que es una experiencia sumamente intensa, tanto física, emocional como espiritual, donde la mente, que casi siempre es la dueña de nuestros momentos cotidianos, desaparece por arte de las hormonas.

-En el posparto inmediato sobretodo ha sido un apoyo continuo a través del whatsapp para todas las pequeñas dudas que surgen con la crianza, enviando información de utilidad muy gráfica, concentrada y sencilla para facilitar la lactancia.

Haciendo asesoría de lactancia a través del teléfono siempre que ha sido posible. Y en un caso concreto llevando una compra a la pareja recién llegada del hospital y haciendo asesoría de lactancia en directo y en otro caso derivando a una asesora más especializada que yo.

Apoyo moral, presencia continua, reforzamiento de las capacidades innatas de la madre con artículos de evidencia científica que ratifican lo que siente la madre. Ya que, aunque parezca mentira, sigue habiendo familiares o «amigas» que les dicen a las madres, deja a tu hijo llorar, ponlo a dormir en su cama, no le des de comer siempre que te lo pida, …. y otras propuestas que confunden a la madre y le hacen dudar de sus decisiones intuitivas.

Una de las cuestiones más importante que quiero compartir es cómo he llevado a cabo mi labor como doula de forma segura para todos, en tiempos de coronavirus:

-Todos los encuentros que he podido han sido virtuales, desde uso de whatsapp, charlas por teléfono o videollamadas por Skype, Hangout o Zoom. Es diferente que el encuentro presencial, pero es increíble lo cercanas que nos podemos sentir cuando te relacionas desde el corazón con autenticidad e integridad.

-He tomado diversas medidas higiénicas cada vez que me he desplazado a la casa de la mujer o al hospital. Antes de salir me ducho y pongo ropa limpia lavada a 40º, llevo guantes y mascarilla. Al llegar a su casa dejo los zapatos fuera. Mientras estoy allí me lavo frecuentemente las manos, además de tener un desinfectante de manos.

-Al volver a mi casa me vuelvo a duchar y pongo toda la ropa a lavar. Desinfecto con agua y lejía el volante del coche, el cambio de marchas y las manijas de las puertas. Limpio con agua y amoniaco las llaves, el bolso y la bolsa de parto.

-Utilizo un difusor de plata coloidal para desinfectar la mascarilla y luego la pongo en una bolsa estanca con un pequeño ozonizador. Es un aparato para la nevera que me regaló mi compañera de profesión Magda Rodríguez y que ella misma me dio la idea de utilizarlo así.

-Para desplazarme a un parto domiciliario llevo un permiso firmado por el comadrón responsable del equipo de atención al parto en casa con todos sus datos y los míos como auxiliar de parto.

-Para desplazarme a una casa para la dilatación y/o una visita posparto presencial llevo un permiso firmado por la mujer que solicita mis servicios para lo que corresponda según el caso. Procuro que quede reflejado la necesidad de ese servicio.

Realmente, en tiempos de coronavirus, el sentido de mi trabajo sigue siendo el mismo, incluso el estilo de preguntas no son tan diferentes a lo que suelen ser normalmente, quizás lo que más cambia es la angustia con que viven las parejas ese momento vital, a veces teniendo que tomar decisiones importantes de último momento. Las mujeres que están embarazadas y pariendo en estos días, necesitan una dosis extra de confianza en sí mismas, confianza en los profesionales y confianza en la Vida.

Tengo la suerte de estar en una comunidad donde, en general, se están haciendo bien las cosas, escuchando las recomendaciones de la OMS y otros organismos oficiales que dicen que los partos no deben ser medicalizados sin justificación, la mujer puede estar acompañada de una persona, se debe hacer piel con piel nada más nacer y se promueve la lactancia materna. Aunque siempre hay excepciones que entristecen algunas experiencias de forma innecesaria.

A través de otras compañeras doulas y por las redes sociales, me llegan noticias de que en otros lugares de España están sucediendo algunas realidades más difíciles. Quizás sea porque tengan una situación sanitaria más extrema, pero no hemos de olvidar que en toda circunstancia y lugar, los derechos humanos siguen estando vigentes, y que no siempre algunas actuaciones contrarias a las recomendaciones oficiales, tienen una justificación médica. Por ello la asociación «El Parto es Nuestro», para apoyar a las mujeres que puedan vivir Violencia Obstétrica ha creado un «Formulario de queja o reclamación por malas praxis en la atención al parto durante la crisis del COVID-19»

Quiero dejar el mensaje de esperanza de que, tanto en casa como en el hospital, en tiempos de coronavirus se pueden tener preciosos partos empoderados y en buena compañía. Soy testigo privilegiada de ello.

acompañArte

Testimonio Elena, Jürguen y Daniel (13-03-20)

Desde el primer momento hubo una conexión muy bonita con Elena y poco a poco también se fue creando con su marido Jürguen. Al ser extranjeros no cuentan con una gran red de apoyo, ni tampoco conocían los diferentes profesionales que les podían ayudar a conseguir todo aquello que llevaban tanto tiempo soñando.

