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Testimonio Nataly, Max y Selena (02-06-2108)

Cuando Nataly vino a casa para conocernos, informarse sobre mi trabajo como doula y de la posibilidad de parir en casa… en realidad ella ya sabía todo. Hay mujeres que se nota enseguida que tienen trabajo personal hecho y es suficiente con escucharlas desde el corazón y mantenerse cerca, para que encuentren fácilmente su camino.

Recuerdo que tomó sus decisiones de forma rápida y las mantuvo a lo largo de todo el proceso. Su parto fue potente y cuando estaba inmersa en el Planeta Parto le salían unos cantos muy bonitos y personales, alguno lo grabé porque sabía que luego ni se acordaría de esos sonidos que emitía. Su expulsivo, además de potente, fue largo y su rostro reflejaba la determinación, más allá del miedo, más allá del tiempo, más allá del dolor… al nacer Selena supimos porqué fue tan costoso, venía con una manita en la cabeza y eso hacía que fuera más difícil descender.

Todo fue precioso en el parto de Nataly, además de intenso, cuando a primera hora de la mañana salí de su casa, tomé la decisión de irme de excursión por una zona muy cercana de montaña y bosques de encina, seguía pletórica de energía y oxitocina, fue el remate perfecto para una noche muy especial. Y más tarde, el descanso merecido.

 

Conocí a Llucia  cuando estaba de 27 semanas. Necesitaba una doula, un pilar en esta aventura tan nueva, desconocida e intensa. Me acuerdo que al salir de su casa me sentía empoderada y con una sensación de que todo está bien y va a salir bien. ¡Agradezco cada una de sus palabras sabias!

Y ya ha llegado la hora… después de 40 semanas y 5 días de espera, estaba a punto de tener la cita más importante, una cita con mi hija y una cita con la VIDA. Me es muy difícil poner palabras a esta experiencia..

Ya en las últimas semanas de embarazo sentía mucha claridad y muchas ganas del parto. Como algo desconocido y misterioso lo veía como una oportunidad de anclarme más a la vida. Y no me equivoqué…  Con cada contracción se iban las nociones del tiempo, los pensamientos… solo existía el presente. Me acuerdo de las contracciones, pero sobre todo de los descansos entre ellas. Estos momentos de alivio y de tomar fuerzas y decirme a mi misma: ¨Venga, una más, sí que puedes!¨  Me acuerdo que realmente no tuve que hacer nada, era como si todo se hacía solo y no había manera de controlarlo, frenarlo o huir… Una fuerza inmensa que abría mi cuerpo y mi Ser y el latido del corazón de mi hija. Lo único que me quedaba era cantarlo y respirar. Me acuerdo que en ningún momento estaba sola y que sentía mucho cariño y respeto de parte de todos. ¡Es algo que me emociona hasta ahora! ¡Que bonito fue estar en casa y con las personas en las que confío!

Tuve momentos de pánico y preocupación pero gracias a la experiencia y la confianza del increíble equipo de Mikel y a mi marido, que empujaba conmigo, Selena estaba en mis brazos el 2 de junio a las 06:54h de la mañana…

La experiencia me llevó a tocar mis límites y sobrepasarlos con mucha intensidad y la ayuda de los mejores acompañantes de mi parto: Llucia, Cristina, Mikel y mi marido Max. Voy a repetir siempre que lo mejor del parto para mi es que se acaba. Pero solo por esto volvería a vivirlo otra vez y no cambiaría absolutamente nada.

¡Sigo enamorada de mi hija, de mi pareja y de la vida misma! Y si, también enamorada del parto, porque me ha recordado la profundidad y grandeza que tiene la vida.

¡Nunca he sentido tanta PAZ, amor, humildad y confianza!

¡Gracias Gracias Gracias!

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Testimonio Nadia, Ben y Osiris (1-05-2018)

Nadia llegó a mi por recomendación de una amiga suya que estaba muy contenta con mis servicios, es bastante común que el boca a boca sea la mejor correa de transmisión y que en grupos de mujeres afines acabe siendo la doula y/o la terapeuta de la mayoría de ellas a lo largo de los años. No hay como unas palabras desde el corazón, explicando una experiencia tan íntima y lo que significó para ellas mi acompañamiento, para «sentir» que eso es lo que quieren para su maternidad.

Como explica Nadia, es increíble como la comunicación se produce más allá del idioma que cada una habla normalmente, la relación mujer/doula es tan potente que se engarza más bien en la energía, las miradas y el contacto… con todo ello se produce una alquimia que facilita transitar la intensidad de convertirse en madre como algo sagrado, potente y reparador.

Aunque durante el embarazo solemos hablar de que en la maternidad hay que estar preparadas siempre para diferentes planes, para aceptar lo que la vida trae, es difícil para una mujer tener que cambiar del deseo de parir en casa… a la necesidad de acudir al hospital, inmersa ya en el proceso de parto, aunque no sea una cuestión urgente. Nadia fue muy valiente, porque a eso tuvo que añadir que el protocolo con aguas teñidas es de acelerar el proceso con oxitocina, algo que aumenta la sensación de las contracciones a unos niveles que para sostenerlo se requiere mucha entereza.

Fue increíble, debido a las circunstancias cuando entré en paritorio Nadia ya estaba en pleno apogeo, en aquel momento una parte de ella aún intentaba asimilar las nuevas circunstancias, mientras su cuerpo no le daba tregua… nos fundimos en un abrazo, le recordé (más con gestos que con palabras) que también en el hospital podía disfrutar su parto y vivirlo desde la Loba que ella es. Desde ahí fue fluyendo todo de forma rápida, con Nadia en el Planeta Parto, su pareja cerca de su corazón y ayudando desde el mejor lugar, las matronas aportando su control del bienestar materno-fetal y aceptando que estuviéramos todos juntos en paritorio apoyando el precioso nacimiento de Osiris.

Nadia es bella por dentro y por fuera, más allá del parto hay una bonita complicidad de tribu con ella y sus amigas del alma en tierras mallorquinas, todas son mujeres poderosas, de algunas hablaré pronto, aquí os dejo con las palabras de Nadia:

 

Así que encantada de compartir mi experiencia de nacimiento aquí, la presencia de Lucía, la sabiduría, la sanación y sus conocimientos me proporcionaron una comodidad y paz completa desde el momento en que nos conocimos. Enraizada en la tierra, Lucía es una poderosa madre de la tierra con un gran corazón, desde donde nos conectamos más allá de nuestra barrera del idioma.

Planeamos tener el nacimiento en casa, con esto en mente no habíamos preparado mucho más allá del espacio.

Mi compañero y yo pasamos nuestros últimos momentos en casa plantando semillas en la naturaleza para los próximos meses.

