Listado de la etiqueta: acompañar en el parto

Testimonio Ida, Jorge y León (07-08-18)

Es muy común que los encuentros con las familias que solicitan una doula vengan a través de recomendaciones, por eso a veces soy la doula de las amigas de un mismo grupo, como ocurrió en este caso. Parir es un acto muy potente, es muy físico, emocional y espiritual al mismo tiempo, por lo que es importante quién te acompaña,… queda fuera el mental, que tiene que quitarse de en medio para que todo el proceso se desarrolle con toda su fuerza. Esa es la razón por la que en un parto sobran las palabras y apenas tiene importancia el idioma que hablas. Nos une el idioma del corazón.

Con Ida y Jorge hubo entendimiento desde el primer encuentro, ellos son una pareja muy conscientes y muy unidos, sabían lo que querían y cómo lo querían. Estar cerca de familias así es un privilegio, además de fácil.

Fue hermoso danzar alrededor del fuego que crearon en su nacimiento como padres, todo amor y todo instinto. Incluso, cuando la vida les puso en la tesitura de ir al hospital, siguieron conectados los hilos invisibles de unión entre ellos, para recibir de la mejor manera a León.

Acompañar a Ida fue una experiencia increíble, además de un placer, cuando recordamos aquellos momentos no podemos evitar emocionarnos y sentir ese vínculo especial que queda en el corazón a pesar del paso del tiempo. 

 

Encontramos a Lucía a través de las recomendaciones de varios amigos y después de reunirnos con ella, ambos confiamos instintivamente en ella y sentimos que queríamos que Lucía formara parte del nacimiento en casa de nuestro hijo. Nos cautivó su energía tranquilizadora, tranquila pero juguetona y positiva. Ella es una gran oyente y parecía que inmediatamente nos entendía como pareja, a pesar de que mi español no es muy bueno y, sobretodo, respetaba nuestros deseos. ¡Parecía que la conocíamos desde hacía mucho tiempo!

Para vincularme más con Lucía durante los meses previos al nacimiento, realicé dos masajes que fueron muy agradables. En el segundo, que estaba cerca del nacimiento, se estaba comunicando en silencio con mi bebé con sus manos sanadoras y su energía, fue una experiencia hermosa y emocional.

Durante la noche real del parto, Lucía llegó con el equipo de parto y se mezcló de una manera muy natural y segura en nuestro hogar. Durante todo el parto no creo que me haya comunicado mucho con palabras, pero Lucía resultó tener un sexto sentido en lo que necesitaba, tanto si era refrescarme con toallas húmedas, darme un masaje en la espalda o conseguirnos agua. Ella realmente respetaba la mágica burbuja de nacimiento en la que estábamos mi compañero y yo, lo cual era nuestro deseo, y logró ser de ayuda sin perturbar nuestro precioso momento privado. Cuando, en la fase de empuje, tuvimos que ser trasladados al hospital a medida que bajaba el ritmo cardíaco del bebé, Lucía vino con nosotros y fue de gran ayuda para mi pareja, que tuvo que permanecer en la sala de espera durante la cirugía. Ella también se quedó para asegurarse de que el bebé comenzara a comer adecuadamente, además vino a visitarnos unos días después y también se mantuvo en contacto por WhatsApp y estaba disponible para cualquier pregunta que tuviéramos, lo que realmente aprecié.

¡Realmente amamos a Lucía y la recomendaríamos a cualquier persona interesada en tener la presencia de una doula en el parto!

Ida

 

(Texto original)

We found Lucía through recommendations from several friends and after meeting with her, we both instinctively trusted her and felt that we wanted Lucía to be part of the home birth of our son. We were smitten by her reassuring, calm yet playful and positive energy. She was a great listener and it felt like she immediately understood us as a couple, even though my Spanish is not so good, and was respectful of our wishes. It seemed as we had known her for a long time!

To bond more with Lucía during the months before birth I went for two massages that were both really nice. In the second one which was close to birth, she was silently communicating with my baby with her healing hands and energy and it was a beautiful, emotional experience.

During the actual night of the birth, Lucía arrived with the birth team and blended in in a very natural and confident way in our home. During the entire labor I don’t think I communicated much with words, but Lucía turned out to have a sixth sense in what I needed, weather it was to cool me down with wet towels, give a back massage or get us water. She really respected the magical birth bubble that me and my partner were in, which was our wish, and managed to be of assistance without disturbing our precious, private moment. When, in the pushing phase, we actually had to be transfered to the hospital as the baby’s heart rate went down, Lucía came with us and was of great support for my partner who had to stay in the waiting room during surgery. She also stayed to make sure that the baby started eating properly, plus came to visit a few days later and also stayed in touch on WhatsApp and was available for any questions that we would have, which I really appreciated.

We really love Lucía and would recommend her to anyone interested in having a doula present at birth!

Ida

acompañArte

Testimonio parto con doula en Mallorca

Testimonio Lorena, Antonio y Candela (5-09-19)

