Mi querido tío Joan (3-04-20)

En estos tiempos extraños que estamos viviendo la noticia de que mi querido tío Juan ha fallecido, me llena de una tristeza profunda porque no vamos a poder volver a compartir una comida alrededor de una mesa. Pero al mismo tiempo tengo una alegría inmensa porque ha tenido una vida muy plena, ha amado y sido amado hasta su último aliento, se apagaron sus ojos estando en casa rodeado de los suyos.

Se me agolpan los recuerdos, el siempre ha sido un hombre muy guapo, nuestro Alain Delon mallorquín, con ojos muy azules y gran corazón.

En mi infancia pasé muchos fines de semana felices con mis primos, en verano en la Colonia de St. Jordi y en invierno en la casita de Algaida. Él siempre organizaba grandes fiestas de cumpleaños con cucañas, carreras de saco, de bicicleta, globos, comida rica,…. Siempre fue muy detallista. 

Me vienen imágenes: el azul de la playa des Carbó, partidas de ping-pong, recogiendo caracoles,…. 

Me vienen sonidos: el ta, ta, ta de la barquita, el partido de fútbol en la radio a la vuelta en coche del domingo, su voz siempre amable,…

Me vienen sabores: arroz de pescado marinero, la sal del mar, los helados artesanos de la Colonia,…

Me vienen texturas: la libertad de movimiento en pandillas, puro “Verano azul” en vivo y en directo. Chanclas, bañador y sol. La calidez de la cama de la “casita” porque nos ponía una bolsa de agua caliente dentro. Y amor de ese del bueno.

Siempre me sentí en mi casa cuando estaba en la suya, se cierto que si hay algún lugar al que ir, una vez dejamos este plano, él seguro está en el mejor de los lugares y en la mejor compañía. Porque vivió plenamente, amó mucho y ha sido amado. Ha dejado en mí los más bonitos recuerdos en el corazón y eso perdura para siempre.

Feliz viaje de vuelta a casa.

 

Testimonio Marta, Adrià y Elia (01-04-20)

Acompañar como doula es un chute de oxitocina y en un parto en Tribu las sinergias hacen fluir las hormonas como la lava de un volcán para todos los presentes. Cada persona ocupa su lugar en el espacio físico, sin molestarse aunque sea una casa pequeña y cada persona aporta algo importante a la mujer de parto, por eso ella las escogió para que estuvieran presentes en ese momento tan especial.

Suceden cosas mágicas en la danza del amor.

Lucía fue una de mis formadoras en el curso de Doula, fue tan bonito y especial que nos acompañara en nuestro parto… si ya consideraba que la figura de Doula es fundamental, después de experimentarlo lo puedo reafirmar en mayúsculas.

El cuidado de los pequeños detalles, el no tener que pedir, es como si te leyeran la mente o incluso se adelantaran a saber lo que vas a necesitar, los masajes, las sugerencias a la familia, las explicaciones, el acompañamiento, sostén… le dan sin duda un valor añadido al placer de parir.

Tuvimos una experiencia mágica y sin duda un regalo maravilloso, que guardaremos siempre en nuestra mente y nuestra alma! Gracias por cuidarnos y cuidar de tod@s tanto y tan bien en ese GRAN momento y sobretodo ¡gracias por tu fuerza! Cada mujer debería poder ser su propia Doula y disfrutar del acompañamiento de otras. ¡En tribu todo es más fácil y bonito! !!Gracias, gracias, gracias!! ¡¡Siempre en nuestro corazón!!

Autoría fotos: Little Smith

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