Sintiéndonos muy conectados con la atracción de la luna, decidimos dar la bienvenida a nuestro hijo Osiris con una ceremonia de luna llena 6 días antes de mi día esperado. Fue la noche siguiente, soñando bajo la luz de la luna luminosa que inunda la ventana de nuestro dormitorio que me desperté con un movimiento giratorio seguido de un chorro de agua liberada. Entusiasmada, desperté a mi compañero, me puse de pie y el agua siguió fluyendo. Llamamos a nuestra matrona, ya que a medida que pasaba el tiempo, mi compañero notó una ligera coloración … que sabíamos era una indicación para ir al hospital. Completamente desprevenidos, llenamos el coche de cosas como si nos estuviéramos mudando de casa, cogimos la funda de la silla de coche de nuestro bebé del tendedero, que aún se estaba secando, y condujimos casi una hora a Inca desde nuestro pueblo de montaña.

Elegimos el hospital de Inca ya que son pro naturales y menos propensos a intervenir innecesariamente. Estuvimos muy contentos con el equipo y no puedo agradecerles lo suficiente por permitir que tanto Lucía como mi compañero Ben estuvieran juntos en paritorio durante todo el proceso del nacimiento. A pesar de la pequeña dosis de oxitocina que se necesitaba debido a la coloración del líquido amniótico, realicé un parto natural con la ayuda de Lucía, que llegó en el punto más crucial, cuando sentí que no podía continuar … ella me tomó en sus brazos y me guió a través de las etapas finales más críticas, conectadas de corazón a corazón. Aunque no recuerdo las caras y los detalles, ya que estaba muy en mi espacio interior, recuerdo la presencia, el apoyo y el amor que rodearon todo el trabajo de parto.

Fue un parto bastante corto con solo unas pocas horas en la sala de partos, pero cuando estas en el “planeta parto”, el tiempo se vuelve completamente intrascendente.

Sostener a nuestro hijo Osiris en nuestros brazos por primera vez es una sensación de pura euforia y amor divino. Presencia y unidad completa.

Lucía, te damos gracias de todo corazón y estamos eternamente agradecidos por tu presencia en la sala de parto y toda tu sabiduría y apoyo antes y después del nacimiento. Si hay una solicitud que quisiera llevar a cabo en mi próximo nacimiento es la presencia de Lucía en el parto y sus poderosos tratamientos de osteopatía en el embarazo, que mantuvieron mi cuerpo alineado, relajado, abierto y conectado… gracias.

Nadia y Osiris

Texto original de Nadia:

So delighted to share my birth experience here, Lucía presence, wisdom, healing, and knowledge provided total comfort and peace from the moment we met. Rooted to the earth Lucia is a powerful earth mama with a big heart, from where we connected beyond our language barrier.
We planned to have the birth at home, with this in mind we had not prepared much beyond the space and alter.
My partner and I spent our last moments at home in nature planting seeds for the months ahead.

Feeling very connected to the pull of the moon, we decided to welcome our son Osiris in with a full moon ceremony 6 days prior to my expected day. It was the following evening, dreaming under the luminous moon light that floods our bedroom window that I awoke to a swiveling motion followed by a gush of water releasing. Excited I woke my partner, stood up and the water continued to flow. We called our midwife, as some time passed my partner noticed a slight discoloration. Which we knew as an indication to head to hospital. Completely unprepared we packed the car like we were moving house, pulled the car seat off the washing line which was still wet and in pieces, and drove almost an hour to Inca from our mountain village. We chose Inca as they are pro natural and less likely to intervine unnecessarily. We were really pleased with the team, and cannot thank them enough for allowing both Lucía and my partner Ben in the room together at the time of birth. Despite the small dose of oxitocin that was required due to the discoloration of my water, I performed a natural birth with the help of Lucía who arrived at the most crucial point, when I felt I could not continue. She took me into her arms and guided me through the final most critical stages, connected heart to heart throughout. Although I do not remember faces & details as I was very much in my inner space, I remember the presence, support and love that surrounded throughout the labor.
It was a fairly short labour with only a few hours in the labour room but when in the birthing zone time becomes completely inconsequential.

Holding our son Osiris in our arms for the first time is a feeling of pure divine euphoria & love. Complete presence and oneness. Lucía we thank you with all our hearts and we are eternally grateful for your presence in the labour room and all your wisdom and support prior and after the birth. If there’s one request I would carry through to my next birth it’s having Lucía’s presence at the birth & her powerful osteópata treatments before which kept my body aligned, open & connected. We thank you.

 

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Flores en el desierto: DOULAS (22-julio-2018)

Flores en el desierto: Doulas

Hoy en IB3 radio hemos hablado durante una hora entera de DOULAS, en el programa «Flors en el desert«, un título muy apropiado por lo que representamos tantas veces las doulas para las mujeres. Ha sido muy completo, por un lado yo he hablado en nombre de Doulas Mam para explicar con detalle quiénes somos las doulas y en que consiste una formación para doulas, en concreto, la Formación doulas Mallorca de la cual somos organizadoras y ponentes, entre otros profesionales de la salud.

También ha participado por teléfono Mikel Mantxola como profesional sanitario que lleva 30 años atendiendo partos en casa como matrón y siempre acompañado de dos doulas, ha explicado como han evolucionado la atención a los partos a lo largo de los años en nuestro país, especialmente en Mallorca, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Como siempre, su experiencia, la certeza de sus convicciones, la naturalidad de su exposición y su gran respeto por las doulas, lo convierten en una voz muy valiosa en apoyo de nuestra profesión. 

Ha venido Camila, una alumna de la actual Formación doulas Mallorca 2018 para explicar su experiencia y sus razones para querer formarse, ella es jóven y tiene una profunda vocación de doula, en el tiempo que llevamos de curso ha acompañado, junto a mi como tutora, a Diana en su parto y ha sentido la oxitocina correr por sus venas, esa experiencia la relaté aquí. Ahora mismo está de guardia de otro parto inminente y muy ilusionada de poder estar cerca de Roxana en uno de los momentos más importantes de su vida.

Y las mejores voces son las de las mujeres, esas mujeres que escogieron tener una doula en su parto, que se preocuparon de informarse, que tomaron decisiones sobre su maternidad, que se sintieron poderosas a la hora de parir. Tuvieron sus partos en diferentes lugares, todos lo lugares en los que una doula te acompaña: el fantástico nacimiento en el agua de Lou en hospital privado del parto de Lila , el nacimiento de sus hijos Nura y Senda de Dámaris (las que tienen doula una vez, siempre repiten) en el hospital público de Inca con su doula y pareja juntos en paritorio y el parto en casa de los dos hijos de Xisca, Marc y Martí, con el equipo de Mikel Mantxola y sus dos doulas.