Conocí a Lorena en un mercado de pueblo, un lugar como otro cualquiera para que surjan las «causalidades», aunque no era la primera vez que me pasaba. Desde ese encuentro mantuvimos un contacto continuado en el tiempo… entre un cambio suyo de domicilio de Inglaterra a Mallorca, su deseo de maternidad, la búsqueda y las decisiones… pasaban los años.
En cuanto quedó embarazada ¡que alegría para todos!, se reflejaba en su rostro y en la ligereza como llevaba el embarazo, la avidez por informarse, aprender, conocer aquello que le podía ayudar a ser consciente, prepararse para la mejor experiencia y también para los imprevistos.
Llegado el día del parto tuvo que afrontar una de las situaciones más difíciles para una mujer que desea tener un parto fisiológico, empezar con una inducción. Pero la ilusión de ver pronto a Candela y su preparación previa le ayudaron a aceptar el cambio de planes, sostuvo las contracciones intensas con oxitocina sintética el tiempo suficiente como para entrar en el «Planeta Parto», allí se mantuvo durante horas con fiel determinación, a pesar de que las noticias de los avances no eran buenas,… olvidada del tiempo y el espacio, solo ella sabe de la fuerza que utilizó para continuar… o quizás otras mujeres que han parido en esta situación, pueden intuir, a qué se estaba enfrentando en su interior.
En su evolución de parto y después de largas horas, pedir una epidural era abrir la posibilidad de que su cuerpo pudiera relajarse mínimamente y quizás ceder para abrirse. Y no fue así, la epidural no hacia el efecto deseado y seguía sin dilatar. Es verdad que, a veces, los partos iniciados con inducción tienen peor respuesta al proceso porque el cuerpo no estaba «preparado» para ello, pero aún así, ¡hay tantos factores que influyen! y que no dependen de la voluntad de la mujer, ni de cuanto se abandona al proceso, ni de cuanto se ha trabajado interiormente,… entonces la parte más difícil es ACEPTAR, así en mayúsculas, todas y cada una de las circunstancias de la experiencia que toca vivir, sin ninguna culpa.
Visto desde afuera, con mi mirada de doula y después de haber acompañado muchos partos, solo puedo ADMIRAR la fuerza, la belleza y la determinación de Lorena, solo puedo recordarle que su gesta es inmensa. Que estuvo sosteniendo durante muchas horas toda clase de pruebas, de esas que te hacen tirar la toalla y ella siempre fue más allá.
Incluso, una vez acabado el parto y en plena recuperación física y emocional, está lidiando con una lactancia que daría para escribir un libro… aunque esa es otra historia, que quizás ella misma contará. De momento, os dejo con sus palabras sobre su experiencia de parto. Un parto Intenso, profundo, único. Un parto iniciático. Un parto de AMOR.
Gracias Lorena por enseñarme tanto, en cuanto a mujer y en cuanto a amiga. ¡GRACIAS!
Casi 4 años con Llucia, «nuestra» doula… acompañándonos en la búsqueda. En los inicios ni como doula, sino como Ser que te encuentras en el camino y con su corazón generoso te acompaña una parte del mismo.
Al final de un largo periplo lleno absolutamente de todo tipo de opciones llegó el 21 de diciembre de 2018 la llamada que me comunicaba la ansiada noticia: ¡¡¡Estás embarazada!!!
Embarazada, embarazada… ¡¡EMBARAZADA!!hermosa palabra que me llena la boca de emociones que casi puedo masticar.
Embarazada… embarazados… repletos de amor, de ilusión y ahora sí, Llucia era la doula que nos acompañaría los siguientes meses.
Con ella resolvimos montones de preguntas que le iban dando forma a nuestra experiencia. Un embarazo privilegiado, tranquilo, consciente, liviano…¡¡Un regalo de la Vida!!… Durante esos meses, leí, me escuché…imaginé….y también esperé cosas que no sucedieron…Recordatorio: ¡¡no leas, Lorena!! cada individuo es un mundo, tú eres única y tu experiencia también lo será.
Al pasar la semana 40 los días de «la dulce espera» a finales de agosto, se tornaron inquietos…y el día 6 de septiembre, una semana después de haber cumplido mi semana 40, a las 10h de la mañana rompí aguas y eran sucias…llamé a Llucia y me recogió para llevarme al hospital hasta que llegara Antonio… En media hora estábamos en el hospital y tenía las correas puestas. Candela estaba estupendamente pero tenía que quedarme ingresada (protocolos… que le vamos a hacer…) para iniciar una inducción.
La verdad es que iba ligera de expectativas rígidas…me hubieran gustado unas cosas más que otras… sabia de las opciones…bueno, pensé que las conocía todas… pero la Vida, siempre nos sorprende.
Pensaba que el hecho de ponerme oxitocina me haría sentir que aquello no era natural…pero lo fue…era mi parto…eran mis contracciones… estaba Llucia… estaba Antonio… Era hermoso y desgarrador a partes iguales.
Llucia me reconfortaba con su constante sonrisa que le quita hierro hasta a una contracción de oxitocina, ¡¡que se dice pronto!! Me daba masajes, me acariciaba, me susurraba… y yo, me dejaba hacer, rendida y agradecida… en ese momento tan ÚNICO.
Antonio también fue un «doulo» perfecto… me costó confiar en que así sería pero, me demostró una vez más, que su intuición está por encima de su razón.
Después de 10 horas de oxitocina y ya no con contracciones sino con una constante contracción y cero dilatación, decidimos ponerme la epidural para ver si mi cuerpo se relajaba y podía comenzar a dilatar… después de dos horas de espera, literalmente temblando constantemente y con apenas efecto de la epidural y cero dilatación, se decidió hacerme una cesárea de urgencia. Llucia, que me había estado agarrando durante esa contracción infinita se despidió para que pasara Antonio antes de irme al quirófano.
Hasta el inicio de la contracción sin fin, sentí mucha culpabilidad…de no dilatar… sentía que era responsable porque no lograba comportarme como un animal… sin pensar… sentía que el hecho de no dilatar era culpa mía… se que Llucia y las comadronas me decían cosas para consolarme… pero no recuerdo nada… solo la pena de sentirme responsable de ese fallo… Y resulta que es normal… llegué sin trabajo de parto, empezando de cero… así que es probable que pase lo que pasó, que no dilates… hice todo lo que estuvo en mis manos para no entrar en ese quirófano… para parir vaginalmente… porque parir, PARÍ…
Antes de entrar en el quirófano… la verdad… no estaba muy en mi cabales… lo recuerdo todo difuminado… recuerdo entrar… que me atasen… recuerdo decirles que en mi plan de parto pedí que no me atasen (¡¡fíjate tu!!)… recuerdo que me pedían que estirase las piernas pero la epidural no me había hecho el suficiente efecto… tenía demasiada oxitocina en el cuerpo así que sucedió la única situación para lo que no estaba preparada… anestesia general… Me desperté 4 horas después en reanimación… me apretaban el abdomen para detener una hemorragia… atonía uterina… dolor…contracciones… morfina… gente amable… dolor… no había espacio para pensar en nada más… para comprender qué estaba pasando, qué hora era… qué hacía allí… Las horas pasaron y después de ponerme una transfusión Antonio llegó… ¿Antonio?… no me había parado a pensar dónde estaba ni que había pasado, ni dónde estaba mi bebé… supongo que estaba en modo supervivencia.
Entonces me enseñó una foto de Candela… me dijo que era preciosa y que estaba bien… No sentí nada… gracias que no sentí pena… la que sentí cuando todas las drogas que me inundaban desaparecieron… la que sentí al darme cuenta de que no había estado allí para verla nacer… para no tener ese agujero en el parto…
Gracias que no tuve esos pensamientos cuando todavía estaba allí.
A las 5h de la mañana me subieron a la habitación y por fin la conocí… la olí, la toqué… mi querida Llucia estaba allí, por supuesto, acompañando a mi familia… a Antonio y a Candela… y acercándola a mi pecho en cuánto se pudo.
Mi pequeña se agarró con hambre y fuerza, la que luego nos ha enseñado un día tras otro que es «su manera»… entonces… me desconecté… me dormí con ella cerca de mi corazón, ahora al otro lado de mi piel…
Ojalá supiera escribir con palabras más certeras… más finas… más adecuadas para describir lo que ha sido esa vivencia para mi… si se que es lo más intenso y lleno de amor que he vivido en mi vida y mi parto, es mío… lo repetiría aún con todos los infortunios, porque es MIO, Candela es como mi ángel, salió de mi, por una puerta no esperada, pero su puerta, la que ella escogió… igual que unos meses antes de quedarme embarazada sentí que ya me había escogido… sentí que ya era mamá… me sentí en paz y entonces aterrizó…
Mi camino, nuestro camino ha sido más tranquilo y seguro gracias al acompañamiento de Llucia… figura que siempre estará en nuestras vidas por ello… Me dio siempre todo cuanto necesité, unas veces porque se lo dije y otras porque lo adivinó…
Testimonio parto con doula
acompañArte
Doulaje Stefania