Lo que hace tan mágico el acompañamiento personalizado es compartir lo que va sucediendo durante todo el proceso, tanto físicamente como emocionalmente, dando la información que en cada momento se necesita,…  y creando un vínculo de confianza mutua.

En estos tiempos extraños que estamos viviendo es aún más importante si cabe este contacto continuo y el cariño que se va creando. Luego quedan esas experiencias compartidas en la retina y en la piel… que son para siempre. Y, como compruebo una y otra vez, más que el idioma, lo que importa es el lenguaje del corazón.

Gracias por tanto

 

Nací en Rusia y tengo 45 años. Mi marido y yo llevamos viviendo en Mallorca tres años. Nos llevó 6 años quedarme embarazada. Cuando finalmente ocurrió en julio de 2019, nada tenía mayor prioridad para nosotros que preparar al bebé, el nacimiento y la lactancia. Recibí muchos consejos de mis amigas que habían tenido hijos durante mucho tiempo. Todas encontraron sus nacimientos terribles excepto una amiga cercana que dijo que tuvo una doula en su nacimiento. Encontró hermoso el nacimiento de su primer hijo a pesar del dolor y la inducción de oxitocina.

Empecé a buscar Doula en Mallorca, en la búsqueda de Google el nombre de Llucia aparece como uno de los primeros y pronto me di cuenta de que tenía muchos años de experiencia. Desde el sexto mes de embarazo nos reuníamos 1-3 veces al mes en su casa, llegamos a conocernos muy bien. Llucia me dio unos libros muy buenos para leer sobre el embarazo, el nacimiento y los bebés. También me dio información de contactos importantes para mi, como la de una fisioterapeuta para el entrenamiento del suelo pélvico.

A través de las reuniones con Llucia mi marido Jürgen también cambió su actitud hacia el nacimiento, comprendió que la calma, la familiaridad y la intimidad son increíblemente importantes para un buen y rápido proceso de nacimiento. También disfruté mucho de la osteopatía y los masajes regulares de Llucia.

Cuando llegamos al hospital de Son Llàtzer en la tarde del 12 de marzo de 2020, tenía una temperatura ligeramente elevada. Debido a la crisis del coronavirus, las reglas para permanecer en la sala de partos se hicieron más estrictas: sólo se permitió la entrada de un acompañante. Aunque fue muy duro para nosotros, mi marido y yo decidimos que Llucia viniera conmigo. Mi marido se quedó fuera y fue informado regularmente por ella sobre los progresos. Esta fue en realidad la decisión más importante de todas, sin Llucia estoy convencida de que no hubiera encontrado la fuerza para dar a luz a nuestro hijo Dani relativamente rápido y sin problemas.

En la sala de partos me enteré de que tenía estreptococo positivo y que la fiebre pudo ser causada por él. Mi cuello del útero sólo estaba abierto 1 cm y tuve que ser inducida, ya que debido a la fiebre no podíamos esperar más. Las siguientes horas fueron como en un frenesí. No estaba realmente allí, estaba en el «Planeta Parto», seguramente también por la fiebre. Todo lo que me dijeron las comadronas, Llucia tuvo que repetirlo varias veces. Por supuesto, habíamos hecho un plan de parto, aunque debido a la fiebre, en realidad fue cancelado. Quería intentar pasar el parto sin la epidural, pero cuando la oxitocina empezó a hacer efecto, decidí bastante rápido que quería ponérmela. La anestesia no funcionó totalmente, rápidamente perdí la confianza de que lograría sobrevivir al nacimiento… si no fuera por Llucia. Me masajeó, me dio algo de beber, hizo que cada posición fuera más cómoda para mí y repitió una y otra vez que lo estaba haciendo todo muy bien. Las comadronas de Son Llàtzer fueron muy profesionales y humanas, pero por supuesto tuvieron que ocuparse de otros nacimientos. Llucia estuvo a mi lado toda la noche, se aseguró de que entendiera lo que estaba pasando, informó a mi marido. Pedí una cesárea varias veces en las siguientes horas. No podía creer a Llucia que me decía que lo iba a conseguir. Y luego, alrededor de las 5 a.m. las matronas dijeron que el cuello del útero ya se había abierto 10 centímetros. Fue entonces cuando llegó el peor dolor, quiero decir, no pude hacerlo más. Aquí Llucia repetía una y otra vez que estaba muy cerca de dar la bienvenida a Dani. La última fase fue increíblemente rápida, sólo 20 minutos. ¡¡A las 6:22 nació Dani!! ¡Lo hice con 45 años sin cesárea!

Mi marido y yo estamos infinitamente agradecidos a Llucia por todo lo que ha hecho por nosotros y por Dani. Han pasado dos semanas. Todos los días recibo mensajes de Llucia: pregunta cómo estamos, nos ha recomendado una gran asesora de lactancia, envía respuestas e información a todas nuestras preguntas.

Querida Llucia, nuestra gratitud hacia ti no tiene límites.