Lo que tienen en común estas mujeres es que tomaron la decisión de escoger cada uno de los aspectos que concernían a su maternidad de forma consciente y de querer ser acompañadas por mi como su doula, una confianza que les agradezco de corazón. Son mujeres valientes y poderosas, cada una de sus palabras rezuman sabiduría, hemos disfrutado de compartir nuestras experiencias y, aunque ellas no se conocían previamente, ha habido una corriente de conexión muy bonita. Y como siempre que nos reunimos mujeres en red, ha corrido la oxitocina por nuestras venas.

Más tarde, mientras estaba descansando al lado del mar, he recibido LA LLAMADA…una mujer de la que soy doula, ha empezado a tener contracciones que van cogiendo regularidad, probablemente esta noche vuelva a sentir la magia de acompañar el nacimiento de un nuevo Ser a este Planeta, gracias a mi profesión de doula.

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Testimonio Lila, Adrián y Lou (30-05-2018)

En mi primera entrevista con Lila fue muy evidente que solo necesitaba que alguien le hablara de corazón a corazón, que le explicaran cuanto Poder hay en un parto y abrirse a la posibilidad de conocer profesionales que atendieran sus necesidades y respondieran con empatía a sus preguntas.

Al acabar nuestra conversación le había cambiado la cara, de estar perdida y desconectada, pasó a tener una energía muy luminosa y una gran ilusión por vivir con consciencia lo que le restaba del embarazo y, por supuesto, su parto.

Supo encontrar muy rápido lo que toda mujer lleva dentro: fuerza, conexión, poder,… dio los pasos necesarios, enfiló su atención, se relajó en la confianza en su cuerpo y en su intuición. Llegado el día todo sucedió de forma muy fluida, nos acompañaba una gran Luna Llena que fue muy especial para mi porque me pasó algo inusual, tuve dos partos seguidos con tan solo dos horas de descanso entremedio que fueron preciosos, uno en casa y otro en Hospital ¡justo era el Día Mundial de la Doula! y aquí conté mi experiencia.

El parto de Lila fue potente y muy intuitivo, hicimos un gran equipo entre todos los profesionales implicados, trabajando con complicidad y respeto mutuos: matrona, ginecólogo y doula. Las diferentes etapas del proceso del parto fueron solventadas paso a paso, tal como en una maratón (símil muy utilizado por las mujeres que son deportistas), donde la madre nunca sabe hasta donde será capaz de llegar, pero se centra en estar presente y transitar la experiencia. Eso acaba concediendo un Gran Poder Interior.

Aquí lo cuenta Lila con sus propias palabras:

 

Conocí a Llucia en la semana 28 de mi embarazo. Ella me llego como un ángel que Dios manda para responder a las oraciones mas profundas del corazón.

Hasta conocer a Llucia no había logrado encontrar mi camino hacia la maternidad, la verdad es que como primeriza el aspecto que me provocaba mas temor era el acto de parir…tanto que en algún momento incluso consideré la cesárea como una alternativa. Los profesionales médicos de dos hospitales diferentes hicieron poco para calmar mis ansiedades y encontré un gran vacío en el apoyo emocional y espiritual.

Cuando encontré la pagina web de Doulas MAM Mallorca, inmediatamente tuve la sensación que estaba tocando en la puerta correcta. Desde el comienzo tuve correspondencia con Llucia y después de una visita ella me pudo resolver las dudas, y como si tuviese un espejo en la mano me permitió ver dentro de mi misma, inspirando en mi una confianza, un amor y un poder dormido. Me encontré sin temores y con mucha confianza e intuición sobre mis capacidades naturales. Tomé la decisión de que Llucia fuera mi doula y como tenía un embarazo sin complicaciones decidí que quería un parto natural en el agua.

Con solo diez semanas de preparación, encontré mi camino. Mi doula me pudo recomendar un tremendo equipo y con su orientación una nueva clínica, me pasó el contacto de una fantástica terapeuta del suelo pélvico y de un obstetra de la Policlínica Miramar que supo responder a mis preguntas y necesidades.

Cuando llegó el momento que mi hija quiso salir al mundo, coincidimos con el amanecer después de una luna llena. Mi doula justo salía de otro nacimiento cuando la llamé, como en ese momento estaba solo comenzando las contracciones quedamos en que le llamaría mas tarde para informar como progresábamos. Hacia el medio día comenzaron a aumentar las contracciones y Llucia llegó a mi casa en 20 minutos, llena de energía. De ahí casi inmediatamente salimos al Hospital por mi voluntad y cuando llegamos me informaron que solo estaba dilatada de 1 cm. ¡Me querían mandar de vuelta a casa! En este momento Llucia se puso a hablar con la matrona y no se como consiguió que nos dejaran quedar una hora para ver si progresaba más o menos rápido. Con el apoyo de Llucia logré dilatar 2 cm más en esa hora y siento que fue gracias a la comunicación y la conexión que yo sentía con mi Doula. Ella respondió en ese momento como si me estuviera cargando, me estaba apoyando permitiendo que mi mente, emociones, cuerpo y alma se rindieran al acto de parir.

Tuvimos momentos donde el parto se frenaba y no dilataba más, en esos momentos mi doula supo que masaje emplear, que música poner y como guiar la experiencia para que yo me relajara. En total desde la hora que llegó Llucia hasta que nació mi hija estuvimos nueve horas. Siento que gracias a su apoyo, mi hija y yo pudimos superar las pausas de progresión en el parto y conseguir mi deseado parto en el agua.

Parto Lila bañera 400 px

Después del nacimiento de mi hija, Llucia estuvo ahí para ayudarme con la lactancia y tres días después cuando me subió la leche ella estuvo para orientarme y animar una buena relación de lactancia entre mi hija y yo. Ahora ha pasado las semanas y yo puedo disfrutar mucho de mi hija y de nuestra conexión.

Siento que lograr tener el parto de mis sueños me ha puesto en una posición favorable para conectar con mi hija y hacer la transición de mujer a madre llena de mucho amor, confianza y por supuesto ¡oxitocina!

Parto Lila y Adrián

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Testimonio Diana y Valentina (25-04-18)

Cuando Diana vino a hablar conmigo me encontré con una mujer que estaba un poco «perdida» y, sobretodo, que estaba sola. La maternidad es una gran transformación que requiere puntos de apoyo externos para poder afrontar las inseguridades que se despiertan, en su caso se añadía que era madre soltera a pesar de que en principio tener un hijo había sido un proyecto común con el padre de su hija.

Me sorprendía el coraje con el que llevaba su situación, físicamente estaba muy bien, pero emocionalmente vivió un embarazo muy difícil. Pudo contar con la ayuda de un grupo de mujeres con el que se reunía cada semana, tuvo su pequeña tribu que fue de gran apoyo mientras iba avanzando la gestación, preparándose para el gran momento.