Testimonio Stefanía, Nicolás y Leonardo (28/07/2018)

Stefanía es una mujer fuerte y con las ideas claras. Me acuerdo cuando tuvimos la entrevista y me contaba la clase de parto que quería y todo lo que se había preparado para ello, de su claridad y empoderamiento surgía un impulso de rechazar todo lo que viniera de parte de los profesionales sanitarios.
Como doula apoyo a cada mujer en su camino de maternidad pero, además, les recuerdo que es importante aprender a confiar en los profesionales que le atienden durante el proceso. Eso se puede hacer al mismo tiempo que siguen conectadas con sus propios instintos, sus propios deseos y sus derechos como usuarias, ya que es importante comprender que, a veces, es necesario que ellos actúen para que todo vaya bien para la salud materno-infantil. En la maternidad siempre hay que contar con un Plan A, B, C, D,… y todos los que haga falta.
La vida trae sorpresas y el parto de Stefanía fue de pródromos tan intensos que parecían parto y luego el parto fue largo, tanto en la parte que vivimos en casa como la que sucedió en el hospital, además de las dificultades añadidas del posparto inmediato. Así que tuvo que acceder a todos sus recursos internos y a toda la confianza en las personas que les rodeaban, que demostraron  su gran profesionalidad.
Fue un ejemplo de valentía y superación por parte de esta hermosa familia que se han quedado en mi corazón para siempre. Gracias por confiar.
Me había preparado bien para este momento tan soñado y esperado, tenía todo tan claro sobre lo que quería y lo que no, con mi plan de parto y mi convicciones. Pero el destino tenía planeado algo distinto, algo con lo que no había contado. Estuve soñando y concentrándome para tener este parto de la forma mas natural posible pero tuve que aprender una gran lección de humildad. En la realidad se hizo todo muy muy largo, tan largo que mi pequeñín nació sufriendo por tanta espera y tuvo que ser ingresado en la UCI neonatal más de una semana.
Fue muy importante para mi tener a mi doula Llucia, acompañándome en todo este tiempo. Fue un alivio tener una persona al lado que supiera lo que necesitaba sin tener que pedírselo, desde las necesidades más básicas como tener sed o calor, hasta  tranquilizar a mi familia para que no hubiera estrés en el aire. En estos momentos tan largos y a ratos pesados, sabía que podía contar con ella y todo se me hizo más liviano y soportable. Después del parto también su buena energía nos ayudó a tener una buena lactancia que todavía disfrutamos. Tuvimos también la suerte de encontrar en el hospital una muy buena matrona con la que hicimos buen equipo, permitiendo estar dentro de paritorio tanto a la doula como a mi pareja, esto para mi fue muy importante.
Agradezco que todo al final se quedó solo en un susto, mi baby es una pelotita de amor, lleno de energía y alegría.
Agradezco mucho la ayuda y el soporte que tuve por parte del personal sanitario de Son Llàtzer .
Agradezco a Llucia su presencia, su buena energía, su paciencia, su Ser.
Las personas se cruzan en el camino siempre por una razón, no tengo duda.
Ahora sigo disfrutando de la alegría de la vida que es maravillosa.
Stefanía

acompañArte

Testimonio Nataly, Max y Selena (02-06-2108)

Cuando Nataly vino a casa para conocernos, informarse sobre mi trabajo como doula y de la posibilidad de parir en casa… en realidad ella ya sabía todo. Hay mujeres que se nota enseguida que tienen trabajo personal hecho y es suficiente con escucharlas desde el corazón y mantenerse cerca, para que encuentren fácilmente su camino.

Recuerdo que tomó sus decisiones de forma rápida y las mantuvo a lo largo de todo el proceso. Su parto fue potente y cuando estaba inmersa en el Planeta Parto le salían unos cantos muy bonitos y personales, alguno lo grabé porque sabía que luego ni se acordaría de esos sonidos que emitía. Su expulsivo, además de potente, fue largo y su rostro reflejaba la determinación, más allá del miedo, más allá del tiempo, más allá del dolor… al nacer Selena supimos porqué fue tan costoso, venía con una manita en la cabeza y eso hacía que fuera más difícil descender.

Todo fue precioso en el parto de Nataly, además de intenso, cuando a primera hora de la mañana salí de su casa, tomé la decisión de irme de excursión por una zona muy cercana de montaña y bosques de encina, seguía pletórica de energía y oxitocina, fue el remate perfecto para una noche muy especial. Y más tarde, el descanso merecido.

 

Conocí a Llucia  cuando estaba de 27 semanas. Necesitaba una doula, un pilar en esta aventura tan nueva, desconocida e intensa. Me acuerdo que al salir de su casa me sentía empoderada y con una sensación de que todo está bien y va a salir bien. ¡Agradezco cada una de sus palabras sabias!

Y ya ha llegado la hora… después de 40 semanas y 5 días de espera, estaba a punto de tener la cita más importante, una cita con mi hija y una cita con la VIDA. Me es muy difícil poner palabras a esta experiencia..

Ya en las últimas semanas de embarazo sentía mucha claridad y muchas ganas del parto. Como algo desconocido y misterioso lo veía como una oportunidad de anclarme más a la vida. Y no me equivoqué…  Con cada contracción se iban las nociones del tiempo, los pensamientos… solo existía el presente. Me acuerdo de las contracciones, pero sobre todo de los descansos entre ellas. Estos momentos de alivio y de tomar fuerzas y decirme a mi misma: ¨Venga, una más, sí que puedes!¨  Me acuerdo que realmente no tuve que hacer nada, era como si todo se hacía solo y no había manera de controlarlo, frenarlo o huir… Una fuerza inmensa que abría mi cuerpo y mi Ser y el latido del corazón de mi hija. Lo único que me quedaba era cantarlo y respirar. Me acuerdo que en ningún momento estaba sola y que sentía mucho cariño y respeto de parte de todos. ¡Es algo que me emociona hasta ahora! ¡Que bonito fue estar en casa y con las personas en las que confío!

Tuve momentos de pánico y preocupación pero gracias a la experiencia y la confianza del increíble equipo de Mikel y a mi marido, que empujaba conmigo, Selena estaba en mis brazos el 2 de junio a las 06:54h de la mañana…

La experiencia me llevó a tocar mis límites y sobrepasarlos con mucha intensidad y la ayuda de los mejores acompañantes de mi parto: Llucia, Cristina, Mikel y mi marido Max. Voy a repetir siempre que lo mejor del parto para mi es que se acaba. Pero solo por esto volvería a vivirlo otra vez y no cambiaría absolutamente nada.

¡Sigo enamorada de mi hija, de mi pareja y de la vida misma! Y si, también enamorada del parto, porque me ha recordado la profundidad y grandeza que tiene la vida.

¡Nunca he sentido tanta PAZ, amor, humildad y confianza!