 

Testimonio original:

Ich bin gebürtiger Russin und 45 Jahre alt, mein Mann — 50. Seit drei Jahren leben wir auf Mallorca. Es hat 6 Jahre für uns gedauert bis wir schwanger wurden. Als es endlich im Juli 2019 soweit war, nichts hatte für uns höhere Priorität als sich auf das Baby, die Geburt und das Stillen vorzubereiten. Ich holte viele Ratschläge von meinen Freundinnen die lange schon Kinder hatten. Alle fanden ihre Geburten schrecklich bis auf einer engen Freundin, die sagte, dass sie eine Doula bei ihrer Geburt hatte. Sie empfand die Geburt ihres ersten Sohnes trotz Schmerzen und Induktion durch Oxitocin als schön.

Ich fing an nach Doula auf Mallorca zu suchen. Bei der Google-Suche kommt Llucia´s Name als einer der ersten. Mir wurde bald klar, dass Llucia viele Jahre Erfahrung mitbrachte. Wir trafen uns ab dem 6. Schwangerschaftsmonat 1-3 Mal pro Monat bei Llucia. Wir lernten uns richtig gut kennen. Llucia gab mir einige sehr gute Bücher zur Schwangerschaft, Geburt und Babys zu lesen. Sie hat mir auch weitere wichtige Kontaktdaten zur Osteopathin für das Beckenbodentraining usw. vermittelt. Durch die Vorbereitungstreffen mit Llucia hat mein Mann, Jürgen, auch seine Einstellung zur Geburt verändert. Er hat begriffen, dass Ruhe, Vertrautheit und Intimität unwahrscheinlich wichtig für guter und schneller Geburtsablauf sind. Ich habe auch sehr die regelmässigen Massagen von Llucia genossen.

Als wir abends am 12. März 2020 im Krankenhaus Son Llatzer ankamen, hatte ich etwas erhöhte Temperatur. Durch die Coronavirus-Krise wurden Aufenthaltsbestimmung im Kreissaal verschärft: Nur eine Begleitperson dürfte rein. Obwohl uns es sehr schwer viel, entschieden mein Mann und ich, dass Llucia mit mir mitkommen wird. Mein Mann bliebt draußen und wurde von Llucia über den Fortschritt regelmäßig informiert. Das war eigentlich die wichtige Entscheidung überhaupt. Ohne Llucia bin ich heute überzeugt, würde ich nicht die Kraft finden unseren Dani doch relativ schnell und unproblematisch zur Welt zu bringen.

Im Kreissaal habe ich erfahren, dass ich Streptococcus habe, der Fieber kam höchstwahrscheinlich bedingt durch Streptococcus. Der Muttermund war bei mir nur 1cm geöffnet und ich musste Induziert werden. Wegen dem Fieber konnten wir nicht länger warten. Die nächsten Stunden verliefen wie im Rausch. Ich war in der “Planeta Parto” — Llucia´s Ausdruck — aber auch durch Fieber nicht wirklich da. Alles was die Hebammen zu mir gesagt haben musste Llucia mehrmals wiederholen. Selbstverständlich auf Llucia´s Empfehlung haben wir Geburtsplan gemacht. Bedingt durch Fieber wurde auch er eigentlich gestrichen. Ich wollte versuchen ohne Epiduralanästhesie durch die Geburt zu kommen. Als der Oxitocin gewirkt hat, schrie ich ziemlich schnell, dass ich eine möchte. Die Anästhesie hat nich wirklich gewirkt, ich hatte schnell den Zuversicht verloren, dass ich es durch die Geburt schaffen werde….wenn nicht die Llucia. Sie hat mich massiert, zum trinken gegeben, hat jede Position für mich komfortabler gemacht und immer wieder wiederholt, dass ich alles toll mache. Die Hebammen von Son Llatzer waren sehr professionell und menschlich, mussten aber natürlich einige Geburten betreuen. Llucia war die ganze Nacht an meiner Seite, hat sichergestellt, dass ich verstehe was gerade passiert, hat meinen Mann informiert. Ich habe mehrmals im Laufe der nächsten Stunden nach einem Kaiserschnitt gebeten. Ich konnte der Llucia nicht wirklich glauben, dass ich es auch so schaffen werde. Und dann gegen 5 Uhr morgens sagten die Hebammen, dass der Muttermund bereits 10 cm geöffnet ist. Da kamen die schlimmsten Schmerzen, ich meinte, ich konnte nicht mehr. Hier wiederholte Llucia immer wieder, dass ich sehr kurz davor bin Dani zu begrüßen. Die letzte Phase verlief tatsächlich unglaublich schnell, nur 20 Minuten. Um 6:22 kam der Dani zu Welt!!!! Ich habe es mit 45 ohne Kaiserschnitt geschafft!

Mein Mann und ich sind Llucia für alles was sie für uns und Dani getan hat unendlich dankbar. Es sind bereits 2 Wochen her. Jeden Tag bekomme ich Nachrichten von Llucia: Sie erkundigt sich wie es uns geht, hat uns eine tolle Stillberaterin empfohlen, schickt Antworten und Informationen zu allen unseren Fragen.

Liebe Llucia — unsere Dankbarkeit an Dich hat keine Grenzen!

 

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