La memoria del cuerpo en el masaje tántrico
Es impresionante cuando hago un masaje tántrico y veo vibrar el cuerpo para sacar a la luz las memorias profundas de los tejidos, para sanarlos.
Lo primero que sentí fue casi una memoria. Imaginé los antiguos templos donde se iniciaba a los y las jóvenes en el arte de la sexualidad.
Sentí con claridad como aquellas iniciaciones imprimían en nuestros cuerpos la referencia de cómo es ser tocadas con respeto, con honestidad y amor. Me embargó una gran sensación de desamparo al reconocer la lejanía de esta memoria… Y lo huérfanos y huérfanas que estamos a la hora de aprender cómo vincularnos con nuestro propio cuerpo y, también, con el goce de estar vivas y vivos.
El resto del masaje fue un viaje largo, entre el entregarme y el permitirme ser atravesada por sensaciones e imágenes, así como por el dolor cristalizado en mis tejidos.
Nada más sanador que poder liberar el cuerpo de sus cargas, sobre todo de la mano guía, amorosa y certera de Llucia.
Liberar para conectar… O, sencillamente, para que se manifieste lo que siempre ha estado: el sabio diálogo entre nuestra base y nuestro corazón.
Toda mi gratitud.
A.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!