¡Gracias Gracias Gracias!

acompañArte

Testimonio Nadia, Ben y Osiris (1-05-2018)

Nadia llegó a mi por recomendación de una amiga suya que estaba muy contenta con mis servicios, es bastante común que el boca a boca sea la mejor correa de transmisión y que en grupos de mujeres afines acabe siendo la doula y/o la terapeuta de la mayoría de ellas a lo largo de los años. No hay como unas palabras desde el corazón, explicando una experiencia tan íntima y lo que significó para ellas mi acompañamiento, para «sentir» que eso es lo que quieren para su maternidad.

Como explica Nadia, es increíble como la comunicación se produce más allá del idioma que cada una habla normalmente, la relación mujer/doula es tan potente que se engarza más bien en la energía, las miradas y el contacto… con todo ello se produce una alquimia que facilita transitar la intensidad de convertirse en madre como algo sagrado, potente y reparador.

Aunque durante el embarazo solemos hablar de que en la maternidad hay que estar preparadas siempre para diferentes planes, para aceptar lo que la vida trae, es difícil para una mujer tener que cambiar del deseo de parir en casa… a la necesidad de acudir al hospital, inmersa ya en el proceso de parto, aunque no sea una cuestión urgente. Nadia fue muy valiente, porque a eso tuvo que añadir que el protocolo con aguas teñidas es de acelerar el proceso con oxitocina, algo que aumenta la sensación de las contracciones a unos niveles que para sostenerlo se requiere mucha entereza.

Fue increíble, debido a las circunstancias cuando entré en paritorio Nadia ya estaba en pleno apogeo, en aquel momento una parte de ella aún intentaba asimilar las nuevas circunstancias, mientras su cuerpo no le daba tregua… nos fundimos en un abrazo, le recordé (más con gestos que con palabras) que también en el hospital podía disfrutar su parto y vivirlo desde la Loba que ella es. Desde ahí fue fluyendo todo de forma rápida, con Nadia en el Planeta Parto, su pareja cerca de su corazón y ayudando desde el mejor lugar, las matronas aportando su control del bienestar materno-fetal y aceptando que estuviéramos todos juntos en paritorio apoyando el precioso nacimiento de Osiris.

Nadia es bella por dentro y por fuera, más allá del parto hay una bonita complicidad de tribu con ella y sus amigas del alma en tierras mallorquinas, todas son mujeres poderosas, de algunas hablaré pronto, aquí os dejo con las palabras de Nadia:

 

Así que encantada de compartir mi experiencia de nacimiento aquí, la presencia de Lucía, la sabiduría, la sanación y sus conocimientos me proporcionaron una comodidad y paz completa desde el momento en que nos conocimos. Enraizada en la tierra, Lucía es una poderosa madre de la tierra con un gran corazón, desde donde nos conectamos más allá de nuestra barrera del idioma.

Planeamos tener el nacimiento en casa, con esto en mente no habíamos preparado mucho más allá del espacio.

Mi compañero y yo pasamos nuestros últimos momentos en casa plantando semillas en la naturaleza para los próximos meses.

Sintiéndonos muy conectados con la atracción de la luna, decidimos dar la bienvenida a nuestro hijo Osiris con una ceremonia de luna llena 6 días antes de mi día esperado. Fue la noche siguiente, soñando bajo la luz de la luna luminosa que inunda la ventana de nuestro dormitorio que me desperté con un movimiento giratorio seguido de un chorro de agua liberada. Entusiasmada, desperté a mi compañero, me puse de pie y el agua siguió fluyendo. Llamamos a nuestra matrona, ya que a medida que pasaba el tiempo, mi compañero notó una ligera coloración … que sabíamos era una indicación para ir al hospital. Completamente desprevenidos, llenamos el coche de cosas como si nos estuviéramos mudando de casa, cogimos la funda de la silla de coche de nuestro bebé del tendedero, que aún se estaba secando, y condujimos casi una hora a Inca desde nuestro pueblo de montaña.

Elegimos el hospital de Inca ya que son pro naturales y menos propensos a intervenir innecesariamente. Estuvimos muy contentos con el equipo y no puedo agradecerles lo suficiente por permitir que tanto Lucía como mi compañero Ben estuvieran juntos en paritorio durante todo el proceso del nacimiento. A pesar de la pequeña dosis de oxitocina que se necesitaba debido a la coloración del líquido amniótico, realicé un parto natural con la ayuda de Lucía, que llegó en el punto más crucial, cuando sentí que no podía continuar … ella me tomó en sus brazos y me guió a través de las etapas finales más críticas, conectadas de corazón a corazón. Aunque no recuerdo las caras y los detalles, ya que estaba muy en mi espacio interior, recuerdo la presencia, el apoyo y el amor que rodearon todo el trabajo de parto.

Fue un parto bastante corto con solo unas pocas horas en la sala de partos, pero cuando estas en el “planeta parto”, el tiempo se vuelve completamente intrascendente.

Sostener a nuestro hijo Osiris en nuestros brazos por primera vez es una sensación de pura euforia y amor divino. Presencia y unidad completa.

Lucía, te damos gracias de todo corazón y estamos eternamente agradecidos por tu presencia en la sala de parto y toda tu sabiduría y apoyo antes y después del nacimiento. Si hay una solicitud que quisiera llevar a cabo en mi próximo nacimiento es la presencia de Lucía en el parto y sus poderosos tratamientos de osteopatía en el embarazo, que mantuvieron mi cuerpo alineado, relajado, abierto y conectado… gracias.

Nadia y Osiris

Texto original de Nadia:

So delighted to share my birth experience here, Lucía presence, wisdom, healing, and knowledge provided total comfort and peace from the moment we met. Rooted to the earth Lucia is a powerful earth mama with a big heart, from where we connected beyond our language barrier.
We planned to have the birth at home, with this in mind we had not prepared much beyond the space and alter.
My partner and I spent our last moments at home in nature planting seeds for the months ahead.

Feeling very connected to the pull of the moon, we decided to welcome our son Osiris in with a full moon ceremony 6 days prior to my expected day. It was the following evening, dreaming under the luminous moon light that floods our bedroom window that I awoke to a swiveling motion followed by a gush of water releasing. Excited I woke my partner, stood up and the water continued to flow. We called our midwife, as some time passed my partner noticed a slight discoloration. Which we knew as an indication to head to hospital. Completely unprepared we packed the car like we were moving house, pulled the car seat off the washing line which was still wet and in pieces, and drove almost an hour to Inca from our mountain village. We chose Inca as they are pro natural and less likely to intervine unnecessarily. We were really pleased with the team, and cannot thank them enough for allowing both Lucía and my partner Ben in the room together at the time of birth. Despite the small dose of oxitocin that was required due to the discoloration of my water, I performed a natural birth with the help of Lucía who arrived at the most crucial point, when I felt I could not continue. She took me into her arms and guided me through the final most critical stages, connected heart to heart throughout. Although I do not remember faces & details as I was very much in my inner space, I remember the presence, support and love that surrounded throughout the labor.
It was a fairly short labour with only a few hours in the labour room but when in the birthing zone time becomes completely inconsequential.