Diana y amigas 500px

Vino a verme con su madre, que también es un gran pilar para ella, especialmente ahora que está criando a su hija. Diana y yo conectamos enseguida y vio muy claro que quería contar con una doula para sentirse acompañada de forma cercana y para poder tener su parto consciente y sin epidural, en la medida de lo posible.

Yo le ofrecí poder contar también con una doula en prácticas y así fue como conoció a Camila, también conectaron muy bien y tuvo su ayuda en diversos momentos del proceso de parto, fue un nacimiento precioso entre mujeres.

La matrona del hospital tuvo un trato muy respetuoso y colaboró con sus sugerencias para que Diana tuviera el mejor parto posible. Ella entró tan profundamente en el Planeta Parto que ni sabía lo que estaba pasando, recuerdo que cuando tenía 2 cm de dilatación la matrona le explico que aún no estaba de parto… y varias horas más tarde, cuando ya estaba de 8 cm, Diana me pregunto que cuando iba a ponerse de parto…¡se creía que aún estaba con pródromos, a pesar de la intensidad de lo que estaba viviendo! Mostró gran coraje y valor todo el tiempo, probablemente el parto fue más duro debido a que Valentina venía mirando hacia delante y eso dificultó su descenso por el canal de parto, pero ella sostuvo con mucha entereza toda la experiencia.

No deja de sorprenderme lo que Diana es capaz de hacer siendo madre: alimentar a su hija, encajar su realidad cotidiana, llegar a acuerdos con el padre de su hija que no perjudiquen la lactancia y que permitan el vínculo padre/hija, bregar con leyes absurdas….¿de verdad alguien cree que un recién nacido puede estar tres horas sin comer, mientras está intentando crecer y adaptarse a la vida fuera del útero?.

Falta sentido común en la política y en las leyes, además de profesionales que sepan de los derechos del recién nacido y de como funciona la biología. También faltan políticas que prestigien la maternidad y la protejan durante los primeros años, así como sucede sobretodo en el norte de Europa, donde hay países que cuentan con bajas maternales mucho más largas que en España.

Mientras tanto aquí va el testimonio de la experiencia de parto con doulas, contada por su protagonista:

Todo empezó cuando una hermosa mujer me recomendó que contactara con Llucia Mir para que como doula me acompañara en la etapa final de mi embarazo y parto, me dijo: «es la mejor inversión que puedes hacer, no te vas a arrepentir» y ¡cuanta razón tenía!.

Llucia, desde la primera vez que nos entrevistamos una a la otra, me dio mucha seguridad pues yo tenía muchas dudas como madre primeriza y con conciencia de querer hacer las cosas lo más natural posible, me dio información útil que yo le solicité, para prepararme para el parto, la lactancia y otras cosas de interés para mí.

Como doula estuvo siempre atenta y pendiente de mi, me abrió el abanico de posibilidades para que yo escogiera, estuviera bien y me enfocará en lo importante, mi bebé y mi parto.

El día del parto llegó y me inyectó paz y calma con tan solo abrazarme, luego las contracciones se llevaban mejor con sus masajes en la espalda, me sugería diferentes posiciones para mi descanso mientras continuaba el trabajo de parto, siempre respetando el ritmo  que llevaba mi parto.

Camila vino con ella, es una aprendiz de doula que Llucia tuvo la intuición de que nos acompañará en mi parto y fue muy acertada pues me aportó más cariño, fuerza y ternura al trabajo de parto, estuvo también pendiente de cubrir mis necesidades inmediatas, dándonos apoyo y fuerza, tanto a mi como a mi madre, ya que ellas estuvieron juntas buena parte del tiempo mientras esperaban fuera de paritorio.

Diana y Camila 500px

Ya en el hospital nos quedamos solas ella y yo, pero yo estaba tranquila porque Llucia en todo momento mantenía informada a mi familia, pero siempre primero pendiente de mí y mis necesidades, en esos momentos sientes tanto la contracción que no escuchas lo que te dicen, pero me hacía llegar su apoyo ya sea con caricias, miradas o atenciones.

Una de las cosas que más valoro es que Llucia sabía todo lo que yo quería para mi parto y para el recibimiento de mi bebe pues juntas miramos el plan de parto que elaboré de forma personalizada, así que cuando yo ya estaba en el «Planeta Parto» como dice ella,  mi doula era el hilo que me mantenía conectada a la realidad y el cumplimiento del mismo.

Y de lo que más me siento afortunada de tenerla en mi parto es por la oportuna ayuda que me dio a la hora del expulsivo, por un lado mi bebé no bajaba y la bolsa del líquido amniótico no se rompía, cuando al fin se rompió y todo se aceleró, junto a la comadrona me ayudaron a colocarme en una postura cómoda y segura para mi bebé (tumbada de lado), yo ya estaba muy cansada después de 10 horas de trabajo de parto, Llucia tuvo la gran visión de ayudarme con la pierna de arriba moviéndola de tal forma que me ayudaba a aliviar la contracción y a abrir más la pelvis al mismo tiempo que yo empujaba a mi bebé, fue maravilloso pues así el expulsivo duró menos. Por otro lado, en esta fase la matrona me daba instrucciones que yo no entendía, como que dejara de pujar y en mi cabeza me decía ¿porqué voy a dejar de pujar? Justo antes de preguntar nada, se acercó Lucía a mi cara y me explicó que se trataba de evitar que se rompiera el periné, eso me ayudó a estar más tranquila, segura y atenta a las indicaciones para así conseguir desgarrarme menos.

Gracias al apoyo y compañía de Llucia en mi parto tengo la fortuna de recordarlo con mucho cariño pues yo estaba conectada de lleno con mi bebe y ella se encargaba de lo demás, cuando yo ya disfrutaba de mi bebe en brazos siguió junto a mi durante el tiempo de espera para que saliera por sí sola la placenta y luego guardarla para llevarla a casa, tal como lo decía mi  plan de parto. A la hora de la lactancia materna también fue muy importante y como doula estuvo ahí con sus sugerencias y apoyo, al día siguiente se pasó a vernos y hasta la fecha sigue pendiente de nosotras.

Llucia apareció en el momento justo de mi vida cuando necesitaba apoyo y cariño, contar con mis dos doulas me ayudó a disfrutar de ese momento tan especial y con tantas emociones juntas, por todo ello les estoy muy agradecida y me siento afortunada de contar con la fuerza de estas hermosas mujeres: Llucia y Camila ¡Gracias!

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Mi especial Día Mundial de la doula 2018

Todo empezó ayer por la noche con una espectacular luna llena, parece que en este caso venía dispuesta a recordarnos su influencia en el nacimiento de los bebés, lo que me ha permitido vivir el día Mundial de la Doula más especial de mi vida.

