Crecer como hombre con el masaje tántrico

Me maravilla cuando una persona joven muestra interés por el tantra, ya que, al ser un camino de autoconocimiento, suele despertarse más tarde la curiosidad por conocerlo.

Es como ver abrirse una flor que se prepara para dar frutos. Es un acto de confianza hacia sí mismo, un acto de fe hacia otro ser humano que apenas conoces, un acto de amor incondicional para aceptar una conexión muy profunda…. para luego soltar cualquier apego a la experiencia.

Agradezco la posibilidad de acompañar preciosos y sutiles despertares, que promueven la libertad de saberse energía vibrante, pululando por el Universo.

El lenguaje de la energía es Universal y no tiene edad.

¡Realmente me encanta haber experimentado el masaje tántrico contigo! Gracias por el tiempo que te tomaste para explicarme todo.

Durante el masaje traté de no pensar en nada, de dejar ir mi mente. Pero sé que es un ejercicio difícil para mí, porque no me atrevo a perder el control.

Recuerdo un momento en el que estaba muy relajado.

Al final me sentí más seguro, como si estuviera asumiendo el hombre, el ser humano que soy. Como si todavía fuera un niño y me ayudaras a ser consciente y orgulloso del hombre que soy.

El final fue muy intenso, sentí mucha energía, ¡¡Gracias!!

¡Quiero intentarlo de nuevo, seguir este camino y descubrir mejor este mundo invisible!

Espero aprender a hacer el amor con la misma intimidad y conexión profunda que tú transmites.

E. C.

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