Holding our son Osiris in our arms for the first time is a feeling of pure divine euphoria & love. Complete presence and oneness. Lucía we thank you with all our hearts and we are eternally grateful for your presence in the labour room and all your wisdom and support prior and after the birth. If there’s one request I would carry through to my next birth it’s having Lucía’s presence at the birth & her powerful osteópata treatments before which kept my body aligned, open & connected. We thank you.

 

acompañArte

Flores en el desierto: DOULAS (22-julio-2018)

Flores en el desierto: Doulas

Hoy en IB3 radio hemos hablado durante una hora entera de DOULAS, en el programa «Flors en el desert«, un título muy apropiado por lo que representamos tantas veces las doulas para las mujeres. Ha sido muy completo, por un lado yo he hablado en nombre de Doulas Mam para explicar con detalle quiénes somos las doulas y en que consiste una formación para doulas, en concreto, la Formación doulas Mallorca de la cual somos organizadoras y ponentes, entre otros profesionales de la salud.

También ha participado por teléfono Mikel Mantxola como profesional sanitario que lleva 30 años atendiendo partos en casa como matrón y siempre acompañado de dos doulas, ha explicado como han evolucionado la atención a los partos a lo largo de los años en nuestro país, especialmente en Mallorca, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Como siempre, su experiencia, la certeza de sus convicciones, la naturalidad de su exposición y su gran respeto por las doulas, lo convierten en una voz muy valiosa en apoyo de nuestra profesión. 

Ha venido Camila, una alumna de la actual Formación doulas Mallorca 2018 para explicar su experiencia y sus razones para querer formarse, ella es jóven y tiene una profunda vocación de doula, en el tiempo que llevamos de curso ha acompañado, junto a mi como tutora, a Diana en su parto y ha sentido la oxitocina correr por sus venas, esa experiencia la relaté aquí. Ahora mismo está de guardia de otro parto inminente y muy ilusionada de poder estar cerca de Roxana en uno de los momentos más importantes de su vida.

Y las mejores voces son las de las mujeres, esas mujeres que escogieron tener una doula en su parto, que se preocuparon de informarse, que tomaron decisiones sobre su maternidad, que se sintieron poderosas a la hora de parir. Tuvieron sus partos en diferentes lugares, todos lo lugares en los que una doula te acompaña: el fantástico nacimiento en el agua de Lou en hospital privado del parto de Lila , el nacimiento de sus hijos Nura y Senda de Dámaris (las que tienen doula una vez, siempre repiten) en el hospital público de Inca con su doula y pareja juntos en paritorio y el parto en casa de los dos hijos de Xisca, Marc y Martí, con el equipo de Mikel Mantxola y sus dos doulas.

Lo que tienen en común estas mujeres es que tomaron la decisión de escoger cada uno de los aspectos que concernían a su maternidad de forma consciente y de querer ser acompañadas por mi como su doula, una confianza que les agradezco de corazón. Son mujeres valientes y poderosas, cada una de sus palabras rezuman sabiduría, hemos disfrutado de compartir nuestras experiencias y, aunque ellas no se conocían previamente, ha habido una corriente de conexión muy bonita. Y como siempre que nos reunimos mujeres en red, ha corrido la oxitocina por nuestras venas.

Más tarde, mientras estaba descansando al lado del mar, he recibido LA LLAMADA…una mujer de la que soy doula, ha empezado a tener contracciones que van cogiendo regularidad, probablemente esta noche vuelva a sentir la magia de acompañar el nacimiento de un nuevo Ser a este Planeta, gracias a mi profesión de doula.

Flors en el deserto interior (1) 450px

Flors en el desert interior (2)

Flors en el desert-doulas (3)

acompañArte

Testimonio Lila, Adrián y Lou (30-05-2018)

En mi primera entrevista con Lila fue muy evidente que solo necesitaba que alguien le hablara de corazón a corazón, que le explicaran cuanto Poder hay en un parto y abrirse a la posibilidad de conocer profesionales que atendieran sus necesidades y respondieran con empatía a sus preguntas.

Al acabar nuestra conversación le había cambiado la cara, de estar perdida y desconectada, pasó a tener una energía muy luminosa y una gran ilusión por vivir con consciencia lo que le restaba del embarazo y, por supuesto, su parto.

Supo encontrar muy rápido lo que toda mujer lleva dentro: fuerza, conexión, poder,… dio los pasos necesarios, enfiló su atención, se relajó en la confianza en su cuerpo y en su intuición. Llegado el día todo sucedió de forma muy fluida, nos acompañaba una gran Luna Llena que fue muy especial para mi porque me pasó algo inusual, tuve dos partos seguidos con tan solo dos horas de descanso entremedio que fueron preciosos, uno en casa y otro en Hospital ¡justo era el Día Mundial de la Doula! y aquí conté mi experiencia.

El parto de Lila fue potente y muy intuitivo, hicimos un gran equipo entre todos los profesionales implicados, trabajando con complicidad y respeto mutuos: matrona, ginecólogo y doula. Las diferentes etapas del proceso del parto fueron solventadas paso a paso, tal como en una maratón (símil muy utilizado por las mujeres que son deportistas), donde la madre nunca sabe hasta donde será capaz de llegar, pero se centra en estar presente y transitar la experiencia. Eso acaba concediendo un Gran Poder Interior.

Aquí lo cuenta Lila con sus propias palabras:

 

Conocí a Llucia en la semana 28 de mi embarazo. Ella me llego como un ángel que Dios manda para responder a las oraciones mas profundas del corazón.

Hasta conocer a Llucia no había logrado encontrar mi camino hacia la maternidad, la verdad es que como primeriza el aspecto que me provocaba mas temor era el acto de parir…tanto que en algún momento incluso consideré la cesárea como una alternativa. Los profesionales médicos de dos hospitales diferentes hicieron poco para calmar mis ansiedades y encontré un gran vacío en el apoyo emocional y espiritual.

Cuando encontré la pagina web de Doulas MAM Mallorca, inmediatamente tuve la sensación que estaba tocando en la puerta correcta. Desde el comienzo tuve correspondencia con Llucia y después de una visita ella me pudo resolver las dudas, y como si tuviese un espejo en la mano me permitió ver dentro de mi misma, inspirando en mi una confianza, un amor y un poder dormido. Me encontré sin temores y con mucha confianza e intuición sobre mis capacidades naturales. Tomé la decisión de que Llucia fuera mi doula y como tenía un embarazo sin complicaciones decidí que quería un parto natural en el agua.

Con solo diez semanas de preparación, encontré mi camino. Mi doula me pudo recomendar un tremendo equipo y con su orientación una nueva clínica, me pasó el contacto de una fantástica terapeuta del suelo pélvico y de un obstetra de la Policlínica Miramar que supo responder a mis preguntas y necesidades.