Justo cuando iba a dormir recibí la llamada para acudir a un parto en casa del que estaba de guardia y ahí me puse en marcha. Fue un baile de brujas porque debido a que el padre no podía estar, fuimos tres doulas con el equipo de Mikel Mantxola  (habitualmente somos dos). En la casa estábamos la mujer de parto, su madre cuidando de su hija de tres años y todo el equipo de atención al parto en casa procurando ofrecer la mejor experiencia posible a esa hermosa mujer. Digo que fue un baile de brujas porque las doulas estuvimos entrando y saliendo del círculo energético de la mujer de parto, entrando y saliendo delicadamente de su espacio físico, sin necesidad de muchas palabras, las justas y necesarias en el momento oportuno.

Era como una danza de miradas y gestos, con una armonía exquisita, no sobraba ninguna mano, no faltó nada de lo que se necesitaba. Fue una ducha de oxitocina, la «peligrosa» hormona del amor, seguramente una de las razones por las que en la época medieval se tenía tanto miedo a las mujeres que se las tachaba de brujas. Todas nosotras «somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar».

Deseo dar las gracias a Mikel, comadrón, maestro y amigo con el que siempre disfruto de trabajar.

Gracias a Cris, mi maestra en tantas cosas y compañera del equipo doulas mam desde hace casi 10 años.

Gracias a Jaja, doula de corazón y con quién me une una gran afinidad que va más allá de las palabras.

Gracias a Anita, la gran mujer que ha parido a las 4’30h de la madrugada con mucha intuición a su preciosa hija, mientras su otra hija y su madre descansaban en otra habitación…

Pero ahí no acabó la cosa, ese día tan especial que nunca olvidaré, me reservaba otra experiencia de doula.

Cuando a las 7’30h de la mañana me dirigía a casa a descansar, recibí la llamada de otra mujer de parto. En este caso estaba empezando a tener contracciones molestas pero irregulares. Hablamos sobre que no se podía saber si el parto arrancaría, excepto viendo como evolucionaba. Decidimos que yo me iba a descansar un rato y en un par de horas nos contábamos más cosas.

Pude dormir dos benditas horas que me regeneraron totalmente y aproveché para desayunar algo, cuando volví a hablar con la mamá me contó que estaba cada vez más molesta, así que decidimos que me iba para su casa. Allí estuvimos el tiempo en que se sintió cómoda, hasta partir todos hacia el hospital. En este caso era la Policlínica Miramar, hospital privado de Mallorca donde están trabajando de forma muy decidida hacia la línea de ofrecer partos fisiológicos y respetados.

La mujer de parto necesitó todo su coraje para atravesar cada una de las etapas ya que fueron intensas y profundas. Ella es una mujer deportista y acostumbrada al esfuerzo, pero se sorprendía de todo lo que iba sintiendo a medida que avanzaba en su parto. Aún así todo fue fluido, la comadrona aportó su cercanía y profesionalidad, con las propuestas más apropiadas a cada momento. Su pareja y su madre estuvieron desde su precioso lugar, cerca del corazón de la mujer. Cuando se acercaba el expulsivo, pudo entrar en la bañera para tener su parto deseado en el agua, el ginecólogo llegó para acompañar en la etapa final y  decisiva, solo intervino lo justo y necesario, con su actitud más discreta mientras la naturaleza seguía su curso previsto de forma perfecta… y eso a veces es lo más difícil.

Pudimos estar juntos la pareja y la doula dentro de paritorio, algo que agradecen todas las mujeres y que espero que muy pronto se normalice en todos los paritorios de España, porque es algo absolutamente integrado en los demás países europeos donde deseamos mirarnos (Inglaterra, Suiza, Holanda, Bélgica, Dinamarca,…) y desde luego también Estados Unidos de América.  No solo respecto a la doula, también respecto a otras personas que la mujer desee tener cerca: madre, amigos, fotógrafo,… porque esa es una de las muestras más importantes de que los protagonistas son la mujer de parto y su bebé, por tanto se respetan sus deseos en todo aquello que pueda facilitar su experiencia de parto.

Quiero dar las gracias al Dr Ferret, ginecólogo al que admiro por su trato de los partos y de las mujeres de parto, además de su respeto a mi profesión de doula.

Gracias a la comadrona Noelia, que sostuvo toda la experiencia con gran delicadeza y sabiduría, además de trabajar conmigo con complicidad en favor de la mujer de parto.

Gracias a Lila, por su coraje a la hora de parir  a las 18’50h a su linda hija. Así como a su marido y su madre que me hicieron sentir la confianza que depositaban en mi como familia.

Pronto hará una década que soy doula, dejé de hacer la lista de familias a las que acompaño hace varios años, así que ya perdí la cuenta.  Pero no perdí la cuenta de lo que me aporta estar conectada desde el corazón con mujeres transitando diferentes fases de su maternidad, en cada acompañamiento se va engrandeciendo mi visión sobre lo que las mujeres aportamos al mundo. Y sobre lo que las doulas aportamos a otras mujeres, acompañándolas en su maternidad consciente.

Sean cuales sean las circunstancias, la edad, la cultura o la fase por la que estén pasando… veo a mujeres con CORAJE, DISPONIBILIDAD Y AMOR.

Y desde mi labor de doula acompaño esa transformación, devolviendo el reflejo de ese coraje, disponibilidad y amor que a veces las madres  no ven porque andan inmersas en las necesidades inmediatas y perentorias de sus bebés o perdidas en la poca valoración que nuestra sociedad da a la maternidad.

Celebro desde mi corazón tantas relaciones auténticas que me procura mi profesión de doula, hoy antes de descansar voy a aullar con la luna llena para celebrar mi día Mundial de la Doula más especial. 

Lobo aullando luna

acompañArte

 

Testimonio de Xisca, Toni, Marc y Martí (11-08-2017)

Conocí a Xisca cuando estaba embarazada de su primer hijo, entonces decidió parir en casa y yo fui una de sus doulas, pero acabó en el hospital porque fue una dilatación muy dura y larga, aún así, consiguió parir de forma vaginal. Eso suele dejar en la mujer un sabor de boca agridulce, luego se requiere un tiempo de introspección para entender, digerir y gestionar la experiencia real versus el deseo del corazón.

Cuando contactó nuevamente conmigo porque estaba embarazada de sus segundo hijo me explicó algunas de las cosas que le estaba enseñando su maternidad, se veía claramente que había hecho un gran indagación personal, había explorado sus fortalezas y sus miedos, había traído a la luz parte de las improntas que, a veces, bloquean la evolución fisiológico de un parto. En su corazón continuaba la idea de parir en casa, pero claro, quedaba un resquicio del miedo a no poder conseguirlo por segunda vez.

Ella tenía la consciencia de que todo cuanto se avanza durante la dilatación en casa es aumentar las posibilidades de tener un parto con menos intervenciones y, además, sabía que en el tiempo transcurrido desde el primer embarazo se sentía mucho más madura. En las conversaciones que tuvimos, para mí era muy evidente su evolución personal, yo solo le devolví el reflejo de su propia sabiduría, para que desde ahí pudiera tomar sus decisiones.