Cuando llegó el momento que mi hija quiso salir al mundo, coincidimos con el amanecer después de una luna llena. Mi doula justo salía de otro nacimiento cuando la llamé, como en ese momento estaba solo comenzando las contracciones quedamos en que le llamaría mas tarde para informar como progresábamos. Hacia el medio día comenzaron a aumentar las contracciones y Llucia llegó a mi casa en 20 minutos, llena de energía. De ahí casi inmediatamente salimos al Hospital por mi voluntad y cuando llegamos me informaron que solo estaba dilatada de 1 cm. ¡Me querían mandar de vuelta a casa! En este momento Llucia se puso a hablar con la matrona y no se como consiguió que nos dejaran quedar una hora para ver si progresaba más o menos rápido. Con el apoyo de Llucia logré dilatar 2 cm más en esa hora y siento que fue gracias a la comunicación y la conexión que yo sentía con mi Doula. Ella respondió en ese momento como si me estuviera cargando, me estaba apoyando permitiendo que mi mente, emociones, cuerpo y alma se rindieran al acto de parir.

Tuvimos momentos donde el parto se frenaba y no dilataba más, en esos momentos mi doula supo que masaje emplear, que música poner y como guiar la experiencia para que yo me relajara. En total desde la hora que llegó Llucia hasta que nació mi hija estuvimos nueve horas. Siento que gracias a su apoyo, mi hija y yo pudimos superar las pausas de progresión en el parto y conseguir mi deseado parto en el agua.

Parto Lila bañera 400 px

Después del nacimiento de mi hija, Llucia estuvo ahí para ayudarme con la lactancia y tres días después cuando me subió la leche ella estuvo para orientarme y animar una buena relación de lactancia entre mi hija y yo. Ahora ha pasado las semanas y yo puedo disfrutar mucho de mi hija y de nuestra conexión.

Siento que lograr tener el parto de mis sueños me ha puesto en una posición favorable para conectar con mi hija y hacer la transición de mujer a madre llena de mucho amor, confianza y por supuesto ¡oxitocina!

Parto Lila y Adrián

acompañArte

 

Testimonio Diana y Valentina (25-04-18)

Cuando Diana vino a hablar conmigo me encontré con una mujer que estaba un poco «perdida» y, sobretodo, que estaba sola. La maternidad es una gran transformación que requiere puntos de apoyo externos para poder afrontar las inseguridades que se despiertan, en su caso se añadía que era madre soltera a pesar de que en principio tener un hijo había sido un proyecto común con el padre de su hija.

Me sorprendía el coraje con el que llevaba su situación, físicamente estaba muy bien, pero emocionalmente vivió un embarazo muy difícil. Pudo contar con la ayuda de un grupo de mujeres con el que se reunía cada semana, tuvo su pequeña tribu que fue de gran apoyo mientras iba avanzando la gestación, preparándose para el gran momento.

Diana y amigas 500px

Vino a verme con su madre, que también es un gran pilar para ella, especialmente ahora que está criando a su hija. Diana y yo conectamos enseguida y vio muy claro que quería contar con una doula para sentirse acompañada de forma cercana y para poder tener su parto consciente y sin epidural, en la medida de lo posible.

Yo le ofrecí poder contar también con una doula en prácticas y así fue como conoció a Camila, también conectaron muy bien y tuvo su ayuda en diversos momentos del proceso de parto, fue un nacimiento precioso entre mujeres.

La matrona del hospital tuvo un trato muy respetuoso y colaboró con sus sugerencias para que Diana tuviera el mejor parto posible. Ella entró tan profundamente en el Planeta Parto que ni sabía lo que estaba pasando, recuerdo que cuando tenía 2 cm de dilatación la matrona le explico que aún no estaba de parto… y varias horas más tarde, cuando ya estaba de 8 cm, Diana me pregunto que cuando iba a ponerse de parto…¡se creía que aún estaba con pródromos, a pesar de la intensidad de lo que estaba viviendo! Mostró gran coraje y valor todo el tiempo, probablemente el parto fue más duro debido a que Valentina venía mirando hacia delante y eso dificultó su descenso por el canal de parto, pero ella sostuvo con mucha entereza toda la experiencia.

No deja de sorprenderme lo que Diana es capaz de hacer siendo madre: alimentar a su hija, encajar su realidad cotidiana, llegar a acuerdos con el padre de su hija que no perjudiquen la lactancia y que permitan el vínculo padre/hija, bregar con leyes absurdas….¿de verdad alguien cree que un recién nacido puede estar tres horas sin comer, mientras está intentando crecer y adaptarse a la vida fuera del útero?.

Falta sentido común en la política y en las leyes, además de profesionales que sepan de los derechos del recién nacido y de como funciona la biología. También faltan políticas que prestigien la maternidad y la protejan durante los primeros años, así como sucede sobretodo en el norte de Europa, donde hay países que cuentan con bajas maternales mucho más largas que en España.

Mientras tanto aquí va el testimonio de la experiencia de parto con doulas, contada por su protagonista:

Todo empezó cuando una hermosa mujer me recomendó que contactara con Llucia Mir para que como doula me acompañara en la etapa final de mi embarazo y parto, me dijo: «es la mejor inversión que puedes hacer, no te vas a arrepentir» y ¡cuanta razón tenía!.

Llucia, desde la primera vez que nos entrevistamos una a la otra, me dio mucha seguridad pues yo tenía muchas dudas como madre primeriza y con conciencia de querer hacer las cosas lo más natural posible, me dio información útil que yo le solicité, para prepararme para el parto, la lactancia y otras cosas de interés para mí.

Como doula estuvo siempre atenta y pendiente de mi, me abrió el abanico de posibilidades para que yo escogiera, estuviera bien y me enfocará en lo importante, mi bebé y mi parto.

El día del parto llegó y me inyectó paz y calma con tan solo abrazarme, luego las contracciones se llevaban mejor con sus masajes en la espalda, me sugería diferentes posiciones para mi descanso mientras continuaba el trabajo de parto, siempre respetando el ritmo  que llevaba mi parto.

Camila vino con ella, es una aprendiz de doula que Llucia tuvo la intuición de que nos acompañará en mi parto y fue muy acertada pues me aportó más cariño, fuerza y ternura al trabajo de parto, estuvo también pendiente de cubrir mis necesidades inmediatas, dándonos apoyo y fuerza, tanto a mi como a mi madre, ya que ellas estuvieron juntas buena parte del tiempo mientras esperaban fuera de paritorio.

Diana y Camila 500px

Ya en el hospital nos quedamos solas ella y yo, pero yo estaba tranquila porque Llucia en todo momento mantenía informada a mi familia, pero siempre primero pendiente de mí y mis necesidades, en esos momentos sientes tanto la contracción que no escuchas lo que te dicen, pero me hacía llegar su apoyo ya sea con caricias, miradas o atenciones.

Una de las cosas que más valoro es que Llucia sabía todo lo que yo quería para mi parto y para el recibimiento de mi bebe pues juntas miramos el plan de parto que elaboré de forma personalizada, así que cuando yo ya estaba en el «Planeta Parto» como dice ella,  mi doula era el hilo que me mantenía conectada a la realidad y el cumplimiento del mismo.

Y de lo que más me siento afortunada de tenerla en mi parto es por la oportuna ayuda que me dio a la hora del expulsivo, por un lado mi bebé no bajaba y la bolsa del líquido amniótico no se rompía, cuando al fin se rompió y todo se aceleró, junto a la comadrona me ayudaron a colocarme en una postura cómoda y segura para mi bebé (tumbada de lado), yo ya estaba muy cansada después de 10 horas de trabajo de parto, Llucia tuvo la gran visión de ayudarme con la pierna de arriba moviéndola de tal forma que me ayudaba a aliviar la contracción y a abrir más la pelvis al mismo tiempo que yo empujaba a mi bebé, fue maravilloso pues así el expulsivo duró menos. Por otro lado, en esta fase la matrona me daba instrucciones que yo no entendía, como que dejara de pujar y en mi cabeza me decía ¿porqué voy a dejar de pujar? Justo antes de preguntar nada, se acercó Lucía a mi cara y me explicó que se trataba de evitar que se rompiera el periné, eso me ayudó a estar más tranquila, segura y atenta a las indicaciones para así conseguir desgarrarme menos.

Gracias al apoyo y compañía de Llucia en mi parto tengo la fortuna de recordarlo con mucho cariño pues yo estaba conectada de lleno con mi bebe y ella se encargaba de lo demás, cuando yo ya disfrutaba de mi bebe en brazos siguió junto a mi durante el tiempo de espera para que saliera por sí sola la placenta y luego guardarla para llevarla a casa, tal como lo decía mi  plan de parto. A la hora de la lactancia materna también fue muy importante y como doula estuvo ahí con sus sugerencias y apoyo, al día siguiente se pasó a vernos y hasta la fecha sigue pendiente de nosotras.

Llucia apareció en el momento justo de mi vida cuando necesitaba apoyo y cariño, contar con mis dos doulas me ayudó a disfrutar de ese momento tan especial y con tantas emociones juntas, por todo ello les estoy muy agradecida y me siento afortunada de contar con la fuerza de estas hermosas mujeres: Llucia y Camila ¡Gracias!

Valentina 450px

acompañArte

 

 

 

 

Mi especial Día Mundial de la doula 2018

Todo empezó ayer por la noche con una espectacular luna llena, parece que en este caso venía dispuesta a recordarnos su influencia en el nacimiento de los bebés, lo que me ha permitido vivir el día Mundial de la Doula más especial de mi vida.

Justo cuando iba a dormir recibí la llamada para acudir a un parto en casa del que estaba de guardia y ahí me puse en marcha. Fue un baile de brujas porque debido a que el padre no podía estar, fuimos tres doulas con el equipo de Mikel Mantxola  (habitualmente somos dos). En la casa estábamos la mujer de parto, su madre cuidando de su hija de tres años y todo el equipo de atención al parto en casa procurando ofrecer la mejor experiencia posible a esa hermosa mujer. Digo que fue un baile de brujas porque las doulas estuvimos entrando y saliendo del círculo energético de la mujer de parto, entrando y saliendo delicadamente de su espacio físico, sin necesidad de muchas palabras, las justas y necesarias en el momento oportuno.

Era como una danza de miradas y gestos, con una armonía exquisita, no sobraba ninguna mano, no faltó nada de lo que se necesitaba. Fue una ducha de oxitocina, la «peligrosa» hormona del amor, seguramente una de las razones por las que en la época medieval se tenía tanto miedo a las mujeres que se las tachaba de brujas. Todas nosotras «somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar».

Deseo dar las gracias a Mikel, comadrón, maestro y amigo con el que siempre disfruto de trabajar.

Gracias a Cris, mi maestra en tantas cosas y compañera del equipo doulas mam desde hace casi 10 años.

Gracias a Jaja, doula de corazón y con quién me une una gran afinidad que va más allá de las palabras.

Gracias a Anita, la gran mujer que ha parido a las 4’30h de la madrugada con mucha intuición a su preciosa hija, mientras su otra hija y su madre descansaban en otra habitación…

Pero ahí no acabó la cosa, ese día tan especial que nunca olvidaré, me reservaba otra experiencia de doula.

Cuando a las 7’30h de la mañana me dirigía a casa a descansar, recibí la llamada de otra mujer de parto. En este caso estaba empezando a tener contracciones molestas pero irregulares. Hablamos sobre que no se podía saber si el parto arrancaría, excepto viendo como evolucionaba. Decidimos que yo me iba a descansar un rato y en un par de horas nos contábamos más cosas.

Pude dormir dos benditas horas que me regeneraron totalmente y aproveché para desayunar algo, cuando volví a hablar con la mamá me contó que estaba cada vez más molesta, así que decidimos que me iba para su casa. Allí estuvimos el tiempo en que se sintió cómoda, hasta partir todos hacia el hospital. En este caso era la Policlínica Miramar, hospital privado de Mallorca donde están trabajando de forma muy decidida hacia la línea de ofrecer partos fisiológicos y respetados.

La mujer de parto necesitó todo su coraje para atravesar cada una de las etapas ya que fueron intensas y profundas. Ella es una mujer deportista y acostumbrada al esfuerzo, pero se sorprendía de todo lo que iba sintiendo a medida que avanzaba en su parto. Aún así todo fue fluido, la comadrona aportó su cercanía y profesionalidad, con las propuestas más apropiadas a cada momento. Su pareja y su madre estuvieron desde su precioso lugar, cerca del corazón de la mujer. Cuando se acercaba el expulsivo, pudo entrar en la bañera para tener su parto deseado en el agua, el ginecólogo llegó para acompañar en la etapa final y  decisiva, solo intervino lo justo y necesario, con su actitud más discreta mientras la naturaleza seguía su curso previsto de forma perfecta… y eso a veces es lo más difícil.

Pudimos estar juntos la pareja y la doula dentro de paritorio, algo que agradecen todas las mujeres y que espero que muy pronto se normalice en todos los paritorios de España, porque es algo absolutamente integrado en los demás países europeos donde deseamos mirarnos (Inglaterra, Suiza, Holanda, Bélgica, Dinamarca,…) y desde luego también Estados Unidos de América.  No solo respecto a la doula, también respecto a otras personas que la mujer desee tener cerca: madre, amigos, fotógrafo,… porque esa es una de las muestras más importantes de que los protagonistas son la mujer de parto y su bebé, por tanto se respetan sus deseos en todo aquello que pueda facilitar su experiencia de parto.

Quiero dar las gracias al Dr Ferret, ginecólogo al que admiro por su trato de los partos y de las mujeres de parto, además de su respeto a mi profesión de doula.

Gracias a la comadrona Noelia, que sostuvo toda la experiencia con gran delicadeza y sabiduría, además de trabajar conmigo con complicidad en favor de la mujer de parto.

Gracias a Lila, por su coraje a la hora de parir  a las 18’50h a su linda hija. Así como a su marido y su madre que me hicieron sentir la confianza que depositaban en mi como familia.

Pronto hará una década que soy doula, dejé de hacer la lista de familias a las que acompaño hace varios años, así que ya perdí la cuenta.  Pero no perdí la cuenta de lo que me aporta estar conectada desde el corazón con mujeres transitando diferentes fases de su maternidad, en cada acompañamiento se va engrandeciendo mi visión sobre lo que las mujeres aportamos al mundo. Y sobre lo que las doulas aportamos a otras mujeres, acompañándolas en su maternidad consciente.