Así que con todo ello, finalmente se animó a confiar y volver a seguir sus sueños. Ella lo relata con sus palabras y transmite todo el PODER que sintió después de atravesar su camino de rendición a las fuerzas de la Naturaleza. Y aquí está con sus preciosos hijos. Puro amor.

Llucia

Parto Xisca, niños y Llucia 500px

 

Es muy difícil, para mí, explicar la experiencia más brutal, real y auténtica jamás vívida. Es algo que hay que vivir, sentir y respirar.

Sentimientos fuertes, emociones que surgen a borbotones, sin control, intensas que llevan gestándose en tu interior y explotan de manera irracional y descontrolada.

Llevas tanto tiempo soñando, pensando en este momento… sientes ilusión, amor, confianza, gratitud.

Después de algunos días con contracciones que vienen y se van ha llegado el gran día. Respiras, caminas, te mueves, sientes, buscas y poco a poco te sumerges en ti, poco a poco desconectas y te pierdes, te vas a otro mundo lleno de sensaciones contrariadas. Donde el dolor y el amor van de la mano. Sientes la transformación y la apertura de tu cuerpo que se prepara para la llegada de mi nuevo amor. Sentimientos duros, poderosos. Te desencajas y sientes  como se entrelazan la fuerza y la fragilidad de tu cuerpo. Descubres lo poderoso y mágico que es tu cuerpo, que eres, que es la vida.

Sientes cómo te transformas, sintiendo cada segundo, buscando el sosiego en el amor. En la compañía y el cuidado de esos ojos atentos, discretos y respetuosos que no te pierden de vista. De esas manos fuertes, seguras, serenas, dulces que te calman y guían en los momentos de locura. Sientes la presencia de esas almas que te acompañan, te sostienen, estén donde estén y te lo facilitan todo.

La calma que hay en el ambiente, el amor, el respeto, la tranquilidad de saber que estas en manos de grandes profesionales y de grandísimas personas hace posible vivir todo esto, que mi sueño se haga realidad.

Vivir de verdad todas estas sensaciones en mi cuerpo, esta intensidad desconocida, jamás vivida, inexplicable. Ese descontrol por dejarte llevar y no saber… Simplemente sentir, sensaciones puras, emociones intensas, fuertes y descubres la gran capacidad de tu cuerpo, la magia de la vida, la magia de tu ser, la magia de tu bebe, del amor y de repente ya está aquí. Está entre tus brazos. Mi nuevo amor.

Sin fuerzas para sostenerlo, con temblor en mi cuerpo, no puedo creerlo. Sorprendida, fascinada, agradecida por todo lo vivido. Alucinada por todo el proceso, asimilando que ya está aquí, que he sido capaz,  mi bebe también ha sido capaz. Agradecida a las personas que nos acompañan y a todas las que me han ayudado a llegar hasta aquí y poder vivir y sentir. Agradecida a mi bebe. Agradecida a la vida.

 

                                             Parto Xisca manos

Parto Xisca Martí

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Testimonio de Inma, Jesús y Lórien (12-07-17)

Conozco hace muchos años a Inma, ella ha sido una de las profesoras Waldorf de mi hija, por lo que el vínculo con ella ya era especial antes de que me pidiera ser su doula. Ella es una mujer muy sensible y con muchos recursos, siempre se anda formando para profundizar en su profesión que es muy vocacional, aunque la maternidad es algo diferente de cualquier otra clase de relación con niños/as, sobretodo porque implica una gran transformación personal: física, mental, emocional y, en muchas mujeres, también espiritual.

Es precioso estar cerca en su proceso de darse cuenta de todo lo que es capaz, de cuanta fuerza hay en su delicadeza, de que su parto no fue lo que ella imaginó y aún así supo seguir en su centro, que sentir que no podía más y sostenerlo… la devolvió más empoderada que nunca. En un primer momento le costó conectar con el Poder que encierra todo ello, a pesar de que yo le contaba lo que vieron mis ojos y sintió mi alma cuando ella estuvo de parto. Pero la vida nos trae ayudas y fue muy interesante que cuando Inma acompañó durante unas horas a una amiga que estaba de parto… por fin vio su propio reflejo y se dio cuenta de todo lo que había hecho, de todo lo que sigue haciendo día a día como madre. 

Y esto es parte de lo que hacemos las doulas, devolvemos a las madres una mirada de complicidad, una perspectiva de la experiencia que quizás ellas mismas no son capaces de ver, porque cuando estamos inmersas en esta metamorfosis (algunas le llamamos «mamamorfosis»), se nos escapan los detalles y puede que solo veamos lo que «no fue», en vez de todo lo que ES.

Me emocionó mucho cuando me contó esa «visión» que tuvo de sí misma a través de la mirada a otra mujer, porque ella en aquellos momentos fue como una doula para su amiga, y eso es lo que VEMOS las doulas: el gran poder que hay en cada parto, en cada nacimiento, la fuerza que se necesita para transitarlo, sea como sea que suceda todo…aunque la realidad nos desvíe de nuestros deseos más íntimos. Es por todo ello que siempre digo que yo creo en las mujeres.

Así que ahora me ha hecho un regalo de corazón ofreciéndome su testimonio, me lo envió por correo con estas palabras:

Gracias por todo, me vuelvo a ir a la cama emocionada de releer, revivir y readmirar el gran milagro de la vida, de conocernos.
Un abrazo

LLucia Mir, mi doula:

Ha sido mi cómplice cuando sentía necesaria la comunicación de mujer a mujer y, no solo eso, quería estar con una mujer que ya hubiera pasado por la misma situación que yo estaba pasando. Quiero  destacar su profesionalidad porque su calidez humana hace años que la voy conociendo.

Mi doula complementó el trabajo del personal sanitario y, sobretodo, supo estar a mi lado como una buena amiga, durante el embarazo, parto y posparto, siempre aportando, como bien dice su nombre, Luz en nuestras decisiones y haciendo posible que todo el proceso fuera consciente, nuestro, pero sobretodo mío y hasta el día de hoy, ocho meses después, que he conseguido  revivir mi parto como un acto de poder y ahora puedo relatarlo.

La primera vez que escuche la palabra doula fue hace nueve años cuando fui a hacerme un masaje y en la puerta de su consulta había ese cartel naranja que ponía “ Doulas mam”. Ella me explicó en que consistía esta profesión y, a pesar de que no me quedó totalmente claro, supe que ella sería mi Doula y me acompañaría en el parto de mi bebé.

Siempre nos aportó información de evidencia científica sobre lo que teníamos dudas, para que libremente sintiéramos y tomáramos la decisión que mejor se adaptara a nosotros.