Sean cuales sean las circunstancias, la edad, la cultura o la fase por la que estén pasando… veo a mujeres con CORAJE, DISPONIBILIDAD Y AMOR.

Y desde mi labor de doula acompaño esa transformación, devolviendo el reflejo de ese coraje, disponibilidad y amor que a veces las madres  no ven porque andan inmersas en las necesidades inmediatas y perentorias de sus bebés o perdidas en la poca valoración que nuestra sociedad da a la maternidad.

Celebro desde mi corazón tantas relaciones auténticas que me procura mi profesión de doula, hoy antes de descansar voy a aullar con la luna llena para celebrar mi día Mundial de la Doula más especial. 

Lobo aullando luna

acompañArte

 

Reflexiones sobre la película Loba

Me gustó “Loba”, es una película bien narrada, con bellas imágenes y con testimonios de cuatro países con bastantes diferencias culturales: España, Francia, México y Cuba, pero que, sin embargo, comparten la triste realidad de la tendencia exagerada a la medicalización del parto, que desemboca en demasiados casos, en “violencia obstétrica” ejercida contra las mujeres y sus bebés. Queda reflejado que para llegar a ese punto, en el que se sobrepasan con mucho las recomendaciones de la OMS sobre los porcentajes donde son necesarias las intervenciones médicas, primero hay una infantilización, desinformación y desempoderamiento de la mujer. 

En la película subyacen todo el tiempo, varias ideas con las que estoy totalmente de acuerdo: una buena parte del cambio que se necesita vendrá cuando las mujeres retomen su Poder, se informen, conecten con su instinto y además exijan sus derechos. También, cuando haya muchas más matronas por población, y que éstas sean las portadoras y defensoras de los procesos fisiológicos naturales.

Una parte del desarrollo de la trama corresponde a la defensa de la Partería Tradicional, algo con lo que también estoy de acuerdo porque las mujeres que la han practicado durante toda su vida tienen mucha sabiduría acumulada sobre estos procesos naturales, y en países como México, siguen existiendo linajes de parteras vivas a las que ahora, en aras de la modernidad y el control, se les niega siquiera el derecho de ejercer y no se aprovechan sus conocimientos.

Pero en España y, supongo que en Francia por proximidad cultural, ya se rompieron hace tiempo esos linajes y las comadronas deben buscar su profunda formación humana y/o complementaria de otras maneras, más allá de lo que les enseñan en la facultad.

Y aunque todo el tiempo se habla de la importancia de un buen acompañamiento a la mujer durante su maternidad, he notado a faltar que se hable de las DOULAS, las mujeres que dan apoyo emocional continuo durante cualquier etapa de la maternidad y no son personal sanitario.

Más allá de que la película tiene su limitación de metraje, es difícil plantear los cambios de paradigma y del empoderamiento de la mujer, sin explicar qué significa la figura de la doula en nuestras sociedades modernas, cuáles son sus funciones y porqué cada vez más mujeres las utilizan para transitar su maternidad. 

Con todo ello, el concepto de “Loba” es muy interesante, y aunque estuvimos codo con codo en el debate después de la película, me gustaría compartir largamente con Catherine toda esa información esencial sobre las doulas que eché tanto en falta en su película.

Y me reivindico, nadie puede negar el derecho de la mujeres de ser acompañadas por quién elijan, sin caer de nuevo en el error de infantilizarlas. Y tengo el honor y el privilegio de HABER ACOMPAÑADO A MUCHAS LOBAS, en su proceso de transformación.

GRACIAS a todas ellas.

10600656_813353888808790_8333509240938479640_n

Y he aquí mi aportación al interesante debate posterior:

Hola, me llamo Lucía y soy DOULA del equipo Doulasmam.

Como doula acompaño con apoyo emocional continuo a otras mujeres durante cualquier etapa de la maternidad y participo en encuentros de mujeres que comparten sus experiencias como madres. Bajo esta perspectiva conozco muchas historias de parto, tanto de forma directa como por boca de sus protagonistas.

A la pregunta de si es posible parir de forma natural en un mundo tan artificial, mi respuesta es SI. Aunque no siempre es fácil. Las estadísticas hablan: es más común en un parto en casa, es menos frecuente en un parto de hospital privado que en uno de hospital público, y dentro de estos, es más probable en unos que en otros.

Si tuviera que valorar el factor más importante para conseguir un parto natural, diría que es el EMPODERAMIENTO DE LA MUJER. La que, además de leer, preguntar y estar bien informada, tiene la capacidad de centrarse en sí misma conectándose con su instinto y confía plenamente en su propio cuerpo.

El siguiente factor más importante es un entorno apropiado a la fisiología, recordemos: SEGURIDAD, PENUMBRA, SILENCIO, CALOR, CONFIANZA… y que este entorno sea propiciado por los profesionales que la acompañan. Todas las personas que rodean a una mujer pariendo, deben estar convencidas de que la madre y el bebé son los absolutos protagonistas de ese parto.

Cuando una mujer toma la decisión consciente de ser acompañada de su pareja y de su doula, o de quien desee, expresa una necesidad y expresa un derecho. Cuando esa mujer llega al hospital, probablemente después de horas de dilatación en casa, se le hace muy difícil tener que escoger entre su pareja y su doula para que solo uno de los dos entre con ella a paritorio.

A los profesionales sanitarios os recomiendo la experiencia de permitir en paritorio la compañía de la pareja y la doula, ver y sentir de primera mano como fluye el parto con ese trabajo en equipo. En esta sala hay doulas y matronas que lo hemos experimentado y ha sido siempre fantástico, y algunas madres y padres aquí presentes son protagonistas de estas historias.

Para mejorar la atención al parto en nuestro entorno, una de las ideas más sencillas y poderosas que conozco es utilizar el Poder de la Palabra, expresar verbalmente y por escrito aquello que hemos sentido y hemos vivido.

Si cada vez que tenemos una experiencia negativa, dejamos constancia escrita de forma asertiva en atención al paciente, esa es una manera de que los profesionales se hagan conscientes del efecto que producen sus palabras o sus actuaciones en las vidas de las mujeres. Y con esa información tienen la posibilidad de cambiar.

Si además, un profesional que trabaja con vocación y respetando tanto la fisiología como a la persona, recibe el refuerzo positivo del agradecimiento, es animado a seguir por el mismo camino. Recordemos que, a veces, trabajan presionados por otros compañeros que tienen una visión más mecanicista o medicalizada de la relación sanitario/usuario.

La idea es que los cambios de paradigma surgen de los cambios individuales manifestados en la realidad cotidiana y esparcidos con el boca a boca.
Muchas mujeres estamos trabajando por un mundo mejor, por un mundo en el que a todas las mujeres se nos permita parir en libertad y respetando todas nuestras decisiones. Un mundo de “Lobas”.

Debate Loba

Doulas y Catherine

acompañArte