¿Cómo la puedo definir o describir?… ¿Madre?, ¿Hermana? Tal vez, pero del alma, y agradezco que no es mi madre y que pudiera acompañarme en los dolores, en las quejas, en mis particularidades, que en todo momento fueron acompañadas desde el respeto, desde el silencio, desde el AMOR, contracción a contracción, haciendo de mediadora entre el mundo y yo. Sin palabras, ella sabía lo que necesitaba y esto me dio seguridad, me comprendió y así tuve la sensación plena por primera vez en mi vida de que esa era mi forma de hacer las cosas y estaba todo en orden.

Tras doce horas de contracciones en casa, al romperse la bolsa y ver la comadrona que había “aguas sucias”, tuvimos que ir al hospital, supe que ella no podría entrar pero ya me había dejado un gran regalo, me sentía en mi centro y preparada y capaz para defender un parto respetado pese a todos los protocolos. Ni me despedí en la puerta del paritorio, noté su ausencia porque ya nadie más se ocupó de mi, ni masajes ni contención, nada, empezaron las exigencias…la supervivencia del bebe y la mía parecía estar en juego, aunque realmente yo sentía que era desproporcionado. Su voz susurrante, su mirada azul, sus sugerencias, estuvieron siempre conmigo, como susurrándome tras las orejas.

A las 00.00 cuando estábamos en la habitación con Lorién, nuestro bebé, ella fue nuestra primera visita, no sería la última… ahí estuvo, ayudándonos a conquistar la lactancia, así como en la hospitalización posterior de nuestro hijo por plaquetopenia aloinmune…y ocho meses y medio después, continua en nuestras vidas con su tesón, su amor y compartiendo con emoción, al fin, que hoy sí puedo contarlo, puedo escribirlo, y decir que estoy satisfecha, conforme, orgullosa, feliz y profundamente emocionada en medio de la noche: “re-tejiendo tu bien merecido regalo de cumpleaños, Navidad, Año nuevo, San Valentín y Pascua. Gracias Llucia, por ser la gran mujer que eres».

Inma

Parto Inma acostada 1

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Testimonio de Mónica, Sarjan y Dhara (21-01-2018)

Los testimonios de parto con doula son hermosos ya que reflejan muy bien en que consiste nuestro trabajo, pero aún más importante, cómo afecta nuestra presencia a la experiencia de parto en las familias, en especial en las mujeres.

Desde el primer encuentro con Mónica todo fue fácil y fluido, me parecía que nos conocíamos desde hacia tiempo, es una mujer con mucho trabajo personal en todos los aspectos, de hecho eso facilita mucho la inmersión en la maternidad… no tanto porque te garantice que no vayas a tener altibajos o sobresaltos, sino más bien, por la madurez con lo que los vas a afrontar. Además, Mónica no le tenía miedo al parto y eso hoy en día es bastante difícil de encontrar. Así que más bien fue reafirmar lo que ya sabía ella en su corazón, abrirle el abanico de posibilidades y estar cerca durante todo el proceso.

El resultado fue un parto precioso e intenso, en él pudimos contar con la fotógrafa Marta Formes que hizo unas increíbles fotos de parto en casa, que muestran un poco de aquello que vivimos en nuestra piel los que tuvimos el privilegio de estar presentes… se rebosa oxitocina y amor puro.

Luego queda el resto de la vida, pero esos momentos forman parte de aquellos que guardamos en el fondo de nuestro corazón.

Solo puedo decir GRACIAS por el placer de acompañar algo tan sagrado.

Llucia

 

Con la canción de las Sister Sledge “We are family” le daba la bienvenida al 2017, poco me esperaba yo que empezaría el 2018 siendo una gran familia.

Pues si os cuento esto es porque con la primavera empezó uno de los períodos más emocionantes de mi vida… ¡el embarazo!! Han sido 9 meses increíbles llenos de sensaciones de lo más indescriptibles que jamás haya vivido. Un estado constante de armonía interna muy reparador y nutridor para mí en ese momento, 9 meses de preparación para el gran día, el día del alumbramiento de nuestra querida hija Dhara que como bien indica su nombre, significa: “el fluir constante de la vida”. Y como la cosa iba de fluir pues en eso se basó mi embarazo, fluir siguiendo mi ritmo  en cada momento.

Estábamos en el tercer trimestre, tomamos la decisión de que el parto sería en casa acompañada por Mikel y su equipo de «Doulas mam», él me invitó a conocer a Llucia, ya que ella sería la doula que me acompañaría en el proceso… desde el primer instante que la vi encontré su apoyo sincero, profundo y totalmente amoroso… me abrió las puertas de su casa al más puro estilo familiar posible… eso me reafirmó que estaba en muy buenas manos. Hablamos y compartimos largo y tendido desde un lugar muy sincero… esto me acercó mucho a ella y me dio mucha tranquilidad, me quito las dudas y me recordó toda la fuerza y valor que hay en mí para afrontar ese gran momento… sus sesiones de osteopatía y masaje eran, y son, un bálsamo para mi cuerpo, mi alma, un momento de re-conexión total con mi esencia.

Era sábado noche, 21 de enero, sola en casa y mi plan era pizza, peli y a dormir temprano, una de las noches más tranquilas de hacia días… ¡Oh! que gusto recordarlo!! A media noche empecé a notar que algo sucedía en mi interior, Dhara quería salir, siiii… calma, serenidad y fuerza se apoderaron de mí y me acompañaron en todo momento. Al rato llegó Sarjan, mi pareja, el papá de la criatura… nos pusimos en marcha para avisar a todos… estábamos de parto, listos para recibirla. Fueron 9 horas maravillosas e intensas, poder sentir y vivir todo ese movimiento con absoluta totalidad, presencia y gran apoyo fue un gran regalo. En toda la casa se podía sentir el silencio y el respeto por el momento que estábamos viviendo… el acompañamiento de Sarjan fue exquisito, parecía saber y atender todo lo que precisaba en cada momento… Llucia a mi lado, silenciosa, atenta, respetando mi ritmo… Cristina preparando la intendencia y observando, Mikel en la sombra, alerta de todo y listo para actuar en cualquier momento y Suvi, la nona, cuidando cada detalle con gran armonía.

No me lo podría haber imaginado de otra manera, fluido, cálido, silencioso y acompañada por un gran equipo!! Gracias por hacerlo posible.

Con amor,

Mònica

Parto Monica 500px

Domingo 21 de Enero de 2018 a las 9:58h en Son Duri, Manacor.

A estas horas hace 2 meses ya dormíamos acurrucados contigo y disfrutábamos de tus primeros llantos de alegría y amor!!!
¡¡Que experiencia maravillosa !!

Queremos compartir con vosotros estos momentos tan especiales de ese día, cuando las guerreras se pusieron en acción para traer a este hermoso Ser.

Gracias a Mònica por hacerlo posible, por tu coraje, dedicación, presencia, fuerza y sabiduría, gracias por todo lo que haces y sigues haciendo.

Gracias a Suvarna, por estar presente y acompañar firme cómo un bamboo y ligera como una pluma.

Gracias a Marta Formes por ofrecerte para plasmar estos momentos de una forma tan silenciosa y profesional.

Gracias a todo el equipo de Mikel Manchola, su profesionalidad, dulzura, seguridad, experiencia y sencillez hicieron y nos aportaron el ingrediente esencial, seguridad, calma y tranquilidad, para llevar a cabo este proceso. Gracias Mikel.

Gracias Llucia Doula por tu guía, apoyo, presencia y frescura, han sido una parte fundamental para Mónica, para poder conectar con su fuerza y seguridad como mujer.

Gracias Cristina Seguí tu inocencia y humilde presencia, combinados con tu sabiduría, claridad, experiencia y profesionalidad, hicieron del proceso mucho más llevadero.

Gracias a todos los que habeís puesto vuestro granito de arena para hacernos sentir seguros, empoderados, bienvenidos y amados. ¡¡Familia, hermanos, amigos y amigas!!!

Gracias Dhara, hoy cumples 2 meses y solo quiero mirarte, abrazarte y achucharte. Que hermosa eres.

¡¡¡ Bienvenida al mundo !!!

 

Parto Mónica-Dhara

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Testimonio parto doula Llucia

Testimonio de Daniela, Samuel y Ana (23-12-17)

Daniela y Samuel me consultaron como doula cuando ya estaban en una fase avanzada del embarazo.  Como ella misma cuenta, se le despertaron miedos hacia el parto y la maternidad de los que no había sido consciente hasta aquel momento y comentándolo en sus clases de yoga para embarazadas, resultó que «casualmente» yo era la doula de una compañera suya que le comentó lo mucho que le estaba ayudando contar conmigo y saber que iba a estar con ellos en el parto.

Aunque no sabían muy bien cómo les podía ayudar o qué podían esperar de mi, después de dos encuentros como doula y otros dos como terapeuta (dos formas de abordajes diferentes, pero que se complementan de forma fantástica) pude observar una hermosa transformación. Daniela pasó de tener mucho miedo, a esperar con verdadera presencia y alegría el nacimiento de su hija. Ellos son una familia cristiana practicante y resulta que su semana 40 de embarazo tenía fecha del 23 de diciembre, Daniela recordó que la madre de Jesús hacía más de 2000 años había estado en una tesitura similar, pero en condiciones mucho más precarias, esa conexión le aportó una complicidad especial para pasar los últimos días de embarazo.

Y fue precioso estar cerca de ellos, ver desplegar su potencialidad como mujer y como madre, con la compañía atenta de su marido, aceptando los retos que le puso delante la vida y atravesando cada etapa con coraje. Nunca deja de sorprenderme de lo que somos capaces las mujeres y con Daniela soy testigo de una maduración personal muy especial, ya que claramente hay un antes y un después  de su nacimiento como madre.

Ha aquí la experiencia con sus propias palabras:

Mi encuentro con Llucia como doula hizo que mi experiencia del parto cambiara del cielo a la tierra, mis miedos rápidamente se transformaron y sacando lo mejor de mi misma tuve un parto del que hoy me siento muy orgullosa.

Todo comenzó hace unos meses, ha medida que se acercaba el parto comenzaron a surgir en mí todos esos miedos inconscientes que algunas veces tapamos y otras no queremos ver. Pero, tal como es la maternidad, comenzaron a salir y ya no pude controlarlos. Sentía además que eran miedos ancestrales como yo les llamé, miedos del pasado, de mis antepasados, etc. Y de la nada empecé a darme cuenta que estos miedos no estaban solo en el plano psicológico sino que podrían afectar significativamente el curso del parto. Sentí que podía pasar de tener una experiencia estresante y llena de miedos que a su vez podía traer complicaciones a una experiencia llena de amor, paz y tranquilidad.

Llucia me ayudó a conectarme conmigo misma y mi bebé, a aceptar mis miedos, conocerlos mejor y trabajar sobre lo que podía hacer para apaciguarlos. Masajes, conversaciones, relajaciones, todo fue dando paso a una sensación de paz, de orgullo y sin darme cuenta ya quería que viniera el parto y ¡con muchísima ilusión!!

Todo este proceso además lo viví con mi marido, fuimos juntos a cada sesión, a cada encuentro y fuimos formando con Llucia un lazo que no olvidaremos jamás y del cual estamos y estaremos siempre profundamente agradecidos.

El día del parto llegó y, como siempre, nada sale según nuestros planes, pero eso era algo que también habíamos hablado previamente con nuestra doula. Nos dijeron que deberíamos inducir el parto por falta de líquido amniótico y, en vez de alertarnos, hicimos todo con mucha paz y tranquilidad. Al llegar al hospital y empezar con la preinduccion ¡¡comenzó el parto!! Llucia nos acompañó en todo momento, llena de detalles, de mimos, un apoyo que nunca olvidaré. Sacando lo mejor de mí, sintiéndome valiente logré tener un parto natural, a pesar de que al inducir sabía que era más probable que terminara en cesárea, … ¡Logramos con mi hija Ana tener un parto natural, lleno de amor!!

Me siento muy orgullosa de mí misma, de mi hija, de mi marido y de Llucia! Formamos un equipo y logramos juntos que la experiencia de embarazo y parto fuese en paz, con tranquilidad y con diferencia, la mejor experiencia posible.

Daniela

familia con doula

Contactamos con Lucia como doula para el primer embarazo de mi mujer. La experiencia ha sido excepcional en todos los aspectos, Llucia es una gran profesional, tanto por sus conocimientos y su experiencia, como por su personalidad y su disponibilidad.

Nos ha acompañado a partir de la semana 36 con dos sesiones de osteopatía (ya que, además, es osteópata y masajista), dos encuentros para aclarar nuestras dudas como doula, ha estado presente  durante todo el parto y nos ha visitado una semana después para hacer seguimiento de la lactancia materna.

Ademas de todo eso, estuvo siempre disponible cada vez que teníamos dudas o preguntas, también cuando mi mujer tenía dolores o contracciones en medio de la noche.  Por mi lado, como compañero de primeriza, puedo decir que para mi ha sido importante contar con una doula, dado que no tenía experiencia y sentía que tampoco tenía herramientas para ayudar a mi mujer durante esta etapa de la vida. Es un momento en el cual hay muchas dudas, miedos, dolores y tener una profesional como Llucia, así de completa,  fue fenomenal. La recomiendo a todo el mundo. Lo repetiremos seguro si viene un segundo 🙂

Samuel

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